El zar antidrogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, y el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental de esa nación, Arturo Valenzuela, rechazaron las afirmaciones de Hillary Clinton, quien aseguró que en México el narco se está convirtiendo en una insurgencia similar a la de Colombia en los años 80 del siglo pasado.
Por la mañana, en el Consejo de Relaciones Exteriores, la secretaria de Estado afirmó: “Los cárteles están mostrando cada vez más señales de insurgencia. De repente empiezan a aparecer coches bomba, que no se conocían antes.
La diplomática se refirió también a “la bien organizada red de narcotraficantes que, en algunos casos, se está transformando o haciendo causa común con lo que podríamos considerar una insurgencia en México y Centroamérica”.
Más aún, México “se está pareciendo cada vez más a la Colombia de hace 20 años, cuando los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país”, dijo Clinton, quien aseguró que “en algún momento” los insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron a controlar casi 40 por ciento del territorio de ese país sudamericano.
Horas más tarde Kerlikowske mostró cautela al opinar sobre las declaraciones de Clinton, pero descartó que en México haya una narcoinsurgencia como ocurrió en Colombia hace dos décadas.
Sobre la cuestión de la insurgencia, yo sería muy cuidadoso (...) Diría que hay preocupación de que haya habido uso de dos carros bomba (en Ciudad Juárez y Reynosa), pero eso no se traduce en insurgencia automáticamente”, señaló el zar antidrogas.
Por su parte, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, trató de justificar los dichos de su jefa y pidió no malinterpretarlos.
“Hay que ser claros: de lo que estamos hablando es de una escalada de violencia por parte de organizaciones criminales, pero no de una insurgencia.”
Sostuvo que no debe confundirse el fenómeno en México con la insurgencia de Colombia, ya que los grupos criminales mexicanos “no buscan obtener el poder por razones políticas.
“El tema de insurgencia no debe ser visto en el mismo sentido en que se usa para referirse a una insurrección colombiana. Esto (lo de México) no es una insurrección de un grupo militarizado, dentro de la sociedad, que está intentando tomar el Estado por razones políticas”, aseguró Valenzuela.
El gobierno de México también expresó su desacuerdo con las declaraciones de Clinton. En conferencia de prensa en Los Pinos, Alejandro Poiré, vocero de la estrategia de seguridad, precisó: “No compartimos las apreciaciones en ese sentido, ya que hay diferencias muy importantes entre lo que enfrentó Colombia y lo que enfrenta México”.
El también secretario del Consejo de Seguridad Nacional señaló que existen diferencias significativas entre lo que ocurrió en el país sudamericano y lo que sucede actualmente en territorio nacional.
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Canciller Patricia Espinosa
En Colombia las FARC se aliaron al narco; en México el asunto es de delincuencia organizada
Arturo Valenzuela, subsecretario de EU
En México ninguna banda criminal está buscando el poder, como sí ocurrió en la nación sudamericana.
Con información de AFP y EFE
Washington y México • Redacción, Milenio, 9 de septiembre.
Por la mañana, en el Consejo de Relaciones Exteriores, la secretaria de Estado afirmó: “Los cárteles están mostrando cada vez más señales de insurgencia. De repente empiezan a aparecer coches bomba, que no se conocían antes.
La diplomática se refirió también a “la bien organizada red de narcotraficantes que, en algunos casos, se está transformando o haciendo causa común con lo que podríamos considerar una insurgencia en México y Centroamérica”.
Más aún, México “se está pareciendo cada vez más a la Colombia de hace 20 años, cuando los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país”, dijo Clinton, quien aseguró que “en algún momento” los insurgentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llegaron a controlar casi 40 por ciento del territorio de ese país sudamericano.
Horas más tarde Kerlikowske mostró cautela al opinar sobre las declaraciones de Clinton, pero descartó que en México haya una narcoinsurgencia como ocurrió en Colombia hace dos décadas.
