“No hay perversión ni antidemocracia en las alianzas electorales, sino convencimiento y unión de que la población demanda un cambio”, afirmó el diputado perredista Nazario Norberto Sánchez, quien llamó al PRI a dejar a un lado “la guerra sucia y sus acusaciones infundadas” contra las coaliciones.
“Debemos apostar a la unidad nacional y dejar atrás las descalificaciones, acusaciones y amenazas por perder tal o cual gobierno”, dijo en relación a las descalificaciones vertidas por el PRI contra esas alianzas opositoras.
Manifestó que esta fórmula ya está poniendo de nervios a los priistas, porque les preocupa el futuro proceso electoral de 2011, donde estará en juego el Gobierno del Estado de México, entre otros, el cual siempre ha considerado como su territorio.
Nazario Norberto criticó que en Oaxaca, Puebla y Sinaloa apuestan a la ruptura de acuerdos y pactos entre el PAN y el PRD para desilusionar a los votantes, pero “la realidad es que vigilaremos que eso no suceda y también de que nuestros adversarios políticos no orquesten campañas de difamación y fabricación de pruebas falsas para el propósito”.
Por separado, su colega perredista Mary Telma Guajardo Villarreal dijo que las alianzas electorales representaron “una estrategia acertada que permitió derrocar los cacicazgos en varios estados de la república”, en referencia particularmente a Oaxaca y Puebla.
Señaló que la misma estrategia pudiera ser viable para las elecciones en el Estado de México, Guerrero y Nayarit, “ya que la gente no desea lo mismo y esto es importante para el país”, por lo que los líderes nacionales del PRD y PAN deberán analizar dicha posibilidad.
Se le preguntó si esas alianzas no hacen al PRD perder identidad, y respondió que no, “porque quien gana es la ciudadanía, al final de cuentas los electores están fastidiados y hartos de los caciques, y al posibilitar un cambio de gobierno, una alternancia diferente, quien gana es la ciudadanía”, subrayó.
“Debemos apostar a la unidad nacional y dejar atrás las descalificaciones, acusaciones y amenazas por perder tal o cual gobierno”, dijo en relación a las descalificaciones vertidas por el PRI contra esas alianzas opositoras.
Manifestó que esta fórmula ya está poniendo de nervios a los priistas, porque les preocupa el futuro proceso electoral de 2011, donde estará en juego el Gobierno del Estado de México, entre otros, el cual siempre ha considerado como su territorio.
Nazario Norberto criticó que en Oaxaca, Puebla y Sinaloa apuestan a la ruptura de acuerdos y pactos entre el PAN y el PRD para desilusionar a los votantes, pero “la realidad es que vigilaremos que eso no suceda y también de que nuestros adversarios políticos no orquesten campañas de difamación y fabricación de pruebas falsas para el propósito”.
Por separado, su colega perredista Mary Telma Guajardo Villarreal dijo que las alianzas electorales representaron “una estrategia acertada que permitió derrocar los cacicazgos en varios estados de la república”, en referencia particularmente a Oaxaca y Puebla.
Señaló que la misma estrategia pudiera ser viable para las elecciones en el Estado de México, Guerrero y Nayarit, “ya que la gente no desea lo mismo y esto es importante para el país”, por lo que los líderes nacionales del PRD y PAN deberán analizar dicha posibilidad.
Se le preguntó si esas alianzas no hacen al PRD perder identidad, y respondió que no, “porque quien gana es la ciudadanía, al final de cuentas los electores están fastidiados y hartos de los caciques, y al posibilitar un cambio de gobierno, una alternancia diferente, quien gana es la ciudadanía”, subrayó.
Luciano Franco, La Crónica, 8 de julio.
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