El consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, felicitó al presidente Juan Manuel Santos en nombre del presidente Barack Obama por su “extraordinario logro” y dijo que el golpe “demuestra el éxito de los esfuerzos de Colombia a lo largo de muchos años y con gran sacrificio para mejorar la seguridad en su país y contra las FARC”.
También, según Rhodes, demuestra “la fuerza de nuestra estrecha cooperación de seguridad”.
Desde México, el portavoz de Seguridad del Gobierno mexicano, Alejandro Poiré, dijo que la muerte del jefe militar de las FARC “muestra que la perseverancia de un Estado en el combate a los criminales puede dar resultados muy importantes”.
“Todo logro de combate al crimen organizado es algo que merece el reconocimiento de los países de la región”, subrayó Poiré.
Al ser preguntado si este golpe a las FARC beneficia de algún modo a México, Poiré señaló que “lo que ha quedado de manifiesto en varios países de la región es que la dinámica al crimen organizado no es exclusiva de un solo país y que se debe combatir frontalmente”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, felicitó también al Gobierno de Colombia y dijo que “Las FARC se deben convencer de que el camino armado que transitan se va cerrando cada vez más”.
Insulza pidió a las FARC que liberen a los rehenes como “previo a un proceso de diálogo y negociación política como el que propone el presidente Juan Manuel Santos”.
Hablas las víctimas. La muerte del Mono Jojoy significa la desaparición de un enemigo de los colombianos, coincidieron ayer varios políticos que pasaron largos años secuestrados por esta organización guerrillera.
“Hoy estoy respirando un aire diferente, un aire de paz, de tranquilidad y, porque no decirlo, alborozada”, expresó la ex congresista Gloria Polanco, a quien los rebeldes pusieron en libertad en febrero de 2008 tras seis años cautiva.
“El Mono Jojoy era un hombre muy cruel, muy frío, muy calculador”, agregó la mujer, cuyo esposo, el también ex congresista Jaime Lozada, fue asesinado por los rebeldes cuando ella aún estaba secuestrada junto con sus dos hijos.
El también ex congresista Luis Eladio Pérez dijo que nadie puede alegrarse de la muerte de ningún ser humano, pero admitió que, en su caso personal, sintió “un gran alivio” con la caída del Mono Jojoy.
“En el fondo, también siento alegría por Colombia, porque muchísimos colombianos van a dejar de sufrir o no van a sufrir lo que desafortunadamente nos tocó padecer a nosotros”, expresó Pérez.
También, según Rhodes, demuestra “la fuerza de nuestra estrecha cooperación de seguridad”.
Desde México, el portavoz de Seguridad del Gobierno mexicano, Alejandro Poiré, dijo que la muerte del jefe militar de las FARC “muestra que la perseverancia de un Estado en el combate a los criminales puede dar resultados muy importantes”.
“Todo logro de combate al crimen organizado es algo que merece el reconocimiento de los países de la región”, subrayó Poiré.
Al ser preguntado si este golpe a las FARC beneficia de algún modo a México, Poiré señaló que “lo que ha quedado de manifiesto en varios países de la región es que la dinámica al crimen organizado no es exclusiva de un solo país y que se debe combatir frontalmente”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, felicitó también al Gobierno de Colombia y dijo que “Las FARC se deben convencer de que el camino armado que transitan se va cerrando cada vez más”.
Insulza pidió a las FARC que liberen a los rehenes como “previo a un proceso de diálogo y negociación política como el que propone el presidente Juan Manuel Santos”.
Hablas las víctimas. La muerte del Mono Jojoy significa la desaparición de un enemigo de los colombianos, coincidieron ayer varios políticos que pasaron largos años secuestrados por esta organización guerrillera.
“Hoy estoy respirando un aire diferente, un aire de paz, de tranquilidad y, porque no decirlo, alborozada”, expresó la ex congresista Gloria Polanco, a quien los rebeldes pusieron en libertad en febrero de 2008 tras seis años cautiva.
“El Mono Jojoy era un hombre muy cruel, muy frío, muy calculador”, agregó la mujer, cuyo esposo, el también ex congresista Jaime Lozada, fue asesinado por los rebeldes cuando ella aún estaba secuestrada junto con sus dos hijos.
El también ex congresista Luis Eladio Pérez dijo que nadie puede alegrarse de la muerte de ningún ser humano, pero admitió que, en su caso personal, sintió “un gran alivio” con la caída del Mono Jojoy.
“En el fondo, también siento alegría por Colombia, porque muchísimos colombianos van a dejar de sufrir o no van a sufrir lo que desafortunadamente nos tocó padecer a nosotros”, expresó Pérez.
La Crónica, 24 de septiembre.
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