Quito, 24 de julio. La ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela activó los mecanismos regionales de resolución de conflictos con la reacción de varios gobiernos y el anuncio de mediación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que convocó a una reunión extraordinaria de cancilleres el próximo jueves 29 para abordar la crisis.
El encuentro es coordinado por el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, a instancias del presidente Rafael Correa –quien ocupa la presidencia pro témpore del organismo–, luego de que Venezuela solicitó una cita de “emergencia” para “denunciar las graves agresiones” de Bogotá contra Caracas.
El canciller señaló: “la agenda propuesta abordará como puntos principales la ruptura de relaciones entre Venezuela y Colombia y la adopción de mecanismos que posibiliten el fortalecimiento del diálogo y la paz en la región”. A su vez, el presidente Correa planteó la posibilidad de convocar a una reunión de mandatarios de la organización regional.
Venezuela rompió nexos con Colombia el jueves pasado y un día después la Unasur anunció que su secretario general, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, se reunirá el 5 de agosto en Caracas con el mandatario Hugo Chávez y luego en Bogotá con el saliente Álvaro Uribe y el electo Juan Manuel Santos.
Kirchner se reunirá antes con Santos en Buenos Aires, el lunes 26 de julio, para abordar el tema de la crisis, informaron en Argentina fuentes próximas al secretario general de la Unasur.
En tanto, Chávez insistió en que Estados Unidos estaría preparando “una fuerza de contención” para apoyar una eventual agresión contra Venezuela, el asesinato del presidente o su derrocamiento, tras advertir de un “movimiento sorpresivo de la flota yanqui a Costa Rica”. Sin embargo, dijo que su país está “más acompañado que nunca” frente a cualquier ataque exterior.
Aseguró tener informes de un “amigo” en Estados Unidos, de que Washington ha decidido involucrarse al considerar que “los colombianos no podrían ejecutar una operación en corto tiempo”. Apuntó que evalúan la reacción de las guerrillas colombianas y se preguntan también lo que harían Cuba y Nicaragua en caso de que Venezuela fuera agredida.
El gobierno de Colombia, elcual sostiene que hay guerrilleros colombianos operando desde Venezuela, insistió el viernes en que la “respuesta” de Venezuela a sus denuncias fue cortar los lazos bilaterales, cuando lo que se requiere es “un mecanismo específico para que se resuelva el tema de fondo y haya cooperación eficaz en la lucha contra el terrorismo”.
El encuentro es coordinado por el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, a instancias del presidente Rafael Correa –quien ocupa la presidencia pro témpore del organismo–, luego de que Venezuela solicitó una cita de “emergencia” para “denunciar las graves agresiones” de Bogotá contra Caracas.
El canciller señaló: “la agenda propuesta abordará como puntos principales la ruptura de relaciones entre Venezuela y Colombia y la adopción de mecanismos que posibiliten el fortalecimiento del diálogo y la paz en la región”. A su vez, el presidente Correa planteó la posibilidad de convocar a una reunión de mandatarios de la organización regional.
Venezuela rompió nexos con Colombia el jueves pasado y un día después la Unasur anunció que su secretario general, el ex presidente argentino Néstor Kirchner, se reunirá el 5 de agosto en Caracas con el mandatario Hugo Chávez y luego en Bogotá con el saliente Álvaro Uribe y el electo Juan Manuel Santos.
Kirchner se reunirá antes con Santos en Buenos Aires, el lunes 26 de julio, para abordar el tema de la crisis, informaron en Argentina fuentes próximas al secretario general de la Unasur.
En tanto, Chávez insistió en que Estados Unidos estaría preparando “una fuerza de contención” para apoyar una eventual agresión contra Venezuela, el asesinato del presidente o su derrocamiento, tras advertir de un “movimiento sorpresivo de la flota yanqui a Costa Rica”. Sin embargo, dijo que su país está “más acompañado que nunca” frente a cualquier ataque exterior.
Aseguró tener informes de un “amigo” en Estados Unidos, de que Washington ha decidido involucrarse al considerar que “los colombianos no podrían ejecutar una operación en corto tiempo”. Apuntó que evalúan la reacción de las guerrillas colombianas y se preguntan también lo que harían Cuba y Nicaragua en caso de que Venezuela fuera agredida.
El gobierno de Colombia, elcual sostiene que hay guerrilleros colombianos operando desde Venezuela, insistió el viernes en que la “respuesta” de Venezuela a sus denuncias fue cortar los lazos bilaterales, cuando lo que se requiere es “un mecanismo específico para que se resuelva el tema de fondo y haya cooperación eficaz en la lucha contra el terrorismo”.
La Jornada, 25 de julio.
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