Crece expectativa de que el gobierno cubano libere a opositores encarcelados

La Habana, 5 de julio. El canciller español, Miguel Ángel Moratinos, definió hoy como objetivos de su viaje a Cuba “acompañar” el diálogo entre la Iglesia católica y el gobierno y “obtener resultados” en materia de derechos humanos en la isla, lo que alimentó la expectativa de una liberación de opositores presos.

Esa eventualidad también se fortaleció con informes procedentes de prisiones, según los cuales se han hecho exámenes médicos y tomado fotografías a unos 30 o 40 disidentes, a quienes se ha preguntado si en caso de ser liberados pensarían en emigrar, a qué país y con qué familiares.

“Son procedimientos inusuales que se hacen cuando hay excarcelaciones”, expresó a La Jornada Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, quien ha recabado esos reportes.

Guillermo Fariñas, en ayuno de alimentos sólidos desde hace más de cuatro meses y atendido con nutrientes en terapia intensiva en un hospital de Santa Clara (centro), ratificó su movimiento por la liberación de los 25 opositores presos más enfermos y reconoció el trabajo de los médicos para salvarle la vida, pero advirtió: “Consciente estoy de mi próximo fallecimiento”.

Moratinos era esperado esta noche en La Habana y el martes por la mañana se entrevistará con su colega cubano Bruno Rodríguez, pero aún no estaba fijada la cita con el cardenal Jaime Ortega. En Madrid, el canciller español aseveró a la prensa que también espera reunirse con el presidente Raúl Castro, como hizo en su visita anterior, en octubre de 2009.

Reflejando la expectativa de la Unión Europea (UE), el vicecanciller italiano Vincenzo Scotti expresó hoy el “vivo deseo de nuevos gestos concretos” en favor de los opositores en la isla. El portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero, comentó que su país sigue “con gran interés todas las iniciativas” para lograr dichas liberaciones.

Nuevo escenario
La eventualidad de la salida de presos surge del nuevo escenario, creado por el diálogo entre Iglesia y gobierno. España converge con su línea de entendimiento con la isla, sostenida durante los seis años del mandato del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y vivamente defendida por Moratinos.

La política hacia Cuba es “perseverante, dialogante”, señaló en Madrid el ministro español, y precisó que de esa forma busca favorecer reformas y “mejorar la situación de los derechos humanos” en la isla.

Bajo el nuevo escenario, dos opositores fueron liberados, otros 12 reubicados a cárceles cercanas a sus casas y cesaron los actos hostiles contra las Damas de Blanco (familiares de presos). España logró posponer para septiembre una decisión europea sobre la Posición Común, que condiciona la cooperación a una reforma política en Cuba. Madrid quiere derogar esa fórmula y remplazarla por un trato amistoso, pero otros miembros de la UE insisten en mantenerla como presión para inducir cambios en la isla.

Los ministros de Exteriores de España y Cuba se reunieron en París el pasado 10 de junio. Horas más tarde, en Roma, Rodríguez Zapatero visitó al papa Benedicto XVI y luego el presidente y el canciller español hablaron con otros dignatarios del Vaticano, entre ellos el canciller Dominique Mamberti, quien más tarde viajó a la isla.

De esa forma se ha tejido el hilo diplomático entre Madrid, El Vaticano y La Habana, paralelamente al diálogo entre el clero y las autoridades cubanas.

Fariñas
Moratinos informó que en su viaje no verá a Fariñas, pero manifestó su deseo porque el activista abandone la protesta: “La respetamos, es legítimo, es un derecho individual, pero creemos que de lo que él buscaba ya puede sentirse satisfecho. Lo que tiene que hacer es trabajar como todos hacemos para mejorar la situación de los derechos humanos” en Cuba.

Fariñas, inmovilizado por el trombo que tiene en las venas del cuello, dictó una declaración, en la cual dijo que confía en el equipo médico que lo atiende, al que mencionó en detalle. Con esa misma atención, agregó el activista, se hubiera salvado Orlando Zapata Tamayo, opositor prisionero que falleció en febrero pasado tras 82 días en huelga de hambre.

En el texto, difundido por su vocera, Licet Zamora, Fariñas tácitamente anunció que seguirá su movimiento, pues reiteró que trata de “salvar la vida” a los 25 presos cuya liberación reclama.

Preparativos en cárceles
Elizardo Sánchez estimó que los movimientos en los penales “no son más que amagos y cualquier cosa puede frenar el proceso”. Pero aludiendo a una posible liberación masiva agregó que, “por ahora, todos van en la misma dirección”.

Sánchez difundió el lunes su habitual informe semestral sobre prisioneros por causas políticas. El reporte destacó que en este campo se han reducido las condenas largas, pero han aumentado las “detenciones arbitrarias de corta duración”, a menudo por horas.

El informe incluyó una lista de 167 presos “por motivos políticos o político-sociales”, la cifra más baja en medio siglo en Cuba. El gobierno rechaza la existencia de presos políticos y a los opositores detenidos los considera “mercenarios” al servicio de Estados Unidos.
Gerardo Arreola, La Jornada, 6 de julio.

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