Mató Ejército a niños en Tamaulipas: CNDH

La Comisión Nacional de Derechos Humanos señaló a militares como los responsables del ataque del 3 de abril a una familia de 13 integrantes que viajaba en una camioneta sobre una carretera en Tamaulipas, del cual resultaron muertos los niños Bryan y Martín, de 5 y 9 años, respectivamente.

La conclusión de la defensoría difiere de la versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de que las municiones homicidas provinieron de un grupo de sicarios que se enfrentaban con un convoy militar, justo cuando la camioneta de la familia pasaba por la refriega.

“La versión de la Sedena, que sostiene que los hechos tuvieron como origen ‘un enfrentamiento entre elementos militares, quienes iban con dirección a Nuevo Laredo, y varias camionetas donde viajaban presuntos miembros de la delincuencia organizada, con dirección a Ciudad Mier, es incompatible con el resultado que arrojan las evidencias obtenidas por esta comisión”, determinó Raúl Plascencia, presidente del organismo.

Para el ombudsman, la familia fue agredida con disparos y granadas de fragmentación de elementos militares.

Igualmente, Plascencia recriminó a la institución castrense los obstáculos de servidores públicos de la Sedena, que se negaron a entregar a personal de la CNDH la averiguación previa iniciada en el fuero militar, así como un indebido levantamiento de indicios, e incluso la fabricación de evidencias.

Esas consideraciones llevó a la defensoría a emitir la recomendación 36/2010, dirigida a la propia Sedena y la Procuraduría General de la República.

Versiones encontradas

El 30 abril, las procuradurías militar, General de la República y tamaulipeca concluyeron que los niños murieron por granadas lanzadas por sicarios durante un enfrentamiento con fuerzas militares.

De acuerdo con ese informe, ese día, el 3 de abril, soldados que patrullaban sobre la carretera Reynosa-Nuevo Laredo recibieron a las 19:30 horas una denuncia anónima sobre un enfrentamiento entre narcotraficantes en esa vía, cerca del poblado Nueva Ciudad Guerrero.

El convoy se dirigió al lugar indicado por el denunciante, y entre los kilómetros 108 y 109 se observaron seis camionetas abandonadas con impactos de proyectiles de armas de fuego de diversos calibres. Parte del personal militar se quedó en el área en espera de la autoridad ministerial. El personal restante continuó sobre la vía.

A la altura del kilómetro 117 se encontraron de frente con un convoy de siete camionetas (entre ellas la de la familia), desde las cuales se abrió una agresión con armas de fuego a las tropas.

Comenzó entonces un enfrentamiento entre sicarios y soldados. Dos vehículos atacantes se dieron a la fuga con dirección a Ciudad Mier y otros dos hacia Nueva Ciudad Guerrero, Tamaulipas. Tres quedaron sobre el arroyo vehicular: una camioneta Dodge Ram color azul, con un agresor muerto con vestimenta tipo militar; una camioneta tipo Tahoe color negro (la de la familia), con un adulto herido en las piernas, y en la parte posterior el cuerpo sin vida del menor Martín Almanza Salazar, y una Hummer H3 color rojo con otro agresor muerto, también con vestimenta tipo militar. Los 11 integrantes restantes de la familia huyeron a una finca cercana, hasta que se les brindó auxilio.

Según el mismo parte ministerial, la autopsia a los cuerpos de Bryan y Martín concluyó que los menores murieron a causa de las esquirlas producidas por la detonación de una granada 40 milímetros que impactó en la parte trasera de la camioneta, lanzada por los narcotraficantes. Los militares no utilizan ese tipo de arsenal. De hecho, las tropas portaban ese día fusiles G-3 calibre 7.62.

La CNDH, sin embargo, “observa con preocupación que el contenido del informe de la autoridad responsable no tiene sustento ni apego a las evidencias que se allegó esta comisión”, expuso Plascencia en conferencia de prensa.

“Los testimonios de las víctimas son coincidentes al señalar que no llevaban camionetas adelante ni atrás, la visibilidad era clara, disminuyeron la velocidad y bajaron los cristales, avanzaron cuando un elemento militar les dio el paso e inmediatamente después, les empezaron a disparar, por lo que huyeron al monte hasta que encontraron una casa donde les brindaron auxilio”, señaló el ombudsman.

En los certificados de necropsia, insistió, “se establece que los menores murieron por proyectil de arma de fuego”, y no por esquirlas de granada, lo que “es coincidente con las declaraciones de sobrevivientes y con la opinión técnica médico legal elaborada por la Coordinación de Servicios Periciales de la CNDH”.

