Más que hablar de cifras el Instituto Nacional de Migración (INM) y de los cuerpos de seguridad deberían asumir el problema del secuestro de migrantes en su paso por México hacia Estados Unidos y tomar acciones concretas que lo resuelvan, aseguró Mauricio Farah, experto en derechos humanos y migración.
“A mí me parece preocupante. El INM no debería sentirse sorprendido por la cifra de 10 mil migrantes secuestrados al semestre porque es una cifra manejada desde 2009, de entrada.
“Me parece lamentable, en segundo lugar, porque no deberíamos estar hablando de estadísticas y números, estamos hablando de vidas humanas, de ahí independientemente del número, lo que es un hecho es que las autoridades mexicanas no están logrando darle garantías a las personas que pisan su territorio con documentos o sin documentos”, dijo en entrevista con este diario.
Farah Gebara coordinó el Informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre los casos de secuestro en contra de migrantes publicado en 2009, cuando era quinto visitador del organismo en el que se detalla el modus operandi de los secuestradores, los lugares donde se cometen y un diagnóstico de esta problemática.
Ante la falta de respuesta contundente del INM y el Consejo de Seguridad, la CNDH recopiló en Bienvenidos al Infierno del Secuestro, 25 testimonios que relataban las vejaciones que sufren muchas de las 140 mil personas, que se tiene registro, cruzan México rumbo a EU. En 18 meses y con la difusión de la matanza de 72 indocumentados en Tamaulipas y la denuncia del secuestro de centroamericanos en Oaxaca no se ha resuelto el secuestro masivo de migrantes.
A partir de 2005 se detectó un deterioro en la situación que vivían los migrantes en su paso por México. En 2006 surge “la industria delictiva de secuestro masivo” que se reforzó con la negligencia, complicidad y apatía de las autoridades a lo largo de la ruta migratoria, refiere la activista.
De 2006 a 2008 la CNDH emitió recomendaciones por casos específicos de secuestros de migrantes. En una de ellas se logró demostrar la participación de las corporaciones policiacas en Puebla, donde detienen a los migrantes y los entregan a Los Zetas, aunque Farah no descarta la participación de otras bandas del crimen organizado en este negocio que deja alrededor de 50 millones de dólares al año por cobro de rescate.
“Desde 2009 se anuncia que son secuestros masivos, en grupo de 20, 30, 50 o hasta más de 100 migrantes en un solo evento en el que imprimen una especial brutalidad y crueldad, tanto al momento del secuestro, como en el cautiverio y los golpes a los que son sometidos hasta la muerte”.
“A mí me parece preocupante. El INM no debería sentirse sorprendido por la cifra de 10 mil migrantes secuestrados al semestre porque es una cifra manejada desde 2009, de entrada.
“Me parece lamentable, en segundo lugar, porque no deberíamos estar hablando de estadísticas y números, estamos hablando de vidas humanas, de ahí independientemente del número, lo que es un hecho es que las autoridades mexicanas no están logrando darle garantías a las personas que pisan su territorio con documentos o sin documentos”, dijo en entrevista con este diario.
Farah Gebara coordinó el Informe especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobre los casos de secuestro en contra de migrantes publicado en 2009, cuando era quinto visitador del organismo en el que se detalla el modus operandi de los secuestradores, los lugares donde se cometen y un diagnóstico de esta problemática.
Ante la falta de respuesta contundente del INM y el Consejo de Seguridad, la CNDH recopiló en Bienvenidos al Infierno del Secuestro, 25 testimonios que relataban las vejaciones que sufren muchas de las 140 mil personas, que se tiene registro, cruzan México rumbo a EU. En 18 meses y con la difusión de la matanza de 72 indocumentados en Tamaulipas y la denuncia del secuestro de centroamericanos en Oaxaca no se ha resuelto el secuestro masivo de migrantes.
A partir de 2005 se detectó un deterioro en la situación que vivían los migrantes en su paso por México. En 2006 surge “la industria delictiva de secuestro masivo” que se reforzó con la negligencia, complicidad y apatía de las autoridades a lo largo de la ruta migratoria, refiere la activista.
De 2006 a 2008 la CNDH emitió recomendaciones por casos específicos de secuestros de migrantes. En una de ellas se logró demostrar la participación de las corporaciones policiacas en Puebla, donde detienen a los migrantes y los entregan a Los Zetas, aunque Farah no descarta la participación de otras bandas del crimen organizado en este negocio que deja alrededor de 50 millones de dólares al año por cobro de rescate.
“Desde 2009 se anuncia que son secuestros masivos, en grupo de 20, 30, 50 o hasta más de 100 migrantes en un solo evento en el que imprimen una especial brutalidad y crueldad, tanto al momento del secuestro, como en el cautiverio y los golpes a los que son sometidos hasta la muerte”.
Renata Sánchez, El Universal, 8 de enero.
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