Disidentes en la isla, tema central del Vaticano y la UE

La Habana, 13 de junio. El secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti, llegará el martes a Cuba en visita oficial, tres días después de la primera excarcelación de un opositor obtenida por obispos cubanos.

El liberado, Ariel Sigler Amaya, parapléjico de 46 años de edad, sufrió desmayos y baja presión la noche del sábado al domingo y estaba en observación médica en su domicilio en el poblado de Pedro Betancourt, en la provincia de Matanzas (occidente), unos 150 kilómetros al este de aquí, informó a La Jornada vía telefónica su hermano Juan Francisco.

Junto con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, Mamberti habló el jueves en Roma con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y su canciller, Miguel Ángel Moratinos, después de que el papa Benedicto XVI recibió al mandatario. En ambas conversaciones Cuba fue parte de la agenda, según informes oficiales.

Moratinos, quien habló el mismo jueves en París con su colega cubano, Bruno Rodríguez, participará este lunes en Luxemburgo en la reunión de cancilleres de la Unión Europea (UE), que confirmará la posición común hacia Cuba.

La posición común pide a la isla cambios internos para discutir la cooperación. España quiere eliminarla; Francia y República Checa, entre otros, la sostienen, y Cuba la considera un obstáculo para las relaciones con la UE.

El caso de los opositores presos es emblemático de ese diferendo, aunque no el único punto de fricción. Sin embargo, el cardenal Jaime Ortega descartó hace tres semanas que la visita del canciller del Vaticano se vincule con este tema, que describió como materia del diálogo entre el clero cubano y el gobierno.

Ariel, hospitalizado
Sigler sufrió el sábado vómitos, diarrea y desmayos, dijo su hermano Juan Francisco. La paraplejia surgió el 23 de septiembre de 2008, cuando Ariel se desmayó en la prisión de Ariza, provincia de Cienfuegos. Fue atendido sucesivamente en los hospitales Gustavo Aldereguía, de esa localidad, y en el Carlos J. Finlay (militar), Enrique Cabrera y Julio Díaz de La Habana.

Juan Francisco dijo que hasta ahora su familia no ha recibido un informe preciso del origen de la citada enfermedad, aunque se han realizado numerosas pruebas clínicas y terapias de rehabilitación. Saben que el cerebro de Ariel no sufrió daños y que es una paraplejia funcional, no orgánica, “por lo que hay esperanza de que se pueda recuperar”.

A la parálisis se sumaron otras afecciones, como una esofagitis, que ha causado al ex prisionero la pérdida de grasa y masa muscular en el conducto gástrico, por lo que se le dificulta la alimentación y es causa indirecta de una desnutrición avanzada y pérdida de peso.

Los hermanos Ariel, Juan Francisco, Guido y Miguel Sigler Amaya, cuyo padre murió en la década de los 80, formaron el 16 de noviembre de 1996 en Pedro Betancourt el opositor Movimiento Independiente Opción Alternativa, al que también se unió Gloria Amaya, la madre de ellos, quien murió en enero pasado a los 82 años.

De maestro a estibador
Ariel, Guido y Miguel cayeron presos en la detención masiva de marzo de 2003. Guido sigue en la cárcel, condenado a 20 años. Miguel tuvo sólo dos años de sentencia y al salir de prisión emigró a Estados Unidos. Gloria se unió a las Damas de Blanco y llegó a participar desde su silla de ruedas en los recorridos dominicales de ese grupo de familiares de disidentes encarcelados.

Juan Francisco dijo que él y sus hermanos fueron perdiendo trabajos al ser considerados “no confiables políticamente”. Ariel, licenciado en educación física, tuvo que dejar su plaza de profesor de secundaria y antes de ser detenido estibaba balones de oxígeno en un ingenio azucarero.
Gerardo Arreola, La jornada, 14 de junio.

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