El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se mostró ayer molesto por el comunicado en el que la cancillería venezolana lo acusó el jueves de “cobardía política” y de intentar “endosar” al gobierno de Hugo Chávez su “fracaso” en la lucha contra ETA.
Se trata de unas palabras “inaceptables e injustificables”, aseguró ayer el vicepresidente primero del Ejecutivo español y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El gobierno socialista español ya ha expresado al venezolano su “profundo malestar” por el comunicado del jueves, dijo. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, fue la encargada de decírselo al embajador venezolano en Madrid, Isaías Rodríguez.
La cancillería venezolana rechazó en su texto “tajantemente las declaraciones que de manera insistente y repetida han producido el vicepresidente del Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba; la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, intentando asociar a Venezuela con el grupo armado vasco ETA”.
El trasfondo de todo esto es la solicitud de extradición del presunto miembro de ETA Arturo Cubillas que el gobierno de Zapatero ha hecho a Venezuela.
De 46 años y residente en Venezuela desde 1989, cuando fue deportado, es funcionario del Instituto de Tierras (Inti) del Ministerio de Agricultura venezolano.
En octubre, dos presuntos terroristas de ETA declararon en la Audiencia Nacional que en 2008 habían sido entrenados por él en suelo venezolano.
Sobre Cubillas, que tiene la nacionalidad venezolana, pesa una orden de busca y captura internacional desde marzo.
La Justicia española lo considera el enlace entre la organización independentista vasca y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en América Latina.
El juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco, tiene procesado a Cubillas en el marco de esa causa.
Madrid/DPA, Milenio, 6 de noviembre.
Se trata de unas palabras “inaceptables e injustificables”, aseguró ayer el vicepresidente primero del Ejecutivo español y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. El gobierno socialista español ya ha expresado al venezolano su “profundo malestar” por el comunicado del jueves, dijo. La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, fue la encargada de decírselo al embajador venezolano en Madrid, Isaías Rodríguez.
La cancillería venezolana rechazó en su texto “tajantemente las declaraciones que de manera insistente y repetida han producido el vicepresidente del Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba; la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, intentando asociar a Venezuela con el grupo armado vasco ETA”.
El trasfondo de todo esto es la solicitud de extradición del presunto miembro de ETA Arturo Cubillas que el gobierno de Zapatero ha hecho a Venezuela.
De 46 años y residente en Venezuela desde 1989, cuando fue deportado, es funcionario del Instituto de Tierras (Inti) del Ministerio de Agricultura venezolano.
En octubre, dos presuntos terroristas de ETA declararon en la Audiencia Nacional que en 2008 habían sido entrenados por él en suelo venezolano.
Sobre Cubillas, que tiene la nacionalidad venezolana, pesa una orden de busca y captura internacional desde marzo.
La Justicia española lo considera el enlace entre la organización independentista vasca y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en América Latina.
El juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco, tiene procesado a Cubillas en el marco de esa causa.
Madrid/DPA, Milenio, 6 de noviembre.
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