Abierto el escándalo de los polémicos apoyos del Gobernador Fidel Herrera para apuntalar las campañas del PRI en Veracruz, el Presidente Felipe Calderón deploró ayer que "por desgracia" haya aún reparto clientelar, político y partidista de recursos públicos en los estados.
Durante la ceremonia de inauguración de una asamblea de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural, en Los Pinos, el Mandatario afirmó en contraparte que el Gobierno federal ni condiciona ni exige lealtad para la entrega de recursos de los programas sociales.
Calderón se hizo acompañar de su esposa, Margarita Zavala, que la víspera había sido señalada por el PRI, en el seno de la Comisión Permanente del Congreso, de participar en Oaxaca en un acto al lado de la esposa del candidato postulado por la alianza opositora al Gobierno de esa entidad, Gabino Cué.
El Presidente en su discurso había abogado, a contrapelo de las prácticas de antaño, por la "libertad personal y la responsabilidad humana".
Los tiempos que corren, dijo, deben servir para romper la "cultura de paternalismo" largamente arraigada que, aunque ha favorecido a la población marginada, también la ha aletargado en perjuicio de la responsabilidad y libertad personal.
"Durante muchas décadas ha prevalecido, lamentablemente, esta visión paternalista, corporativa (y) clientelista.
"Con frecuencia también los recursos públicos se repartían en función de estos criterios (y) en función de simpatías personales, políticas y partidistas, en función de clientela; prácticas que por desgracia no hemos erradicado totalmente, pero que deben necesariamente erradicarse y sustituirse por prácticas de corresponsabilidad y de libertad", repuso el Presidente.
En ese tono, se apresuró a aclarar que el Gobierno procura otras formas.
"Y por esa razón, el Gobierno federal no condiciona la entrega de recursos públicos ni exige lealtades de ningún tipo a la gente del campo", dijo.
Durante la ceremonia de inauguración de una asamblea de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural, en Los Pinos, el Mandatario afirmó en contraparte que el Gobierno federal ni condiciona ni exige lealtad para la entrega de recursos de los programas sociales.
Calderón se hizo acompañar de su esposa, Margarita Zavala, que la víspera había sido señalada por el PRI, en el seno de la Comisión Permanente del Congreso, de participar en Oaxaca en un acto al lado de la esposa del candidato postulado por la alianza opositora al Gobierno de esa entidad, Gabino Cué.
El Presidente en su discurso había abogado, a contrapelo de las prácticas de antaño, por la "libertad personal y la responsabilidad humana".
Los tiempos que corren, dijo, deben servir para romper la "cultura de paternalismo" largamente arraigada que, aunque ha favorecido a la población marginada, también la ha aletargado en perjuicio de la responsabilidad y libertad personal.
"Durante muchas décadas ha prevalecido, lamentablemente, esta visión paternalista, corporativa (y) clientelista.
"Con frecuencia también los recursos públicos se repartían en función de estos criterios (y) en función de simpatías personales, políticas y partidistas, en función de clientela; prácticas que por desgracia no hemos erradicado totalmente, pero que deben necesariamente erradicarse y sustituirse por prácticas de corresponsabilidad y de libertad", repuso el Presidente.
En ese tono, se apresuró a aclarar que el Gobierno procura otras formas.
"Y por esa razón, el Gobierno federal no condiciona la entrega de recursos públicos ni exige lealtades de ningún tipo a la gente del campo", dijo.
Mayolo López, Reforma, 18 de junio.
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