El presidente Felipe Calderón reconoció que la recuperación económica aún no significa nada para la mayoría de los mexicanos pues ésta no se ha reflejado en sus bolsillos..
“Sé que de poco le sirve a una persona que no tiene trabajo saber que se crearon más de 800 mil empleos nuevos formales en el país durante el año pasado”, aceptó.
En la XV Conferencia Anual Latinoamericana de un grupo bancario dijo que quizá estás noticias “no tengan significado para todos aquellos el saber que la economía creció más del 5 por ciento (pues) no le significa un incremento sensible en su ingreso, ni tampoco una clara certidumbre en el mismo”.
Ante inversionistas españoles de la banca comprometió los esfuerzos del gobierno federal para trabajar coordinadamente a fin de “que la recuperación llegue al bolsillo de los mexicanos y el empleo llegue a quienes aún no lo tienen y para que el gasto pueda alcanzarle a las familias mexicanas”.
Indicó que México ya pasó los estragos de la pasada crisis financiera internacional merced a una actuación con responsabilidad, “gracias a que tomamos medidas, algunas muy difíciles en el ámbito político, por ejemplo, pero indispensables para mantener a nuestra economía en marcha sin comprometer su estabilidad, a diferencia, quizá, de lo que ocurrió en otros países, incluso, algunos de ellos desarrollados, que hoy enfrentan serios problemas en sus finanzas públicas y en su endeudamiento”.
Tras señalar que nos hemos recuperado de esa dura prueba y nuestra economía está afortunadamente de vuelta en el camino del crecimiento enlistó algunas bondades del panorama económico como el contar con reservas internacionales que llegaron a un máximo histórico de 116 mil millones de dólares, que posibilita pagar dos veces el total de la deuda del gobierno federal.
La inflación anual, con todo y el ajuste tributario para evitar el crecimiento del déficit público, en lo que va de esta administración registra un promedio de 4.6 por ciento que es la más baja en seis sexenios.
El déficit fiscal, incluyendo los pasivos de Pemex es del 2.5 por ciento comparado con el 7.5 por ciento promedio de los países de la OCDE.
Presumió un sistema financiero fuerte y en este tenor invitó a la banca que opera en México a que se esmeren por financiar al sector productivo, a las pequeñas, medianas y microempresas; que ayuden a los mexicanos de bien que trabajan y que con su esfuerzo sacan adelante a sus familias y al paìs.
Les demandó una política màs activa de crèdito al sector productivo.
Agregó que México tiene rumbo y un enorme potencial. “Podemos decir que México está hoy mejor posicionado que nunca para aprovechar la recuperación de la economía global, que aún incipiente, se ve presente en el mundo”, dijo.
Insistió en que México está destinado a ser uno de los protagonistas de la economía global, que las condiciones están dadas y que es la oportunidad de aprovecharlas y convertirlas en una auténtica plataforma de despegue de nuestra economía.
Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 14 de enero.
“Sé que de poco le sirve a una persona que no tiene trabajo saber que se crearon más de 800 mil empleos nuevos formales en el país durante el año pasado”, aceptó.
En la XV Conferencia Anual Latinoamericana de un grupo bancario dijo que quizá estás noticias “no tengan significado para todos aquellos el saber que la economía creció más del 5 por ciento (pues) no le significa un incremento sensible en su ingreso, ni tampoco una clara certidumbre en el mismo”.
Ante inversionistas españoles de la banca comprometió los esfuerzos del gobierno federal para trabajar coordinadamente a fin de “que la recuperación llegue al bolsillo de los mexicanos y el empleo llegue a quienes aún no lo tienen y para que el gasto pueda alcanzarle a las familias mexicanas”.
Indicó que México ya pasó los estragos de la pasada crisis financiera internacional merced a una actuación con responsabilidad, “gracias a que tomamos medidas, algunas muy difíciles en el ámbito político, por ejemplo, pero indispensables para mantener a nuestra economía en marcha sin comprometer su estabilidad, a diferencia, quizá, de lo que ocurrió en otros países, incluso, algunos de ellos desarrollados, que hoy enfrentan serios problemas en sus finanzas públicas y en su endeudamiento”.
Tras señalar que nos hemos recuperado de esa dura prueba y nuestra economía está afortunadamente de vuelta en el camino del crecimiento enlistó algunas bondades del panorama económico como el contar con reservas internacionales que llegaron a un máximo histórico de 116 mil millones de dólares, que posibilita pagar dos veces el total de la deuda del gobierno federal.
La inflación anual, con todo y el ajuste tributario para evitar el crecimiento del déficit público, en lo que va de esta administración registra un promedio de 4.6 por ciento que es la más baja en seis sexenios.
El déficit fiscal, incluyendo los pasivos de Pemex es del 2.5 por ciento comparado con el 7.5 por ciento promedio de los países de la OCDE.
Presumió un sistema financiero fuerte y en este tenor invitó a la banca que opera en México a que se esmeren por financiar al sector productivo, a las pequeñas, medianas y microempresas; que ayuden a los mexicanos de bien que trabajan y que con su esfuerzo sacan adelante a sus familias y al paìs.
Les demandó una política màs activa de crèdito al sector productivo.
Agregó que México tiene rumbo y un enorme potencial. “Podemos decir que México está hoy mejor posicionado que nunca para aprovechar la recuperación de la economía global, que aún incipiente, se ve presente en el mundo”, dijo.
Insistió en que México está destinado a ser uno de los protagonistas de la economía global, que las condiciones están dadas y que es la oportunidad de aprovecharlas y convertirlas en una auténtica plataforma de despegue de nuestra economía.
Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 14 de enero.
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