El senador panista Santiago Creel afirmó que los resultados de las elecciones de este 4 de julio significan que el PRI “se desPeñó” al perder Oaxaca, Sinaloa y Puebla, y “ante ese despeñadero”, la oposición debe ir en alianza nuevamente el próximo año para enfrentar el proceso electoral en el estado de México.
Entrevistado en la ciudad de Aguascalientes, Creel Miranda sostuvo que “al PRI se le cayó el castillo de naipes” que venía construyendo para 2011 y 2012. Es claro que el triunfo de la coalición PAN-PRD en tres estados y los resultados tan apretados en Durango, dijo, pone a todos los partidos en plena competencia electoral, con posibilidades reales de triunfo.
A su juicio, falló la “comentocracia” y los intentos por desacreditar las alianzas con el argumento del aceite y el agua, es decir, izquierdas y derechas, no funcionan. “La gente lo avaló con su voto muy claramente en los tres estados más importantes donde contendimos en coalición y ganamos”.
México, insistió, no puede seguir con gobiernos de minoría o apoyados por una sola fuerza, sino que se requieren mayorías con las fuerzas posibles, lo que debe hacerse en el proceso para el cambio de gobernador en el estado de México. “Es claro que el PRI se desPeñó en Oaxaca, en Puebla y en Sinaloa, y que este despeñadero nos pone a todos los demás partidos en plena competencia”, expresó.
En la ciudad de México, el diputado priísta Jorge Carlos Ramírez Marín reconoció que “duele perder Oaxaca y Puebla. (Aunque) hay motivos de tranquilidad y alegría”.
Aseguró que sería un error no ver como un peligro una posible alianza entre el PAN y el PRD para las elecciones en el estado de México, pero “vamos a ver qué evaluación hacen los verdaderos perredistas (del resultado de las alianzas)”.
Su correligionario Arturo Zamora Jiménez señaló por su parte que el PRI se alza como la primera fuerza a escala nacional. “Si bien es cierto que en algunos casos hemos perdido espacios, también lo es que hemos recuperado otros”.
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, llamó a su vez a los partidos políticos a respetar los triunfos que declaren las autoridades electorales y a no abrir nuevas heridas, porque todavía no cierran las de los comicios de 2006. “En general debemos darnos por satisfechos porque no hubo violencia”, dijo.
Académicos especialistas en política manifestaron que la baja asistencia de electores y los resultados de la votación evidencian el “repudio” de la población a la clase gobernante, a la política económica y de seguridad, y al “fracaso” de las alianzas “pragmáticas” entre los partidos políticos.
Carlos Aguirre, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que “es preocupante la crisis de la vía electoral como mecanismo de manifestación del descontento popular”. Alfredo Islas, del Tecnológico de Monterrey, señaló que pese a los discursos triunfalistas de los partidos, “los grandes ganadores” fueron el abstencionismo y el miedo a sufragar.
Con información de Alma Muñoz y Gabriel León
Entrevistado en la ciudad de Aguascalientes, Creel Miranda sostuvo que “al PRI se le cayó el castillo de naipes” que venía construyendo para 2011 y 2012. Es claro que el triunfo de la coalición PAN-PRD en tres estados y los resultados tan apretados en Durango, dijo, pone a todos los partidos en plena competencia electoral, con posibilidades reales de triunfo.
A su juicio, falló la “comentocracia” y los intentos por desacreditar las alianzas con el argumento del aceite y el agua, es decir, izquierdas y derechas, no funcionan. “La gente lo avaló con su voto muy claramente en los tres estados más importantes donde contendimos en coalición y ganamos”.
México, insistió, no puede seguir con gobiernos de minoría o apoyados por una sola fuerza, sino que se requieren mayorías con las fuerzas posibles, lo que debe hacerse en el proceso para el cambio de gobernador en el estado de México. “Es claro que el PRI se desPeñó en Oaxaca, en Puebla y en Sinaloa, y que este despeñadero nos pone a todos los demás partidos en plena competencia”, expresó.
En la ciudad de México, el diputado priísta Jorge Carlos Ramírez Marín reconoció que “duele perder Oaxaca y Puebla. (Aunque) hay motivos de tranquilidad y alegría”.
Aseguró que sería un error no ver como un peligro una posible alianza entre el PAN y el PRD para las elecciones en el estado de México, pero “vamos a ver qué evaluación hacen los verdaderos perredistas (del resultado de las alianzas)”.
Su correligionario Arturo Zamora Jiménez señaló por su parte que el PRI se alza como la primera fuerza a escala nacional. “Si bien es cierto que en algunos casos hemos perdido espacios, también lo es que hemos recuperado otros”.
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, llamó a su vez a los partidos políticos a respetar los triunfos que declaren las autoridades electorales y a no abrir nuevas heridas, porque todavía no cierran las de los comicios de 2006. “En general debemos darnos por satisfechos porque no hubo violencia”, dijo.
Académicos especialistas en política manifestaron que la baja asistencia de electores y los resultados de la votación evidencian el “repudio” de la población a la clase gobernante, a la política económica y de seguridad, y al “fracaso” de las alianzas “pragmáticas” entre los partidos políticos.
Carlos Aguirre, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que “es preocupante la crisis de la vía electoral como mecanismo de manifestación del descontento popular”. Alfredo Islas, del Tecnológico de Monterrey, señaló que pese a los discursos triunfalistas de los partidos, “los grandes ganadores” fueron el abstencionismo y el miedo a sufragar.
Con información de Alma Muñoz y Gabriel León
Andrea Becerril y Claudio Bañuelos, La Jornada, 6 de julio.
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