La alianza PAN-PRD fue un éxito y logró vencer al PRI en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, aunque con candidatos que no pertenecen ni al blanquiazul ni al sol azteca, en tres elecciones que previsiblemente terminarán en el Tribunal Electoral.
La apuesta de los aliados PAN-PRD de ganar al PRI postulando a ex priistas en Sinaloa y Puebla logró cerrar la elección en dichas entidades, mientras que en Oaxaca Gabino Cué fortalece al partido Convergencia.
En Puebla, el candidato vinculado a Elba Esther Gordillo, Rafael Moreno Valle, logró una votación histórica para la oposición, donde las encuestadoras de salida no pudieron ofrecer tendencias.
En Sinaloa, otra de las grandes apuestas de la alianza PAN-PRD y donde también fue postulado un ex priista, Mario López Valdés, se vivió ayer una elección cerrada, también sin tendencias claras en las encuestas de salida.
Sin embargo, la coalición PAN-PRD para enfrentar al PRI en Durango e Hidalgo no bastó para arrebatarle el triunfo en las elecciones de este domingo. Mientras en Tlaxcala, donde hubo alianza de facto —porque la candidata del PRD, Minerva Hernández, declinó en favor de la panista Adriana Dávila—, tampoco pudieron ganar al PRI, a pesar de que gobernaban, porque según las cifras preliminares tenía una ventaja significativa en la elección de gobernador.
En Oaxaca se repitió la historia de hace seis años con resultados muy cerrados, e incluso con el mismo candidato, Gabino Cué, quien quedó en 2004 a 2.6 puntos frente al hoy gobernador Ulises Ruiz. De esta manera, aunque lo postularon también PRD, PAN y PT, Gabino Cué posiciona a Convergencia, del cual es militante, y vuelve a demostrar su presencia en la entidad.
El gobernador Ulises Ruiz se convirtió en un factor que no pudo cohesionar al priismo, en una de las entidades emblemáticas del tricolor, con 416 municipios de usos y costumbres. Ruiz fue uno de los gobernadores del PRI cuyas conversaciones telefónicas fueron reveladas en semanas pasadas.
Otro personaje que se vio debilitado es Mario Marín –de quien también se difundieron conversaciones telefónicas– porque el candidato del PRI no logró la ventaja de 13.6 por ciento que hace seis años alcanzó en la entidad con el quinto padrón de votantes a nivel nacional, el segundo más grande disputado ayer después de Veracruz –entidad con el tercer padrón en importancia a nivel nacional, pero que mantuvo el PRI–.
De las cinco alianzas PAN-PRD dos en definitiva no lograron desbancar al PRI, ya que en Durango, Jorge Herrera Caldera obtuvo de acuerdo con las cifras preliminares un holgado triunfo sobre el ex priista José Rosas Aispuro. Mientras en Hidalgo, el priista Francisco Olvera tenía una amplia ventaja sobre la candidata de la coalición PAN-PRD-Convergencia-PT, Xóchitl Gálvez.
En Tlaxcala hubo alianza de facto, media hora después del cierre de casillas, Adriana Dávila Fernández y Minerva Hernández ofrecieron conferencia de prensa en la que la panista se declaró ganadora.
México • Lorena López, Milenio, 5 de julio.
La apuesta de los aliados PAN-PRD de ganar al PRI postulando a ex priistas en Sinaloa y Puebla logró cerrar la elección en dichas entidades, mientras que en Oaxaca Gabino Cué fortalece al partido Convergencia.
En Puebla, el candidato vinculado a Elba Esther Gordillo, Rafael Moreno Valle, logró una votación histórica para la oposición, donde las encuestadoras de salida no pudieron ofrecer tendencias.
En Sinaloa, otra de las grandes apuestas de la alianza PAN-PRD y donde también fue postulado un ex priista, Mario López Valdés, se vivió ayer una elección cerrada, también sin tendencias claras en las encuestas de salida.
Sin embargo, la coalición PAN-PRD para enfrentar al PRI en Durango e Hidalgo no bastó para arrebatarle el triunfo en las elecciones de este domingo. Mientras en Tlaxcala, donde hubo alianza de facto —porque la candidata del PRD, Minerva Hernández, declinó en favor de la panista Adriana Dávila—, tampoco pudieron ganar al PRI, a pesar de que gobernaban, porque según las cifras preliminares tenía una ventaja significativa en la elección de gobernador.
En Oaxaca se repitió la historia de hace seis años con resultados muy cerrados, e incluso con el mismo candidato, Gabino Cué, quien quedó en 2004 a 2.6 puntos frente al hoy gobernador Ulises Ruiz. De esta manera, aunque lo postularon también PRD, PAN y PT, Gabino Cué posiciona a Convergencia, del cual es militante, y vuelve a demostrar su presencia en la entidad.
El gobernador Ulises Ruiz se convirtió en un factor que no pudo cohesionar al priismo, en una de las entidades emblemáticas del tricolor, con 416 municipios de usos y costumbres. Ruiz fue uno de los gobernadores del PRI cuyas conversaciones telefónicas fueron reveladas en semanas pasadas.
Otro personaje que se vio debilitado es Mario Marín –de quien también se difundieron conversaciones telefónicas– porque el candidato del PRI no logró la ventaja de 13.6 por ciento que hace seis años alcanzó en la entidad con el quinto padrón de votantes a nivel nacional, el segundo más grande disputado ayer después de Veracruz –entidad con el tercer padrón en importancia a nivel nacional, pero que mantuvo el PRI–.
De las cinco alianzas PAN-PRD dos en definitiva no lograron desbancar al PRI, ya que en Durango, Jorge Herrera Caldera obtuvo de acuerdo con las cifras preliminares un holgado triunfo sobre el ex priista José Rosas Aispuro. Mientras en Hidalgo, el priista Francisco Olvera tenía una amplia ventaja sobre la candidata de la coalición PAN-PRD-Convergencia-PT, Xóchitl Gálvez.
En Tlaxcala hubo alianza de facto, media hora después del cierre de casillas, Adriana Dávila Fernández y Minerva Hernández ofrecieron conferencia de prensa en la que la panista se declaró ganadora.
México • Lorena López, Milenio, 5 de julio.
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