Difieren opositores por cambios en Cuba

LA HABANA.- Los primeros pasos del proceso de reformas anunciado por el Presidente de Cuba, Raúl Castro, entre ellos una tímida apertura a la iniciativa privada y la excarcelación de los presos políticos, son insuficientes para los sectores radicales de la disidencia, mientras que para los moderados representan un ligero avance en el camino correcto.

Dentro del sector radical se encuentra el líder del opositor Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá, quien ayer envió una carta al Parlamento Europeo en la que manifiesta su desconfianza en los recientes cambios anunciados por el Gobierno cubano y pide a la Unión Europea mantener sus medidas de castigo al régimen.

"La posición común (aprobada en 1996) pide un proceso de transición pacífica hacia la democracia pluralista y el respeto de los derechos humanos, así como una mejora de los niveles de vida de la población cubana", dice Payá al cuestionar las anunciadas reformas.

Al igual que otros disidentes radicales, Payá rechaza los planes gubernamentales para reactivar la economía dando paso a una reducida iniciativa privada, lo que liberaría al Estado, en un primer corte, de 600 mil empleados públicos -de 1.4 millones que le sobran- en los próximos seis meses y eliminaría subsidios insostenibles.

Asimismo, pese a la incomunicación que caracteriza a la mayoría de los grupos de la disidencia cubana, Payá comparte con Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca su desacuerdo con la forma en la que la Iglesia cubana ejerce un papel mediador con el Gobierno para la excarcelación de los presos políticos.

La Oposición radical considera que la gestión del Cardenal Jaime Ortega, quien en mayo logró que La Habana se comprometiera a liberar a 52 reos, es poco transparente e inadecuada, ya que, dicen, el prelado ejerce un rol político que no le corresponde.

Sin embargo, dentro de la Oposición también existen voces más moderadas que consideran que los anuncios de Raúl Castro abren un camino hacia las transformaciones políticas y económicas que la Isla necesita.

El ex preso político Héctor Palacio, coordinador de la plataforma Unidad Liberal, y el economista independiente Óscar Espinosa, ex reo del mismo grupo de 75 disidentes detenidos en 2003, consideran que los cambios iniciados son escasos, pero califican de positivo el hecho de que "las cosas comiencen a moverse" y apoyan la salida de prisión de todos los opositores.

"Es un paso que puede abrir una nueva etapa en Cuba. Es lo más serio que ha hecho el Gobierno en los últimos 50 años en cuanto a concordia nacional se refiere", opinó Palacio, quien, como Espinosa, reclama más espacio a la propiedad y la iniciativa privadas y exige mayor transparencia respecto a la toma de decisiones.

De este lado se encuentra también el líder del movimiento Arco Progresista, Manuel Cuesta Morúa, quien junto con otros disidentes promueve la refundación nacional desde una perspectiva ciudadana integradora dentro del proyecto Nuevo País.

"(En Cuba) hay una nueva conciencia, una nueva sensibilidad política y una preocupación obvia por los destinos del país", consideró Cuesta.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 23 de septiembre.

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