LA HABANA.- Fidel Castro rechazó ayer que Cuba haya colaborado en conspiración alguna contra Andrés Manuel López Obrador, en 2004, y consideró que la isla también fue "víctima" en el caso del empresario Carlos Ahumada y los videoescándalos que mostraron a colaboradores de López Obrador, recibiendo sobornos.
"El objetivo fundamental (de las grabaciones), según declaró Ahumada, era dañar a López Obrador y al PRD, para debilitarlo como candidato a las elecciones presidenciales de 2006", escribió Castro en la segunda parte de un artículo publicado la víspera, en el que además negó haber formado parte del complot contra el tabasqueño.
"Nosotros dijimos que él (Ahumada) había dicho que altos cargos estaban implicados en la planificación previa de todo. Él declaró que había objetivos y fines políticos. Es en México donde se tiene que investigar todo esto. No es nuestro objetivo", opinó.
El líder cubano precisó que Carlos Salinas de Gortari y otros altos funcionarios del Gobierno de Vicente Fox fueron quienes maquinaron el videoescándalo para frenar la carrera a la Presidencia de López Obrador.
"Salinas de Gortari y Fernández de Cevallos vieron los videos previamente y organizaron, con el Secretario de Gobernación y el Procurador General de la República del Gobierno del Presidente Fox, Santiago Creel y Rafael Macedo de la Concha respectivamente, la ejecución de la denuncia y su divulgación posterior, ofreciéndole a cambio apoyo económico en sus negocios y protección judicial para él y su familia", dijo Fidel en su texto.
El ex Mandatario también reveló que a Salinas se le permitió vivir en Cuba durante el sexenio de Ernesto Zedillo -aunque no invertir en la isla como él quería- luego que en 1994 el entonces Presidente Clinton lo designara mediador en un conflicto migratorio entre Cuba y Estados Unidos.
Pero Salinas, afirmó Castro, envió a Ahumada a Cuba sin consultar con las autoridades de la isla, por lo que respondiendo a la solicitud de INTERPOL, el empresario fue detenido y deportado a su país.
El ex Mandatario isleño recordó que el 2 de abril de 2004 instruyó al vicejefe del Departamento de Relaciones Internacional del Comité Central del Partido, José Arbesú, para que viajara a México junto con otro funcionario cubano para dejar clara, ante el Gobierno y el PRD, por separado, la posición del Gobierno de Cuba respecto al caso Ahumada.
"El objetivo fundamental (de las grabaciones), según declaró Ahumada, era dañar a López Obrador y al PRD, para debilitarlo como candidato a las elecciones presidenciales de 2006", escribió Castro en la segunda parte de un artículo publicado la víspera, en el que además negó haber formado parte del complot contra el tabasqueño.
"Nosotros dijimos que él (Ahumada) había dicho que altos cargos estaban implicados en la planificación previa de todo. Él declaró que había objetivos y fines políticos. Es en México donde se tiene que investigar todo esto. No es nuestro objetivo", opinó.
El líder cubano precisó que Carlos Salinas de Gortari y otros altos funcionarios del Gobierno de Vicente Fox fueron quienes maquinaron el videoescándalo para frenar la carrera a la Presidencia de López Obrador.
"Salinas de Gortari y Fernández de Cevallos vieron los videos previamente y organizaron, con el Secretario de Gobernación y el Procurador General de la República del Gobierno del Presidente Fox, Santiago Creel y Rafael Macedo de la Concha respectivamente, la ejecución de la denuncia y su divulgación posterior, ofreciéndole a cambio apoyo económico en sus negocios y protección judicial para él y su familia", dijo Fidel en su texto.
El ex Mandatario también reveló que a Salinas se le permitió vivir en Cuba durante el sexenio de Ernesto Zedillo -aunque no invertir en la isla como él quería- luego que en 1994 el entonces Presidente Clinton lo designara mediador en un conflicto migratorio entre Cuba y Estados Unidos.
Pero Salinas, afirmó Castro, envió a Ahumada a Cuba sin consultar con las autoridades de la isla, por lo que respondiendo a la solicitud de INTERPOL, el empresario fue detenido y deportado a su país.
El ex Mandatario isleño recordó que el 2 de abril de 2004 instruyó al vicejefe del Departamento de Relaciones Internacional del Comité Central del Partido, José Arbesú, para que viajara a México junto con otro funcionario cubano para dejar clara, ante el Gobierno y el PRD, por separado, la posición del Gobierno de Cuba respecto al caso Ahumada.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 14 de agosto.
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