El ex mandatario cubano Fidel Castro reiteró ayer, por segundo día consecutivo, que comparte los puntos de vista del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador sobre México y expresó su confianza en que “más pronto que de lo que él (López Obrador) imagina, todo cambiará en México.
En la segunda parte de su reflexión titulada El gigante de las siete leguas, publicada este viernes en la prensa cubana, Castro abordó la crisis por los videoescándalos que protagonizó Carlos Ahumada en 2004 y aseguró que el empresario de origen argentino confirmó que fue un complot contra López Obrador de cara a las elecciones presidenciales de 2006, en las que el actual mandatario, Felipe Calderón, tuvo un cuestionado triunfo.
En esa estrategia contra el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, Ahumada involucró al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, al panista Diego Fernández de Cevallos y a altos funcionarios del gobierno del entonces presidente Vicente Fox Quesada, dijo el ex mandatario cubano, quien ayer cumplió 84 años de edad.
Ahumada Kurtz fue detenido en Cuba el 30 de marzo del 2004 y el 28 de abril fue extraditado a México a solicitud de las autoridades de este país, por su participación en el delito de fraude genérico, en el que estuvieron involucrados funcionarios del gobierno del Distrito Federal, como René Bejarano y Gustavo Ponce, en el caso de los videoescándalos.
“Salinas de Gortari y Fernández de Cevallos vieron los videos previamente y organizaron, con el secretario de Gobernación y el procurador General de la República del gobierno del presidente Fox, Santiago Creel y Rafael Macedo de la Concha respectivamente, la ejecución de la denuncia y su divulgación posterior, ofreciéndole a cambio apoyo económico en sus negocios y protección judicial para él y su familia”, denunció Fidel Castro.
“El objetivo fundamental, según declaró Ahumada, era dañar a López Obrador y al PRD, para debilitarlo como candidato a las elecciones presidenciales de 2006”, agregó el comandante.
Aseguró que una vez que se publicaron los videos, Salinas de Gortari, a través de su abogado Juan Collado y su ayudante personal Adán Ruiz, le dijeron a Ahumada que abandonara México y se refugiara en Cuba.
Castro Ruz aseguró que Cuba se vio involucrada en un tema del que “la alta dirección del país no estaba informada” y que tuvieron que enviar funcionarios a México para que aclararan a dirigentes políticos (PRD, PRD, PT, Convergencia) que nada tenían que ver en el caso y evitar que envolvieran al gobierno cubano “en cosas sucias”.
Le aseguró a Andrés Manuel López Obrador que “en primer lugar, nosotros ni estamos en ningún complot contra él, ni ninguna conspiración contra él, ni estamos coaligados con nadie para hacerle daño”.
El comandante explicó que comprendía perfectamente la desconfianza del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal porque “había sido traicionado por personas que creía honestas y esas circunstancias fueron aprovechadas por los que estaban dispuestos a clavarle un puñal”.
Además, detalló que en esa época se encontraba en Cuba Salinas de Gortari, al que calificó como “hombre sumamente hábil, (que) sabía mover todas las fichas como un experto en ajedrez, con talento muy por encima de los que lo rodeaban”.
En la segunda parte de su reflexión titulada El gigante de las siete leguas, publicada este viernes en la prensa cubana, Castro abordó la crisis por los videoescándalos que protagonizó Carlos Ahumada en 2004 y aseguró que el empresario de origen argentino confirmó que fue un complot contra López Obrador de cara a las elecciones presidenciales de 2006, en las que el actual mandatario, Felipe Calderón, tuvo un cuestionado triunfo.
En esa estrategia contra el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, Ahumada involucró al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, al panista Diego Fernández de Cevallos y a altos funcionarios del gobierno del entonces presidente Vicente Fox Quesada, dijo el ex mandatario cubano, quien ayer cumplió 84 años de edad.
Ahumada Kurtz fue detenido en Cuba el 30 de marzo del 2004 y el 28 de abril fue extraditado a México a solicitud de las autoridades de este país, por su participación en el delito de fraude genérico, en el que estuvieron involucrados funcionarios del gobierno del Distrito Federal, como René Bejarano y Gustavo Ponce, en el caso de los videoescándalos.
“Salinas de Gortari y Fernández de Cevallos vieron los videos previamente y organizaron, con el secretario de Gobernación y el procurador General de la República del gobierno del presidente Fox, Santiago Creel y Rafael Macedo de la Concha respectivamente, la ejecución de la denuncia y su divulgación posterior, ofreciéndole a cambio apoyo económico en sus negocios y protección judicial para él y su familia”, denunció Fidel Castro.
“El objetivo fundamental, según declaró Ahumada, era dañar a López Obrador y al PRD, para debilitarlo como candidato a las elecciones presidenciales de 2006”, agregó el comandante.
Aseguró que una vez que se publicaron los videos, Salinas de Gortari, a través de su abogado Juan Collado y su ayudante personal Adán Ruiz, le dijeron a Ahumada que abandonara México y se refugiara en Cuba.
Castro Ruz aseguró que Cuba se vio involucrada en un tema del que “la alta dirección del país no estaba informada” y que tuvieron que enviar funcionarios a México para que aclararan a dirigentes políticos (PRD, PRD, PT, Convergencia) que nada tenían que ver en el caso y evitar que envolvieran al gobierno cubano “en cosas sucias”.
Le aseguró a Andrés Manuel López Obrador que “en primer lugar, nosotros ni estamos en ningún complot contra él, ni ninguna conspiración contra él, ni estamos coaligados con nadie para hacerle daño”.
El comandante explicó que comprendía perfectamente la desconfianza del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal porque “había sido traicionado por personas que creía honestas y esas circunstancias fueron aprovechadas por los que estaban dispuestos a clavarle un puñal”.
Además, detalló que en esa época se encontraba en Cuba Salinas de Gortari, al que calificó como “hombre sumamente hábil, (que) sabía mover todas las fichas como un experto en ajedrez, con talento muy por encima de los que lo rodeaban”.
El Universal, 14 de agosto.
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