La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investiga la irrupción de presuntos policías federales, armados y encapuchados, en un albergue de migrantes, a quienes pretendieron llevarse por la fuerza.
Ante lo ocurrido, el organismo solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública federal medidas cautelares para el personal y los migrantes que están en el Albergue San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que se localiza en Lechería, Tultitlán, Estado de México, “con la finalidad de prevenir la comisión de hechos de difícil o imposible reparación, luego de que presuntos elementos de la Policía Federal allanaron dicho albergue”.
De acuerdo con la queja que recibió el organismo, el viernes pasado, alrededor de las 14:30 horas, “personas con uniformes de la Policía Federal, con el rostro cubierto y armas largas, ingresaron al albergue sin orden judicial”.
Los presuntos policías federales agredieron verbal y físicamente a los que se encontraban en el albergue, les apuntaron con sus armas y “pretendieron llevarse a los migrantes por la fuerza en camionetas sin logotipos oficiales, algunas de ellas sin placas de circulación”, lo que provocó que el personal del albergue y vecinos de la zona se opusieran a que se los llevaran.
El organismo detalló que “recibió la queja y procedió de inmediato a solicitar las medidas cautelares y envió personal al lugar de los hechos. Al enterarse que visitadores de la CNDH se dirigían a ese sitio, los presuntos elementos policiales dejaron a los migrantes y abandonaron el albergue”.
Hasta ahora la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha recabado los testimonios de directivos de la Pastoral de la Movilidad Humana, que es la encargada de coordinar el albergue, de los agraviados y de vecinos del lugar.
La Dimensión Pastoral de Movilidad Humana, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, pidió a las autoridades estatales y federales investigar el allanamiento realizado el viernes por presuntos policías federales a la Casa del Migrante San Juan Diego, que da asistencia a indocumentados centroamericanos.
Ante lo ocurrido, el organismo solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública federal medidas cautelares para el personal y los migrantes que están en el Albergue San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que se localiza en Lechería, Tultitlán, Estado de México, “con la finalidad de prevenir la comisión de hechos de difícil o imposible reparación, luego de que presuntos elementos de la Policía Federal allanaron dicho albergue”.
De acuerdo con la queja que recibió el organismo, el viernes pasado, alrededor de las 14:30 horas, “personas con uniformes de la Policía Federal, con el rostro cubierto y armas largas, ingresaron al albergue sin orden judicial”.
Los presuntos policías federales agredieron verbal y físicamente a los que se encontraban en el albergue, les apuntaron con sus armas y “pretendieron llevarse a los migrantes por la fuerza en camionetas sin logotipos oficiales, algunas de ellas sin placas de circulación”, lo que provocó que el personal del albergue y vecinos de la zona se opusieran a que se los llevaran.
El organismo detalló que “recibió la queja y procedió de inmediato a solicitar las medidas cautelares y envió personal al lugar de los hechos. Al enterarse que visitadores de la CNDH se dirigían a ese sitio, los presuntos elementos policiales dejaron a los migrantes y abandonaron el albergue”.
Hasta ahora la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha recabado los testimonios de directivos de la Pastoral de la Movilidad Humana, que es la encargada de coordinar el albergue, de los agraviados y de vecinos del lugar.
La Dimensión Pastoral de Movilidad Humana, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, pidió a las autoridades estatales y federales investigar el allanamiento realizado el viernes por presuntos policías federales a la Casa del Migrante San Juan Diego, que da asistencia a indocumentados centroamericanos.
Silvia Otero y Juan Manuel Barrera, El Universal, 4 de julio.
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