La Habana, 8 de noviembre. El presidente Raúl Castro anunció hoy la realización del sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en abril de 2011, para discutir únicamente la política económica, de la cual, dijo, depende el futuro del sistema social de la isla.
El Congreso es la máxima autoridad del PCC y tiene la capacidad de trazar la política nacional, pero no se ha celebrado desde 1997. Según los plazos quinquenales, la reunión tenía que haberse convocado en 2002 y desde entonces estaba pospuesto indefinidamente.
Castro lanzó la convocatoria en una ocasión desacostumbrada para esos efectos: una reunión con el presidente venezolano Hugo Chávez, ante cientos de funcionarios de ambos gobiernos.
El escenario escogido parece transmitir el mensaje de que la alianza con Venezuela es vital en el proyecto de la isla, lo que además complementó Chávez al manifestar su respaldo a la reforma económica emprendida por Raúl.
Antes de las sesiones del Congreso, un proyecto de lineamientos de la política económica y social será discutido escalonadamente entre especialistas, dirigentes y militantes del PCC y más tarde entre toda la población, de acuerdo con un calendario que precisó el mandatario cubano.
El anuncio cambia la forma y el ritmo con los que se viene ejecutando la reforma. Hasta ahora el plan se aplica con base en decisiones oficiales que primero se explicaron en el PCC y en las empresas y luego se reseñaron en la prensa. Finalmente se difundieron los textos legales.
La diferencia principal es que el proyecto sólo se ha conocido hasta ahora en forma parcial y paulatina, mientras en el nuevo esquema hay un documento general como punto de partida de una discusión.
En cualquier caso, la reforma ya está en marcha, con un despido masivo que llegará al medio millón de trabajadores en marzo próximo, una reducción de subsidios, aumento de impuestos y la apertura de espacios para el autoempleo y la microempresa, entre otras medidas.
Según informes de la prensa, el paquete de decisiones fue adoptado por la Comisión del Buró Político del PCC y el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, cerca de una decena de funcionarios.
“La batalla económica constituye hoy más que nunca la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social”, dijo Raúl Castro, repitiendo una idea que expone a menudo. “Por tal motivo”, agregó el mandatario, “éste constituye el único tema del Congreso.”
La reunión “se centrará en la solución de los problemas de la economía y en las decisiones fundamentales de la actualización del modelo económico cubano”, subrayó.
En 2008 Raúl Castro había anunciado que el año siguiente se realizaría el sexto Congreso y previamente sesionaría la conferencia, instancia de menor jerarquía, que debería elegir al Comité Central y al Buró Político de la organización.
Castro comunicó hoy otro cambio de planes, al informar que la conferencia se realizará después del Congreso, durante 2011.
El calendario tiene relevancia en este caso, pues en el nuevo cronograma primero será la definición oficial de la política de reforma y después la elección de dirigentes, y no al revés, como estaba previsto.
El presidente cubano informó que los lineamientos se publicarán este martes y los discutirán de inmediato expertos y líderes del PCC de nivel nacional y luego municipal. El debate se extenderá a la militancia y a la población en general hasta febrero.
El Congreso sesionará, como es habitual, durante una fecha histórica. Esta vez coincidirá con el cincuentenario de la fracasada invasión de Playa Girón, que patrocinada por Estados Unidos buscaba derrocar al gobierno de Fidel Castro. Al concluir los combates, el líder cubano declaró el rumbo socialista de la revolución.
En la reunión binacional, Raúl Castro informó que los dos gobiernos pactaron un nuevo plan de cooperación para los próximos diez años. “Nos encaminamos a la unidad económica entre Cuba y Venezuela, bajo un nuevo tipo de relación que posibilitará un mayor ordenamiento, racionalidad y eficiencia”, señaló.
El Congreso es la máxima autoridad del PCC y tiene la capacidad de trazar la política nacional, pero no se ha celebrado desde 1997. Según los plazos quinquenales, la reunión tenía que haberse convocado en 2002 y desde entonces estaba pospuesto indefinidamente.
Castro lanzó la convocatoria en una ocasión desacostumbrada para esos efectos: una reunión con el presidente venezolano Hugo Chávez, ante cientos de funcionarios de ambos gobiernos.
El escenario escogido parece transmitir el mensaje de que la alianza con Venezuela es vital en el proyecto de la isla, lo que además complementó Chávez al manifestar su respaldo a la reforma económica emprendida por Raúl.
Antes de las sesiones del Congreso, un proyecto de lineamientos de la política económica y social será discutido escalonadamente entre especialistas, dirigentes y militantes del PCC y más tarde entre toda la población, de acuerdo con un calendario que precisó el mandatario cubano.
El anuncio cambia la forma y el ritmo con los que se viene ejecutando la reforma. Hasta ahora el plan se aplica con base en decisiones oficiales que primero se explicaron en el PCC y en las empresas y luego se reseñaron en la prensa. Finalmente se difundieron los textos legales.
La diferencia principal es que el proyecto sólo se ha conocido hasta ahora en forma parcial y paulatina, mientras en el nuevo esquema hay un documento general como punto de partida de una discusión.
En cualquier caso, la reforma ya está en marcha, con un despido masivo que llegará al medio millón de trabajadores en marzo próximo, una reducción de subsidios, aumento de impuestos y la apertura de espacios para el autoempleo y la microempresa, entre otras medidas.
Según informes de la prensa, el paquete de decisiones fue adoptado por la Comisión del Buró Político del PCC y el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, cerca de una decena de funcionarios.
“La batalla económica constituye hoy más que nunca la tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la sostenibilidad y preservación de nuestro sistema social”, dijo Raúl Castro, repitiendo una idea que expone a menudo. “Por tal motivo”, agregó el mandatario, “éste constituye el único tema del Congreso.”
La reunión “se centrará en la solución de los problemas de la economía y en las decisiones fundamentales de la actualización del modelo económico cubano”, subrayó.
En 2008 Raúl Castro había anunciado que el año siguiente se realizaría el sexto Congreso y previamente sesionaría la conferencia, instancia de menor jerarquía, que debería elegir al Comité Central y al Buró Político de la organización.
Castro comunicó hoy otro cambio de planes, al informar que la conferencia se realizará después del Congreso, durante 2011.
El calendario tiene relevancia en este caso, pues en el nuevo cronograma primero será la definición oficial de la política de reforma y después la elección de dirigentes, y no al revés, como estaba previsto.
El presidente cubano informó que los lineamientos se publicarán este martes y los discutirán de inmediato expertos y líderes del PCC de nivel nacional y luego municipal. El debate se extenderá a la militancia y a la población en general hasta febrero.
El Congreso sesionará, como es habitual, durante una fecha histórica. Esta vez coincidirá con el cincuentenario de la fracasada invasión de Playa Girón, que patrocinada por Estados Unidos buscaba derrocar al gobierno de Fidel Castro. Al concluir los combates, el líder cubano declaró el rumbo socialista de la revolución.
En la reunión binacional, Raúl Castro informó que los dos gobiernos pactaron un nuevo plan de cooperación para los próximos diez años. “Nos encaminamos a la unidad económica entre Cuba y Venezuela, bajo un nuevo tipo de relación que posibilitará un mayor ordenamiento, racionalidad y eficiencia”, señaló.
Gerardo Arreola, La Jornada, 9 de noviembre.
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