WASHINGTON.— La organización Human Rights Watch (HRW), manifestó su respaldo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que denunció que las autoridades militares cometieron irregularidades al investigar la muerte de dos niños, presuntamente a manos de soldados.
En un comunicado emitido en Washington, HRW manifestó que esa conclusión resalta la necesidad de dejar de confiar en el Ejército para que investigue sus abusos.
En un informe difundido el miércoles, la CNDH señaló a militares mexicanos como los responsable de la muerte de Bryan y Martín Almanza, de cinco y 9 años, y de las heridas causadas a otras cinco personas, en un incidente cerca de Matamoros, Tamaulipas, el 3 de abril.
“Estas conclusiones revelan hasta qué punto los militares están dispuestos a distorsionar los hechos para protegerse”, señaló en una declaración José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
El 30 de abril, el procurador General de Justicia Militar, José Luis Chávez, manifestó que, según la investigación, los niños habían fallecido por el estallido de una granada arrojada por delincuentes durante un enfrentamiento contra militares.
Los padres de las víctimas, así como otros pasajeros que se encontraban en el automóvil que fue atacado, dijeron a la CNDH que no existió un enfrentamiento alguno.
Según las autopsias del médico forense estatal y peritos forenses de la CNDH, los niños murieron a causa de heridas de bala disparadas desde armas de fuego.
El informe de la CNDH también halló evidencias de que lo militares habían manipulado la escena del crimen.
Según la comisión, los militares no proporcionaron informes toxicológicos que evaluaban el nivel de alcohol o el uso de drogas de los soldados involucrados.
HRW recordó que en noviembre la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió que México reformara su código de justicia militar para excluir los casos de violaciones de derechos humanos de la competencia de los tribunales militares. (EFE)
En un comunicado emitido en Washington, HRW manifestó que esa conclusión resalta la necesidad de dejar de confiar en el Ejército para que investigue sus abusos.
En un informe difundido el miércoles, la CNDH señaló a militares mexicanos como los responsable de la muerte de Bryan y Martín Almanza, de cinco y 9 años, y de las heridas causadas a otras cinco personas, en un incidente cerca de Matamoros, Tamaulipas, el 3 de abril.
“Estas conclusiones revelan hasta qué punto los militares están dispuestos a distorsionar los hechos para protegerse”, señaló en una declaración José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
El 30 de abril, el procurador General de Justicia Militar, José Luis Chávez, manifestó que, según la investigación, los niños habían fallecido por el estallido de una granada arrojada por delincuentes durante un enfrentamiento contra militares.
Los padres de las víctimas, así como otros pasajeros que se encontraban en el automóvil que fue atacado, dijeron a la CNDH que no existió un enfrentamiento alguno.
Según las autopsias del médico forense estatal y peritos forenses de la CNDH, los niños murieron a causa de heridas de bala disparadas desde armas de fuego.
El informe de la CNDH también halló evidencias de que lo militares habían manipulado la escena del crimen.
Según la comisión, los militares no proporcionaron informes toxicológicos que evaluaban el nivel de alcohol o el uso de drogas de los soldados involucrados.
HRW recordó que en noviembre la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidió que México reformara su código de justicia militar para excluir los casos de violaciones de derechos humanos de la competencia de los tribunales militares. (EFE)
El Universal, 18 de junio.
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