Lo bajaron y asesinaron

Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI a gobernador de Tamaulipas, fue asesinado ayer por un comando armado integrado al menos por diez pistoleros.

La PGR –que de inmediato envió a la capital tamaulipeca peritos especializados y ministerios públicos– y la Procuraduría General de Justicia del Estado concluyeron que se trató de un “atentado” en el cual fueron utilizados rifles conocidos como “cuernos de chivo” (se localizaron casquillos 7.62 por 39 y 2.23 mm) y pistolas 9 milímetros.

Los hechos ocurrieron a las 10:30 horas de ayer en el kilómetro 6.50 de la carretera Ciudad Victoria-Soto La Marina, rumbo al Aeropuerto Pedro José Méndez, en el municipio de Güemez.

Junto con el aspirante a gobernador fueron asesinados cuatro personas más: Enrique Blackmore, diputado local y quien fungía como secretario particular, además de los escoltas Luis Gerardo Soltero Suriate, Rubén López Zúñiga y Francisco David López Catache.

Los cinco cuerpos hallados estaban afuera de los dos vehículos que conformaban la comitiva del priista, por lo que de acuerdo con los primeros datos periciales fueron bajados de las unidades y después asesinados.

En el ataque resultaron heridas otras cuatro personas: los guardias de seguridad Aurelio Balleza Diaz y Dante Quiroz Aguilar, además de Enrique de la Garza —cuñado de Torre Cantú- y Alejandro Martínez Villareal—, su secretario privado y quien, de acuerdo con las primeras versiones, también había fallecido en el lugar. Trascendió, sin embargo, que de los heridos él fue el más afectado, pues las balas impactaron en sus dos piernas y en un brazo.

Los cuatro heridos fueron ingresados al Hospital General de Ciudad Victoria. “De acuerdo con la información que tenemos, evolucionan favorablemente”, aseguró el procurador Jaime Rodríguez Inurrigarro.

En conferencia de prensa, el procurador informó que aún no se ha terminado de contabilizar el número de casquillos que fueron encontrados.

Tampoco atribuyó la embestida a algún cártel del crimen organizado, aunque Tamaulipas es centro de operaciones de Los Zetas y del Cártel del Golfo, grupos que en los últimos años han protagonizado una disputa por el control del mercado de drogas, negocio al que también aspiran células del Cártel del Pacífico.

“No podemos aventurar juicios sobre alguna organización responsable”, afirmó el funcionario.

–¿Hubo testigos?, se le preguntó a Rodríguez.

—No tenemos información al respecto, daremos a conocer los datos sólo cuando estemos en condiciones, por la secrecía de la investigación.

—¿Cuántos impactos recibió el candidato?

—Los peritos de la procuraduría y de la PGR continúan trabajando; en este momento no tenemos el número exacto, esa respuesta la darán a conocer los servicios periciales que están a cargo de la autopsia.

No obstante, descartó que se trate de un enfrentamiento e insistió en la tesis del ataque directo.

Al ser cuestionado sobre el esquema de seguridad que se proporcionará al resto de los candidatos a la gubernatura y otros puestos de elección popular, comentó:

“Tenemos la instrucción de que cuando haya un solicitud de seguridad por parte de algún candidato, ésta se proporcionará tanto por dependencias federales como por autoridades estatales”.

La ejecución del ex secretario de Salud de Tamaulipas derivó de la declaratoria de alerta máxima por parte del gabinete de seguridad local y del grupo de coordinación interinstitucional, en el cual participan autoridades federales.
Daniel Blancas en Ciudad Victoria, La Crónica, 29 de junio.

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