El cantautor cubano Silvio Rodríguez afirmó estar “de acuerdo con revertir los errores y desterrar el autoritarismo” de Cuba, y abogó por “no tener que enterarme de lo que pasa en mi país por la prensa de afuera (de la isla), cuyos enfoques aportan no poca confusión”.
Los criterios del artista, considerado uno de los símbolos de la revolución y nominado a un Grammy Latino este año, fueron reproducidos ayer por el diario oficial Granma, 24 horas después de que todos los medios nacionales informaran del despido de 500 mil trabajadores públicos hasta al primer trimestre de 2011.
“Creo que la revolución cubana dignificó a nuestro país y a los cubanos”, escribió Rodríguez hace varios días en su blog personal Segunda Cita, citado ahora por Granma.
“Me niego a renunciar a los derechos fundamentales que la revolución conquistó” para los cubanos, agregó el trovador tras evocar su niñez, entre los sectores más humildes de la isla.
Los anunciados despidos masivos forman parte de una política dirigida a “modernizar” la economía nacional, sobre la base de reducir el control estatal, eliminar subsidios, y ampliar los sectores cooperativistas y privados, según el gobierno.
Rodríguez había planteado en marzo que la sociedad cubana “pide a gritos una revisión de montones de cosa”, pronunciamiento que entonces no logró impacto en los medios nacionales. “Por encima de todo, no quiero que regrese aquella ignominia, aquella miseria, aquella falsedad de partidos políticos que cuando tomaban el poder le entregaban el país al mejor postor”, agregó Rodríguez, quien tiene previsto actuar el 17 de septiembre en Ciudad Juárez, México.
Dijo además que “no soporto a los cambiacasacas fervorosos; esos arrepentidos, con sus cursitos de marxismo y todo, que eran más papistas que el Papa y ahora son su propio reverso”.
De otra parte, el subsecretario de Estado estadunidense para América Latina, Arturo Valenzuela, dijo ayer en Miami que la reducción de un millón de empleos públicos en Cuba y otras medidas para promover la iniciativa privada demuestran un reconocimiento por parte del gobierno cubano del “fracaso de ese modelo económico”.
“Le damos la bienvenida a cualquier medida que potencie el sector privado en Cuba, y que permita que el cubano establezca sus propias empresas”, dijo el responsable de la diplomacia estadunidense para América Latina.
La Habana. Manuel Juan Somoza/AFP , Milenio, 15 de septiembre.
Los criterios del artista, considerado uno de los símbolos de la revolución y nominado a un Grammy Latino este año, fueron reproducidos ayer por el diario oficial Granma, 24 horas después de que todos los medios nacionales informaran del despido de 500 mil trabajadores públicos hasta al primer trimestre de 2011.
“Creo que la revolución cubana dignificó a nuestro país y a los cubanos”, escribió Rodríguez hace varios días en su blog personal Segunda Cita, citado ahora por Granma.
“Me niego a renunciar a los derechos fundamentales que la revolución conquistó” para los cubanos, agregó el trovador tras evocar su niñez, entre los sectores más humildes de la isla.
Los anunciados despidos masivos forman parte de una política dirigida a “modernizar” la economía nacional, sobre la base de reducir el control estatal, eliminar subsidios, y ampliar los sectores cooperativistas y privados, según el gobierno.
Rodríguez había planteado en marzo que la sociedad cubana “pide a gritos una revisión de montones de cosa”, pronunciamiento que entonces no logró impacto en los medios nacionales. “Por encima de todo, no quiero que regrese aquella ignominia, aquella miseria, aquella falsedad de partidos políticos que cuando tomaban el poder le entregaban el país al mejor postor”, agregó Rodríguez, quien tiene previsto actuar el 17 de septiembre en Ciudad Juárez, México.
Dijo además que “no soporto a los cambiacasacas fervorosos; esos arrepentidos, con sus cursitos de marxismo y todo, que eran más papistas que el Papa y ahora son su propio reverso”.
De otra parte, el subsecretario de Estado estadunidense para América Latina, Arturo Valenzuela, dijo ayer en Miami que la reducción de un millón de empleos públicos en Cuba y otras medidas para promover la iniciativa privada demuestran un reconocimiento por parte del gobierno cubano del “fracaso de ese modelo económico”.
“Le damos la bienvenida a cualquier medida que potencie el sector privado en Cuba, y que permita que el cubano establezca sus propias empresas”, dijo el responsable de la diplomacia estadunidense para América Latina.
La Habana. Manuel Juan Somoza/AFP , Milenio, 15 de septiembre.
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