El peso de la inseguridad

La guerra contra el narcotráfico, que concentra fuerzas federales en Chihuahua, Sinaloa, Durango y Tamaulipas —cuatro de los 12 estados que renovarán gubernaturas— también ha influido en el desarrollo del proceso.

La elección de candidatos, para evitar desde las instituciones la infiltración de cuadros delictivos, hasta la integración de los funcionarios de casilla tuvieron contratiempos. Los recurrentes enfrentamientos entre grupos del narcotráfico y en contra de Fuerzas Armadas, condicionan el ánimo de los ciudadanos.

Ayer se reportó que 15 urnas en seis municipios serranos de Sinaloa no serán instaladas por condiciones de inseguridad. Durante la madrugada estallaron dos bombas molotov en la casa de campaña del candidato de la “Alianza para ayudar a la gente” al gobierno de Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón.

Dos ejecuciones en Tamaulipas enlutaron el proceso y activaron sistemas emergentes de seguridad en todos los estados que tienen elecciones. Primero con el asesinato del aspirante albiazul al municipio de Valle Hermoso y hace seis días con la emboscada y muerte de Rodolfo Torre Cantú, candidato a la gubernatura por el PRI.

En ese estado, dos centenares de funcionarios de casillas renunciaron a la encomienda por considerar que no existen condiciones de seguridad para llevar a cabo su labor.

En Hidalgo, ocho elementos de la Policía Federal custodian a la candidata Xóchitl Gálvez, ante presuntas amenazas y la denuncia de su equipo de campaña que ha detectado a gente armada siguiendo el convoy de la ex funcionaria.
El Universal, 4 de julio.

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