Divide legalizar drogas

La legalización de las drogas dividió ayer a los líderes nacionales del PAN, César Nava, y del PRD, Jesús Ortega; mientras que la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, evadió el debate.

Nava expresó su rotundo rechazo a la medida al considerar que incrementar el consumo no frenaría otras actividades delictivas de los grupos criminales y convertiría a México en un estado "paria".

"En Acción Nacional estimamos que la posible legalización de las drogas ilícitas sería y representaría únicamente una puerta falsa, una falsa salida", sostuvo en el marco del foro "Diálogo por la Seguridad" organizado por el Presidente Felipe Calderón.

Afirmó que la despenalización no solucionaría el fenómeno del crimen organizado, ya que éste ha ampliado su espectro de operación a otras actividades para financiarse, como la extorsión, el secuestro y el cobro de derechos de piso.

Ortega apoyó la despenalización haciendo un símil con la estrategia que siguió Estados Unidos para eliminar el mercado negro de licor.

"Hay que quitarle valor al negocio del tráfico de estupefacientes, y eso se logra, entre otras medidas, cuando menos así lo dice la experiencia con su legalización.

"No es cierto que Elliot Ness y Los Intocables vencieron a la mafia traficante de licor, esa es la versión de Hollywood. No, a los traficantes de licor en los Estados Unidos, igual de despiadados, igual de violentos que los narcotraficantes de estupefacientes, los venció la legalización del consumo de alcohol", afirmó.

Paredes no quiso entrarle al debate e incluso llamó a que el tema no se convierta en otro tema de polarización política.

Ante las posiciones de los líderes nacionales, Calderón ratificó su oposición al argumentar que hacerlo causaría un aumento masivo de estupefacientes en el mercado.

"Aumentaría el consumo. Y la pregunta es si el país está dispuesto a, en aras de la política criminal, dejar, simplemente, en manos de las adicciones a millones de jóvenes y adolescentes. Yo considero que no debe ser así.

"En consecuencia, lo que tendríamos en México de una legalización así, es, todos los inconvenientes, incluyendo la pérdida masiva de varias generaciones de jóvenes y adolescentes", explicó Calderón.
Carole SImonnet y Érika Hernández, Reforma, 11 de agosto.

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