Las omisiones de la defensoría

El expediente de la CNDH del cual derivó la recomendación, indicó el ombudsman, consta de mil 392 fojas. Personal de ese organismo llevó a cabo las siguientes diligencias: 12 solicitudes de información y colaboración; 25 entrevistas con los agraviados, autoridades y testigos; 9 visitas al lugar en que sucedieron los hechos; 17 dictámenes y opiniones periciales, y 228 fotografías y 19 videos.

La recomendación, de 35 cuartillas, señala que la Tahoe en que viajaba la familia presentaba los siguientes daños por proyectil de arma de fuego: 11 en el parabrisas, tres en el cofre, tres en la puerta delantera izquierda, cinco en la puerta posterior izquierda, dos en el costado posterior izquierdo, seis en la parte posterior, tapa y defensa, incluido el producido por la granada.

El documento indica que en relación con los orificios de arma de fuego en el frente de la camioneta, no coinciden con la narrativa de las víctimas y, además, en el dictamen pericial de la CNDH se indica que muy probablemente fueron realizados una vez que la camioneta estaba desocupada.

El organismo, sin embargo, no indica de qué calibre son los impactos por proyectil de arma de fuego y granada de fragmentación que recibió la Tahoe, y si éste corresponde a las armas de cargo de los militares.

Igualmente la recomendación advierte que, con base en la declaración de dos testigos, las camionetas que rodeaban la de la familia al momento en que se realizó la diligencia ministerial, a las 0:00 horas del 4 de abril de 2010, “pudieron ser ubicadas con el propósito de alterar la escena del crimen y representar que había existido un enfrentamiento”.

Para reforzar esta versión, la CNDH también observa “la congruencia del testimonio de las víctimas”, de que no había camionetas adelante ni atrás.

No obstante, en su declaración ministerial del 4 de abril, al día siguiente del incidente, la señora Cynthia Salazar, madre de los dos niños muertos, relató:

“Íbamos cruzando el poblado de Nueva Ciudad Guerrero, y al cruzar dicho poblado vi que por la carretera se encontraban tres camionetas por cada lado, y por el espejo vi que se subieron varias personas a esas camionetas, y se incorporaron a la vialidad con dirección hacia donde íbamos nosotros. Después nos rebasaron […]”,

Otro dato que omite referir la comisión es el de los dos cuerpos encontrados por los militares, ataviados con uniformes camuflados, que se encontraban en las camionetas azul y roja. Si no hubo enfrentamiento entre militares y sicarios, ¿de dónde salieron los cuerpos?

MILENIO Diario buscó al segundo visitador Marat Paredes Montiel, encargado del expediente, para que explicara sobre esas omisiones, pero no se obtuvo respuesta.

La recomendación

En su recomendación, la CNDH solicitó a la Sedena “indemnizar a los familiares de los menores muertos, reparar los daños físicos y psicológicos a las demás víctimas, e instruir que servidores públicos de esa dependencia no alteren las escenas de los hechos”.

Igualmente demandó que se practiquen exámenes toxicológicos y psicológicos al personal castrense, particularmente a quienes participaron en los hechos, y que los resultados se integren al expediente de la investigación.

A la PGR le pidió esclarecer los hechos, “que los agraviados tengan acceso a la justicia y se castigue a los responsables”.

- Claves

La mamá, satisfecha

• Cynthia Salazar, madre de los menores Bryan y Martín Almanza Salazar, aplaudió los resultados de la indagatoria de la CNDH que indica que los niños murieron a causa del fuego directo y discrecional por parte de elementos del Ejército.

• En entrevista para Foro TV, la mujer exigió a las autoridades proceder contra los responsables de la muerte de sus hijos.

Analizará Sedena fundamentos de la Comisión

••• La Secretaría de la Defensa Nacional informó anoche que analizará los fundamentos en los que se basó la Comisión Nacional de Derechos Humanos para determinar si es aceptada o no la recomendación que emitió el organismo por la muerte de los niños Martín y Bryan Almanza Salazar, que atribuyó a militares.

La CNDH determinó que los menores, de nueve y cinco años, murieron a causa de disparos supuestamente realizados por soldados, y no por un fuego cruzado con miembros de la delincuencia organizada durante el enfrentamiento que ocurrió en Ciudad Mier, Tamaulipas, el 3 de abril de 2010.

Al respecto, la Sedena dio a conocer en un comunicado de prensa que a las 13 horas de ayer fue recibida —a trámite— la recomendación 36/2010 de la CNDH relacionada con el fallecimiento de los niños.

La dependencia indicó que de conformidad con el artículo 136 del Reglamento Interno de la CNDH, la Sedena “cuenta con 15 días hábiles para analizar los fundamentos en que se basó para la emisión de la recomendación, por lo que en su oportunidad se determinará si se aceptan o no los términos de la misma”. (México • Ignacio Alzaga)

México • Guido Peña y María Eugenia Jiménez, Milenio, 17 de junio.

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