El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que el aumento en el precio de alimentos, consecuencia del encarecimiento de granos básicos en los mercados internacionales, afectará la recuperación del consumo en el mercado interno después del fuerte impacto que sufrió por la crisis económica de 2009.
“La mayor preocupación proviene de las presiones inflacionarias generadas por los aumentos en los costos internacionales de las materias primas, los cuales podrían redundar en aumentos de precios al consumidor, afectando principalmente los segmentos de ingresos medios y bajos, situación que puede incidir negativamente en el poder adquisitivo de la población y, por ende, en el consumo”, destacó.
En su reporte semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial destacó que no obstante este escenario, hay elementos que pueden reducir este impacto, como la apreciación del tipo de cambio, que como consecuencia de la elevada entrada de capitales al país podría llevar la paridad a niveles inferiores a 12 pesos.
“Esto reduciría el costo de las importaciones de bienes de consumo y, por tanto, se abatiría la posibilidad de elevados ajustes de precios al consumidor final”, dijo el organismo.
Aunado a lo anterior, consideró que no debe descartarse el fuerte aumento en los costos que genera la inseguridad, lo cual puede ser un factor que limite una mayor cantidad de generación de empleos, debido a que se están dedicando más recursos a sistemas de seguridad y protección.
“Los altos costos de la formalidad son otro aspecto que podría seguir limitando un mayor desarrollo de las empresas y la creación de empleos bien remunerados”, añadió.
En términos generales, el CEESP consideró que existen elementos para tener un entorno en 2011 más favorable y con buena recuperación económica; sin embargo, resulta insuficiente para las necesidades y rezagos que mantiene el país en crecimiento económico y generación de empleos.
Puntualizó que las expectativas en materia de reformas siguen siendo poco favorables, lo cual puede inhibir la posibilidad de que la economía crezca más de lo que se tiene previsto, aún con las mejores expectativas que se han observado en los últimos meses.
“El reto para 2011 no debe ser crecer a 4 por ciento, sino superar o por lo menos mantener la dinámica del 2010, lo cual demanda ajustes importantes y de corto plazo, situación que es factible si se considera que las condiciones son propicias dada la fortaleza que ha ganado el aparato productivo del país. En este contexto, no debe haber gran preocupación por enfrentar con eficacia los riesgos que han comenzado a gestarse para este año”, dijo.
México • Antonio Hernández, Milenio, 17 de enero.
“La mayor preocupación proviene de las presiones inflacionarias generadas por los aumentos en los costos internacionales de las materias primas, los cuales podrían redundar en aumentos de precios al consumidor, afectando principalmente los segmentos de ingresos medios y bajos, situación que puede incidir negativamente en el poder adquisitivo de la población y, por ende, en el consumo”, destacó.
En su reporte semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial destacó que no obstante este escenario, hay elementos que pueden reducir este impacto, como la apreciación del tipo de cambio, que como consecuencia de la elevada entrada de capitales al país podría llevar la paridad a niveles inferiores a 12 pesos.
“Esto reduciría el costo de las importaciones de bienes de consumo y, por tanto, se abatiría la posibilidad de elevados ajustes de precios al consumidor final”, dijo el organismo.
Aunado a lo anterior, consideró que no debe descartarse el fuerte aumento en los costos que genera la inseguridad, lo cual puede ser un factor que limite una mayor cantidad de generación de empleos, debido a que se están dedicando más recursos a sistemas de seguridad y protección.
“Los altos costos de la formalidad son otro aspecto que podría seguir limitando un mayor desarrollo de las empresas y la creación de empleos bien remunerados”, añadió.
En términos generales, el CEESP consideró que existen elementos para tener un entorno en 2011 más favorable y con buena recuperación económica; sin embargo, resulta insuficiente para las necesidades y rezagos que mantiene el país en crecimiento económico y generación de empleos.
Puntualizó que las expectativas en materia de reformas siguen siendo poco favorables, lo cual puede inhibir la posibilidad de que la economía crezca más de lo que se tiene previsto, aún con las mejores expectativas que se han observado en los últimos meses.
“El reto para 2011 no debe ser crecer a 4 por ciento, sino superar o por lo menos mantener la dinámica del 2010, lo cual demanda ajustes importantes y de corto plazo, situación que es factible si se considera que las condiciones son propicias dada la fortaleza que ha ganado el aparato productivo del país. En este contexto, no debe haber gran preocupación por enfrentar con eficacia los riesgos que han comenzado a gestarse para este año”, dijo.
México • Antonio Hernández, Milenio, 17 de enero.
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