“Hice lo que tenía que hacer... Dios dirá”

OAXACA. Ya en la oscuridad, sin los aplausos, en su vehículo, Eviel Pérez Magaña dejó de sonreír. Segundos antes, el oráculo al que habían esperado, se manifestó. La anhelada encuesta indicaba que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) estaba ocho puntos abajo del abanderado Gabino Cué Monteagudo.

Llegaban hasta ahí los estallidos de los fuegos artificiales y el grito: “¡Ya cayó, Ulises ya cayó!”.

Uno de los más cercanos a Pérez Magaña decía con la voz quebrada: “Tranquilos, tranquilos, esto no se acaba hasta que se acaba”, pero quienes le escuchaban mantenían los gestos sombríos.

Las ocho y media de la noche. El aspirante priísta terminaba el muy breve mensaje ante los medios de comunicación. Dijo que sus indicadores en todas las regiones le daban la ventaja, pero agregó que esperaría a tener todas las actas para confirmar su victoria.

Casi siete horas antes, en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, Eviel Pérez dijo al cronista de EL UNIVERSAL: “Mira, yo hice todo lo que tenía que hacer. Y lo hice bien, de buena fe. Ya de lo que pase... Dios dirá”. Paseaba con su esposa Gabriela y con sus hijos. Había quienes se acercaban a saludarlo. Alguien le dijo: “Señor gobernador”, simplemente contestó: “Gracias, por su confianza”.

Se le veía tranquilo. Platicaba que la noche anterior fue al cine, vio Toy Story 3. Y que después de votar en Tuxtepec su mamá lo chiqueó, le dio para desayunar consomé de rancho y entomatadas.

“Bueno, pues ahora a esperar”, se despidió cerca del convento de Santo Domingo, después de la caminata de una hora. En esos momentos, en la sede estatal priísta de la entidad, convertida en búnker, llegaban a las 25 computadoras los primeros datos. “¡Vamos cuatro puntos arriba!”, confió Adolfo Toledo, presidente de su partido en el estado.

Pasó el tiempo. En la casa de campaña y en el hogar del candidato se conoció el resultado de la primera de las encuestas de salida de un canal de la televisión que daba a Gabino Cué como triunfador. Llegó entonces la incertidumbre acompañada por la preocupación. Desde ese momento, la fe se manifestó en una frase: “Esperamos a que salga Roy Campos con la encuesta de Consulta”.

Pero era inocultable que la sombra de la derrota se apoderaba del cuartel general del PRI. Casi todos estaban atentos a las pantallas de las computadoras y los celulares. Fue en esos momentos cuando se decidió que Eviel Pérez Magaña saliera a dar su mensaje, a decir que tenía ventaja. Así lo hizo.

Antes de retirarse, con sus acompañantes Eviel Pérez posó para las fotografías con los brazos en alto. Pero cuando salió a la calle, oscura, alguien le dijo que el oráculo se había manifestado. Y las noticias eran malas...
Fidel Samaniego en Oaxaca, El Universal, 5 de julio.

0 Responses to "“Hice lo que tenía que hacer... Dios dirá”"