LA HABANA (Agencias).— El gobierno de Raúl Castro afianzó ayer, durante la visita del “canciller vaticano”, Dominique Mamberti, la continuidad del diálogo con la Iglesia católica cubana, al destacar que se dan “todas las condiciones” para seguir esos “fructíferos intercambios”.
En esos términos se expresó el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en una conferencia de prensa en La Habana junto a Mamberti, donde destacó además el “papel constructivo” de la Iglesia en la isla y su comunicación “fluida, profunda y constructiva” con el gobierno.
“Vemos todas las condiciones para que, en plena observancia de la Constitución cubana y de nuestras leyes que aseguran plena libertad religiosa y el papel de la Iglesia católica en Cuba, continúen estos fructíferos intercambios”, afirmó Rodríguez.
El secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados se encuentra de visita en Cuba con una doble agenda: participar en los actos por los 75 años de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la isla, en la X Semana Social de la Iglesia.
Mamberti llega a Cuba en un momento “muy favorable”, dijo Bruno Rodríguez, marcado por ese proceso de diálogo abierto en mayo entre el presidente Castro y la jerarquía católica de la isla y que incluye a los presos políticos. De momento, los “frutos” han sido la excarcelación de Ariel Sigler, un disidente preso muy enfermo, y el “acercamiento” de seis a penales de sus provincias de origen.
Mamberti expresó su satisfacción por la apertura de este diálogo y se mostró esperanzado en que su visita “lo fortalezca”. El “canciller vaticano”, quien permanecerá en la isla hasta el domingo, descartó, a la vez, alguna reunión con la disidencia cubana y subrayó la postura vaticana contra el embargo impuesto por Estados Unidos.
El gobierno estadounidense señaló ayer, a través del portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, que la normalización de las relaciones con Cuba dependerá del respeto que muestre la administración cubana a los derechos y las libertades de su pueblo. Crowley reiteró el apoyo del EU a la excarcelación de Sigler, pero el gobierno cubano lo acusó de entrometerse en los asuntos de la isla.
El pasado 5 de diciembre, autoridades cubanas detuvieron Alan P. Gross, un experto en desarrollo internacional y originario de Potomac, Maryland, acusado ser un “agente de inteligencia” de EU. El canciller Rodríguez dijo ayer que Gross, permanecerá detenido por los “graves delitos” que cometió contra Cuba. El estadounidense está acusado de distribuir, entre opositores, ordenadores portátiles, teléfonos móviles y otros equipos tecnológicos.
Rodríguez aseguró que el detenido tiene garantizada una defensa adecuada.
En esos términos se expresó el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en una conferencia de prensa en La Habana junto a Mamberti, donde destacó además el “papel constructivo” de la Iglesia en la isla y su comunicación “fluida, profunda y constructiva” con el gobierno.
“Vemos todas las condiciones para que, en plena observancia de la Constitución cubana y de nuestras leyes que aseguran plena libertad religiosa y el papel de la Iglesia católica en Cuba, continúen estos fructíferos intercambios”, afirmó Rodríguez.
El secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados se encuentra de visita en Cuba con una doble agenda: participar en los actos por los 75 años de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la isla, en la X Semana Social de la Iglesia.
Mamberti llega a Cuba en un momento “muy favorable”, dijo Bruno Rodríguez, marcado por ese proceso de diálogo abierto en mayo entre el presidente Castro y la jerarquía católica de la isla y que incluye a los presos políticos. De momento, los “frutos” han sido la excarcelación de Ariel Sigler, un disidente preso muy enfermo, y el “acercamiento” de seis a penales de sus provincias de origen.
Mamberti expresó su satisfacción por la apertura de este diálogo y se mostró esperanzado en que su visita “lo fortalezca”. El “canciller vaticano”, quien permanecerá en la isla hasta el domingo, descartó, a la vez, alguna reunión con la disidencia cubana y subrayó la postura vaticana contra el embargo impuesto por Estados Unidos.
El gobierno estadounidense señaló ayer, a través del portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, que la normalización de las relaciones con Cuba dependerá del respeto que muestre la administración cubana a los derechos y las libertades de su pueblo. Crowley reiteró el apoyo del EU a la excarcelación de Sigler, pero el gobierno cubano lo acusó de entrometerse en los asuntos de la isla.
El pasado 5 de diciembre, autoridades cubanas detuvieron Alan P. Gross, un experto en desarrollo internacional y originario de Potomac, Maryland, acusado ser un “agente de inteligencia” de EU. El canciller Rodríguez dijo ayer que Gross, permanecerá detenido por los “graves delitos” que cometió contra Cuba. El estadounidense está acusado de distribuir, entre opositores, ordenadores portátiles, teléfonos móviles y otros equipos tecnológicos.
Rodríguez aseguró que el detenido tiene garantizada una defensa adecuada.
El Universal, 17 de junio.
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