BOGOTÁ (Agencias).— Un día después de que estallara un coche-bomba en la capital del país, que causó 36 heridos y daños materiales, el presidente Juan Manuel Santos dijo que un posible diálogo con grupos ilegales está descartado hasta en tanto esas organizaciones den muestras de querer la paz.
Santos indicó a la vez que cualquier gestión, ya sea dentro o fuera de Colombia, por parte de cualquier persona, quedaba “absolutamente desautorizada”.
“La llave del diálogo no la hemos botado al mar, pero la puerta está cerrada y se mantendrá cerrada hasta que quienes quieran dialogar de paz no demuestren en forma clara y fehaciente su verdadera voluntad”, dijo Santos en un discurso en la ciudad de Popayán, al suroeste del país.
Hasta “no tener una demostración muy clara de unas verdaderas intenciones de dialogar para buscar la paz, con hechos concretos como los que hemos mencionado: que liberen a los secuestrados, que dejen el terrorismo... hasta que no veamos eso, esa llave se mantendrá muy guardadita”, agregó Santos.
Sin mencionar a ninguna persona o país en particular —como Venezuela, que en el pasado abogó por un “plan de paz” para Colombia—, el mandatario destacó que “muchos han querido ofrecerse de intermediarios, muchos han querido insinuar que ellos podrían hacer una labor aquí o allá... muchas gracias, pero no. Ni en el exterior ni aquí en Colombia”.
“Queda absolutamente desautorizada toda gestión paralela, porque lo único que hace es alejarnos del objetivo, alejarnos de cualquier posibilidad de diálogo frente a la paz”, aseguró el mandatario.
Grupos como las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) constantemente han manifestado su disposición de dialogar con el gobierno un acuerdo de paz, tras más de 40 años de conflicto armado. Sin embargo, las negociaciones con distintas administraciones han fracasado.
Para mostrar su firmeza contra el terror, el gobierno de Santos ofreció una recompensa de 276 mil dólares por información que permita identificar y capturar a los autores del ataque del jueves frente a la sede de una cadena radial que fue condenado por varios países.
El presidente Santos hizo la oferta durante una ceremonia militar en el departamento del Cauca, en el suroeste del país, una de las regiones del país más golpeadas por la violencia de la guerrilla y del narcotráfico.
“Para que las autoridades sigan la investigación y encuentren, ojalá, a los responsables a la mayor brevedad posible, vamos a ofrecer una recompensa hasta de 500 millones de pesos (276 mil dólares), hasta 500 millones de pesos por información que nos lleve a capturar a los responsables”, dijo Santos. El mandatario aseguró que su gobierno aún no sabe quiénes fueron los responsables del ataque ni contra quién estaba dirigido.
Los analistas han destacado la prudencia del nuevo gobierno, que contrasta con la de su antecesor Álvaro Uribe, que casi siempre acusó a las FARC de la mayoría de los ataques, minutos u horas después de que ocurrieran.
Santos, un economista y administrador de 59 años, reiteró que enfrentará militarmente a los grupos armados ilegales responsables de este tipo de atentados. Algunos sectores interpretaron el ataque con el coche-bomba como una acción para silenciar a la prensa, por haberse perpetrado frente a la sede de la cadena radial Caracol. El ataque tambiéb afectó a la agencia EFE.
No descartan ninguna hipótesis
El ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, afirmó ayer que el gobierno no descarta ninguna hipótesis sobre la autoría del atentado. Rivera se abstuvo de pronunciarse sobre especulaciones que apuntan a grupos guerrilleros y paramilitares, tras señalar que los investigadores deben considerar todas las hipótesis para llegar hasta los culpables del ataque.
Santos indicó a la vez que cualquier gestión, ya sea dentro o fuera de Colombia, por parte de cualquier persona, quedaba “absolutamente desautorizada”.
“La llave del diálogo no la hemos botado al mar, pero la puerta está cerrada y se mantendrá cerrada hasta que quienes quieran dialogar de paz no demuestren en forma clara y fehaciente su verdadera voluntad”, dijo Santos en un discurso en la ciudad de Popayán, al suroeste del país.
Hasta “no tener una demostración muy clara de unas verdaderas intenciones de dialogar para buscar la paz, con hechos concretos como los que hemos mencionado: que liberen a los secuestrados, que dejen el terrorismo... hasta que no veamos eso, esa llave se mantendrá muy guardadita”, agregó Santos.
Sin mencionar a ninguna persona o país en particular —como Venezuela, que en el pasado abogó por un “plan de paz” para Colombia—, el mandatario destacó que “muchos han querido ofrecerse de intermediarios, muchos han querido insinuar que ellos podrían hacer una labor aquí o allá... muchas gracias, pero no. Ni en el exterior ni aquí en Colombia”.
“Queda absolutamente desautorizada toda gestión paralela, porque lo único que hace es alejarnos del objetivo, alejarnos de cualquier posibilidad de diálogo frente a la paz”, aseguró el mandatario.
Grupos como las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) constantemente han manifestado su disposición de dialogar con el gobierno un acuerdo de paz, tras más de 40 años de conflicto armado. Sin embargo, las negociaciones con distintas administraciones han fracasado.
Para mostrar su firmeza contra el terror, el gobierno de Santos ofreció una recompensa de 276 mil dólares por información que permita identificar y capturar a los autores del ataque del jueves frente a la sede de una cadena radial que fue condenado por varios países.
El presidente Santos hizo la oferta durante una ceremonia militar en el departamento del Cauca, en el suroeste del país, una de las regiones del país más golpeadas por la violencia de la guerrilla y del narcotráfico.
“Para que las autoridades sigan la investigación y encuentren, ojalá, a los responsables a la mayor brevedad posible, vamos a ofrecer una recompensa hasta de 500 millones de pesos (276 mil dólares), hasta 500 millones de pesos por información que nos lleve a capturar a los responsables”, dijo Santos. El mandatario aseguró que su gobierno aún no sabe quiénes fueron los responsables del ataque ni contra quién estaba dirigido.
Los analistas han destacado la prudencia del nuevo gobierno, que contrasta con la de su antecesor Álvaro Uribe, que casi siempre acusó a las FARC de la mayoría de los ataques, minutos u horas después de que ocurrieran.
Santos, un economista y administrador de 59 años, reiteró que enfrentará militarmente a los grupos armados ilegales responsables de este tipo de atentados. Algunos sectores interpretaron el ataque con el coche-bomba como una acción para silenciar a la prensa, por haberse perpetrado frente a la sede de la cadena radial Caracol. El ataque tambiéb afectó a la agencia EFE.
No descartan ninguna hipótesis
El ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, afirmó ayer que el gobierno no descarta ninguna hipótesis sobre la autoría del atentado. Rivera se abstuvo de pronunciarse sobre especulaciones que apuntan a grupos guerrilleros y paramilitares, tras señalar que los investigadores deben considerar todas las hipótesis para llegar hasta los culpables del ataque.
El Universal, 14 de agosto.
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