Puerto Vallarta, Jal., 9 de noviembre. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, alertó que las políticas discriminatorias y xenófobas van en aumento. “Para millones de migrantes internacionales, la vida se ha vuelto más peligrosa”, afirmó.
En las Jornadas de la Sociedad Civil, del cuarto Foro Mundial de Migración, la alta comisionada para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, leyó una carta del máximo representante de la ONU, en la que advierte que los efectos de la crisis de 2008 todavía se sienten, especialmente para los 214 millones de migrantes en el mundo.
El aumento del desempleo entre los propios migrantes ha estimulado la discriminación. Sin embargo, añadió, aunque lo más benéfico es la migración segura, legal y ordenada, las oportunidades para alcanzar esa situación regular han disminuido.
En tanto, directivos del Banco Mundial (BM) destacaron que aunque existen condiciones para mantener el nivel actual de movilidad de personas y de envío de dinero, “el sentimiento antinmigrante que alcanza niveles de xenofobia puede descarrilar el crecimiento de las remesas”.
Si bien este indicador disminuyó en 2009 –como consecuencia de la crisis del año anterior–, se espera que mantenga la tendencia al alza registrada desde hace 15 años, al pasar de 55.2 mil millones de dólares (envíos a países en desarrollo) a 325.5 mil millones de dólares, según la previsión del BM para el cierre de 2010. En esa ruta, las remesas crecerían 6.2 por ciento en 2011 y 8.1 por ciento en 2012, hasta alcanzar 374 mil millones de dólares.
Octaviano Canuto, vicepresidente de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica, y Dilip Rathan y Sonia Plaza, de la Unidad de Migración y Remesas del BM, destacaron, en conferencia de prensa durante este cónclave internacional, que la migración, en tanto fenómeno económico, así como el envío de dinero continuarán prácticamente en el mismo nivel.
En el caso de México, precisaron, lo que ha ocurrido sólo es el espaciamiento de retornos periódicos a sus lugares de origen –al pasar de cinco a 17 meses la estadía– y el aumento de precios para cruzar de manera ilegal a Estados Unidos, de 300 dólares hasta 3 mil o más, según cálculo de los especialistas.
En tanto, la alta comisionada para los Derechos Humanos hizo la lectura de la carta del secretario general de la ONU frente al presidente Felipe Calderón. Hizo énfasis en los beneficios que traen los migrantes a los países de destino, mientras que las remesas contribuyen a la recuperación económica de las naciones de origen e incluso son utilizadas como una de las estrategias para la reducción de la pobreza.
Ello, a pesar de que los envíos de dinero –destinados a los países de bajos y medianos ingresos– se redujeron 6 por ciento en 2009, al quedar en 316 mil millones de dólares.
“Estos esfuerzos y muchos otros muestran que la migración internacional puede traducirse en prosperidad si se alimenta de las políticas correctas. Todos somos responsables de mantener este impulso positivo que ha generado el foro mundial y sus socios de la sociedad civil”, indicó.
En las Jornadas de la Sociedad Civil, del cuarto Foro Mundial de Migración, la alta comisionada para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, leyó una carta del máximo representante de la ONU, en la que advierte que los efectos de la crisis de 2008 todavía se sienten, especialmente para los 214 millones de migrantes en el mundo.
El aumento del desempleo entre los propios migrantes ha estimulado la discriminación. Sin embargo, añadió, aunque lo más benéfico es la migración segura, legal y ordenada, las oportunidades para alcanzar esa situación regular han disminuido.
En tanto, directivos del Banco Mundial (BM) destacaron que aunque existen condiciones para mantener el nivel actual de movilidad de personas y de envío de dinero, “el sentimiento antinmigrante que alcanza niveles de xenofobia puede descarrilar el crecimiento de las remesas”.
Si bien este indicador disminuyó en 2009 –como consecuencia de la crisis del año anterior–, se espera que mantenga la tendencia al alza registrada desde hace 15 años, al pasar de 55.2 mil millones de dólares (envíos a países en desarrollo) a 325.5 mil millones de dólares, según la previsión del BM para el cierre de 2010. En esa ruta, las remesas crecerían 6.2 por ciento en 2011 y 8.1 por ciento en 2012, hasta alcanzar 374 mil millones de dólares.
Octaviano Canuto, vicepresidente de Reducción de la Pobreza y Gestión Económica, y Dilip Rathan y Sonia Plaza, de la Unidad de Migración y Remesas del BM, destacaron, en conferencia de prensa durante este cónclave internacional, que la migración, en tanto fenómeno económico, así como el envío de dinero continuarán prácticamente en el mismo nivel.
En el caso de México, precisaron, lo que ha ocurrido sólo es el espaciamiento de retornos periódicos a sus lugares de origen –al pasar de cinco a 17 meses la estadía– y el aumento de precios para cruzar de manera ilegal a Estados Unidos, de 300 dólares hasta 3 mil o más, según cálculo de los especialistas.
En tanto, la alta comisionada para los Derechos Humanos hizo la lectura de la carta del secretario general de la ONU frente al presidente Felipe Calderón. Hizo énfasis en los beneficios que traen los migrantes a los países de destino, mientras que las remesas contribuyen a la recuperación económica de las naciones de origen e incluso son utilizadas como una de las estrategias para la reducción de la pobreza.
Ello, a pesar de que los envíos de dinero –destinados a los países de bajos y medianos ingresos– se redujeron 6 por ciento en 2009, al quedar en 316 mil millones de dólares.
“Estos esfuerzos y muchos otros muestran que la migración internacional puede traducirse en prosperidad si se alimenta de las políticas correctas. Todos somos responsables de mantener este impulso positivo que ha generado el foro mundial y sus socios de la sociedad civil”, indicó.
Fabiola Martínez y Alonso Urrutia, La Jornada, 10 de noviembre.
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