Sobre la cuestión de la insurgencia, yo sería muy cuidadoso (...) Diría que hay preocupación de que haya habido uso de dos carros bomba (en Ciudad Juárez y Reynosa), pero eso no se traduce en insurgencia automáticamente”, señaló el zar antidrogas.
Por su parte, el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, trató de justificar los dichos de su jefa y pidió no malinterpretarlos.
“Hay que ser claros: de lo que estamos hablando es de una escalada de violencia por parte de organizaciones criminales, pero no de una insurgencia.”
Sostuvo que no debe confundirse el fenómeno en México con la insurgencia de Colombia, ya que los grupos criminales mexicanos “no buscan obtener el poder por razones políticas.
“El tema de insurgencia no debe ser visto en el mismo sentido en que se usa para referirse a una insurrección colombiana. Esto (lo de México) no es una insurrección de un grupo militarizado, dentro de la sociedad, que está intentando tomar el Estado por razones políticas”, aseguró Valenzuela.
El gobierno de México también expresó su desacuerdo con las declaraciones de Clinton. En conferencia de prensa en Los Pinos, Alejandro Poiré, vocero de la estrategia de seguridad, precisó: “No compartimos las apreciaciones en ese sentido, ya que hay diferencias muy importantes entre lo que enfrentó Colombia y lo que enfrenta México”.
El también secretario del Consejo de Seguridad Nacional señaló que existen diferencias significativas entre lo que ocurrió en el país sudamericano y lo que sucede actualmente en territorio nacional.
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Recordó que en Colombia el capo Pablo Escobar logró reformar la Constitución local, desde el Congreso, para evitar que los narcotraficantes fueran extraditados a Estados Unidos, situación a la que no se ha llegado en México.
“Desde luego hay algunas coincidencias, quizás una importante tiene que ver con que, tanto el fenómeno delictivo en Colombia como el que ocurre en nuestro país, se asemejan en la medida en que ambas se nutren de la enorme y gigantesca demanda que hay por las drogas en Estados Unidos.
“Pero hay diferencias muy significativas. Nosotros creemos que hay distintos indicadores que revelan, además, que nosotros estamos actuando a tiempo”, señaló Poiré, quien añadió que en México se están renovando las instituciones para impedir situaciones como las de Colombia.
Por separado, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, señaló: “No comparto una apreciación en ese sentido (...) Creo que debemos diferenciar muy bien la situación que enfrenta México actualmente y la que enfrentó Colombia en su momento”.
En entrevista con Radio Fórmula, la canciller señaló que las FARC “surgieron como un movimiento con una agenda política y en diversas etapas estableció vínculos con la delincuencia organizada para allegarse recursos (...) En el caso de México, estamos hablando concretamente de un tema de delincuencia organizada”.
Compromiso de Washington
Durante su discurso ante el Consejo de Relaciones Exteriores, Hillary Clinton felicitó al presidente Felipe Calderón por su “coraje y compromiso” en el “difícil reto” de enfrentar el narcotráfico.
También reconoció que “México tiene la capacidad y la ha estado utilizando, y ha estado muy dispuesto a aceptar consejos” en la lucha contra la delincuencia, pero los países de Centroamérica “no tienen esa capacidad”, advirtió.
De hecho, reveló que recientemente Costa Rica pidió mayor colaboración estadunidense.
Clinton afirmó que su país está “preparado para ayudar” al gobierno mexicano y al resto de naciones de la región.
“Siento un sentido de responsabilidad en hacer todo lo que podamos”, dijo, y recordó que su país es corresponsable del problema de las drogas por su elevado número de consumidores.
Ecos
Versiones opuestas
Canciller Patricia Espinosa
En Colombia las FARC se aliaron al narco; en México el asunto es de delincuencia organizada
Arturo Valenzuela, subsecretario de EU
En México ninguna banda criminal está buscando el poder, como sí ocurrió en la nación sudamericana.
Con información de AFP y EFE
Washington y México • Redacción, Milenio, 9 de septiembre.
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