WASHINGTON.— Con los vientos de las encuestas soplando en su contra, el fiscal general de Florida y candidato republicano a la gubernatura de ese estado, Bill McCollum, decidió ayer sacarse de la manga una iniciativa de ley contra la inmigración indocumentada, uno de los recursos más efectivos para evitar hundirse en las intenciones de voto.
“Arizona va a querer copiar esta ley”, dijo McCollum, un político interesado en remontar en los sondeos antes de las primarias del Partido Republicano antes del próximo 24 de agosto, cuando se medirá en las urnas frente a Rick Scott, un hombre de negocios y la fuerza detrás de la fallida campaña para derrotar la reforma sanitaria del presidente Barack Obama.
La iniciativa de ley propuesta por McCollum es una versión descafeinada de la SB1070 que decidió bloquear parcialmente una juez federal y sobre la que tendrá que pronunciarse el tribunal noveno de primera instancia en septiembre próximo. La legislación presentada por el fiscal general de Florida exigiría a la policía revisar el status migratorio de cualquier persona detenida. Además exigiría a las empresas del estado usar una base de datos nacional a fin de asegurarse de que sus empleados estén autorizados para trabajar en Estados Unidos.
En caso de aprobarse, la nueva ley estipularía además que toda persona que no sea ciudadana del país debe portar consigo la documentación apropiada, o de lo contrario enfrentar una posible condena de 20 días de cárcel.
“Por lo visto, McCollum ha echado mano de una medida a la desesperada para no quedarse atrás en las encuestas”, aseguró Jennifer Baker, la portavoz de la campaña de Rick Scott, al desvelar las intenciones de una iniciativa que, según analistas, no tiene muchas posibilidades de prosperar, pero que evidencia el ambiente de fervor antiinmigrante que la mayoría de los candidatos republicanos está explotando de cara a las elecciones primarias (tanto demócratas como republicanas) y las elecciones de medio término en noviembre próximo.
“Por lo visto los republicanos han decidido apostarle al caos en lugar de trabajar a favor de una reforma migratoria justa y comprensiva”, consideró Cheryl Little, de la organización proinmigrante, Florida Immigrant Advocacy Center.
Revelan cifras de indocumentados
La apuesta republicana coincidió ayer con la difusión de un estudio del Pew Hispanic Center, que indicó que sólo uno de cada diez niños en Estados Unidos es hijo de un padre indocumentado. El 79%, o cuatro de cada cinco niños de los 5.1 millones de hijos de padres indocumentados en EU tiene la nacionalidad norteamericana por haber nacido en el país.
El 8% de todos los bebés nacidos en 2008 en EU eran hijos de inmigrantes indocumentados, un porcentaje que dobla el de la población adulta sin papeles, que se calcula es un 4%, según el informe.
El Senado estadounidense votará hoy una ley de 600 millones de dólares para la seguridad fronteriza, en un paréntesis de su receso de agosto, se informó ayer. (Con información de agencias)
“Arizona va a querer copiar esta ley”, dijo McCollum, un político interesado en remontar en los sondeos antes de las primarias del Partido Republicano antes del próximo 24 de agosto, cuando se medirá en las urnas frente a Rick Scott, un hombre de negocios y la fuerza detrás de la fallida campaña para derrotar la reforma sanitaria del presidente Barack Obama.
La iniciativa de ley propuesta por McCollum es una versión descafeinada de la SB1070 que decidió bloquear parcialmente una juez federal y sobre la que tendrá que pronunciarse el tribunal noveno de primera instancia en septiembre próximo. La legislación presentada por el fiscal general de Florida exigiría a la policía revisar el status migratorio de cualquier persona detenida. Además exigiría a las empresas del estado usar una base de datos nacional a fin de asegurarse de que sus empleados estén autorizados para trabajar en Estados Unidos.
En caso de aprobarse, la nueva ley estipularía además que toda persona que no sea ciudadana del país debe portar consigo la documentación apropiada, o de lo contrario enfrentar una posible condena de 20 días de cárcel.
“Por lo visto, McCollum ha echado mano de una medida a la desesperada para no quedarse atrás en las encuestas”, aseguró Jennifer Baker, la portavoz de la campaña de Rick Scott, al desvelar las intenciones de una iniciativa que, según analistas, no tiene muchas posibilidades de prosperar, pero que evidencia el ambiente de fervor antiinmigrante que la mayoría de los candidatos republicanos está explotando de cara a las elecciones primarias (tanto demócratas como republicanas) y las elecciones de medio término en noviembre próximo.
“Por lo visto los republicanos han decidido apostarle al caos en lugar de trabajar a favor de una reforma migratoria justa y comprensiva”, consideró Cheryl Little, de la organización proinmigrante, Florida Immigrant Advocacy Center.
Revelan cifras de indocumentados
La apuesta republicana coincidió ayer con la difusión de un estudio del Pew Hispanic Center, que indicó que sólo uno de cada diez niños en Estados Unidos es hijo de un padre indocumentado. El 79%, o cuatro de cada cinco niños de los 5.1 millones de hijos de padres indocumentados en EU tiene la nacionalidad norteamericana por haber nacido en el país.
El 8% de todos los bebés nacidos en 2008 en EU eran hijos de inmigrantes indocumentados, un porcentaje que dobla el de la población adulta sin papeles, que se calcula es un 4%, según el informe.
El Senado estadounidense votará hoy una ley de 600 millones de dólares para la seguridad fronteriza, en un paréntesis de su receso de agosto, se informó ayer. (Con información de agencias)
Jaime Hernández, corresponsal, 12 de agosto.
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