El gobierno de Ecuador prefirió ayer no comentar sobre la muerte del líder de las FARC alias Mono Jojoy, pero reiteró su deseo de que Colombia encuentre el camino hacia la paz, tras décadas de conflicto.
“Hemos dejado claro, desde un comienzo, que nosotros no nos involucramos en el conflicto interno colombiano, este hecho [la muerte de Jojoy] es parte del conflicto interno colombiano”, dijo el vicecanciller ecuatoriano, Kintto Lucas.
“No podemos dar ninguna opinión sobre un conflicto que no es parte del país”, insistió Lucas.
Sin embargo, dijo que Ecuador quiere que “ojalá Colombia encuentre la paz después de tantas décadas de conflicto”.
Ecuador aún no ha restablecido relaciones diplomáticas con Colombia, rotas por el presidente Rafael Correa el 3 de marzo de 2008 tras una operación militar colombiana que destruyó un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.
El ataque, que se produjo en la localidad fronteriza de Angostura (Ecuador) dejó al menos 26 muertos, entre ellos el portavoz internacional y entonces número dos del grupo guerrillero Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, un ecuatoriano y cuatro mexicanos.
Caracas no contesta. Más sorprendente aún que las parcas palabras de Ecuador es el silencio del presidente venezolano Hugo Chávez, conocido principalmente por su afición a hablar sobre asuntos de otros países y más cuando se trata de la vecina Colombia.
Al cierre de esta edición, el único aliado le queda a las FARC en el exterior no había abierto la boca para hablar sobre la muerte del jefe militar de la guerrilla.
El anterior mandatario colombiano, Álvaro Uribe, acusó directamente al gobierno venezolano de proteger a los terroristas de las FARC y permitir que encuentren refugio en el lado venezolano de la frontera, desde donde se rearman para cometer sus ataques en Colombia.
“Hemos dejado claro, desde un comienzo, que nosotros no nos involucramos en el conflicto interno colombiano, este hecho [la muerte de Jojoy] es parte del conflicto interno colombiano”, dijo el vicecanciller ecuatoriano, Kintto Lucas.
“No podemos dar ninguna opinión sobre un conflicto que no es parte del país”, insistió Lucas.
Sin embargo, dijo que Ecuador quiere que “ojalá Colombia encuentre la paz después de tantas décadas de conflicto”.
Ecuador aún no ha restablecido relaciones diplomáticas con Colombia, rotas por el presidente Rafael Correa el 3 de marzo de 2008 tras una operación militar colombiana que destruyó un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.
El ataque, que se produjo en la localidad fronteriza de Angostura (Ecuador) dejó al menos 26 muertos, entre ellos el portavoz internacional y entonces número dos del grupo guerrillero Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, un ecuatoriano y cuatro mexicanos.
Caracas no contesta. Más sorprendente aún que las parcas palabras de Ecuador es el silencio del presidente venezolano Hugo Chávez, conocido principalmente por su afición a hablar sobre asuntos de otros países y más cuando se trata de la vecina Colombia.
Al cierre de esta edición, el único aliado le queda a las FARC en el exterior no había abierto la boca para hablar sobre la muerte del jefe militar de la guerrilla.
El anterior mandatario colombiano, Álvaro Uribe, acusó directamente al gobierno venezolano de proteger a los terroristas de las FARC y permitir que encuentren refugio en el lado venezolano de la frontera, desde donde se rearman para cometer sus ataques en Colombia.
La Crónica, 25 de septiembre.
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