La discriminación laboral se vuelve sutil

WASHINGTON.— Las empresas que revisan antecedentes policiales e informes de crédito al analizar los méritos de los candidatos a una plaza podrían estar incurriendo en prácticas discriminatorias hacia los hispanos y los negros.

La negativa a contratar a alguien por sus antecedentes penales o sus problemas de crédito es ilegal si tiene un impacto más grande entre las minorías raciales, según la Comisión para las Oportunidades de Igualdad en los Empleos (Equal Employment Opportunity Commission, o EEOC), el organismo gubernamental que vigila el cumplimiento de las leyes antidiscriminatorias. “Nos da la impresión de que el problema está aumentando porque la tecnología ahora permite revisar esta información con bastante facilidad”, declaró Carol Miaskoff, asesora legal de la EEOC.

Millones de adultos tienen antecedentes policiales —que abarcan desde beber siendo menor hasta homicidio— y a muchos de ellos les cuesta encontrar trabajo. Y cada vez más compañías tratan de evitar contratar a personas con mal crédito, alguna sentencia en su contra y otros problemas financieros, en momentos en que se incrementa la cantidad de gente afectada por la recesión. Una de ellas es Adrienne Hudson, madre soltera que dice que fue despedida de su empleo como conductora de autobuses en Oakland, California, cuando la empresa, First Transit, descubrió que había sido declarada culpable de fraude, siete años atrás. Hudson, quien hoy tiene 44 años, acudió a los tribunales, aduciendo que la empresa discrimina contra hispanos y negros, que tienen tasas de arrestos y condenas superiores a las de los blancos.

Un vocero de First Transit dijo que la firma no comenta casos pendientes.

“La gente se equivoca”, dijo Hudson, quien es negra. “Pero cuando corrigen sus errores, no tienen que ser castigados nuevamente fuera de los tribunales”.

Estadísticas del Departamento de Justicia indican que un 38% de la población carcelaria estadounidense es de raza negra y que la tasa de encarcelamientos de los hispanos es 2.3 veces más alta que la de los blancos.

EEOC sostiene que al analizar los antecedentes policiales hay que tomar en cuenta el tipo de trabajo, la gravedad de la infracción y el tiempo que ha pasado desde que fue cometida. Por ejemplo, tiene sentido que un banco descarte a alguien que hace poco cometió un desfalco, pero no a alguien que manejó borracho.

Las empresas tienden a ser más flexibles al analizar los antecedentes bancarios y descartan a los que tienen mal crédito sólo si buscan posiciones altas o si se trata de empleos donde se maneja dinero. Si en el proceso selectivo se descartan más negros e hispanos que blancos, el empleador debe demostrar cómo el antecedente bancario puede ser una llamada de alerta para el trabajo que se ofrece. Un 73% de las empresas grandes dicen que siempre revisan los antecedentes penales de un candidato y 19% afirma que lo hace sólo con ciertos candidatos, según un estudio de 2010 de la Society for Human Resource Management.

El año pasado, el EEOC radicó una demanda colectiva contra Freeman Companies, una firma planificadora de eventos de Dallas, aduciendo que la empresa discriminaba a negros, hispanos y hombres al descartar a candidatos con antecedentes policiales o mal crédito. Freeman negó la acusación.

En la actualidad, los archivos de datos disponibles y la aparición de empresas especializadas en revisar los antecedentes de una persona facilitan la obtención de información sobre los candidatos a un trabajo. Las empresas consideran estos pasos como una forma de evitar contratar gente indeseable. “Los problemas del pasado pueden ser un alerta, especialmente si ha habido delitos”, señaló Pamela Devata, abogada de Chicago que representa a empresas que tratan de cumplir con las normas del EEOC.

Ariela Migdal, una abogada de la Unión de Libertades Civiles (ACLU), dice que una persona puede tener una mancha que no tiene nada que ver con el trabajo para el que está siendo considerado y que, a veces, los archivos no reflejan el hecho de que se le retiraron las acusaciones a una persona o que una condena fue anulada.

“Hay gente que cometió alguna infracción hace tiempo y se rehabilitó. El antecedente no indica que hay mayores posibilidades de que cometa algún delito, de modo que es irracional usarlo contra esa persona”, subrayó .
Sam Hananel, El Universal, 15 de mayo.

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