La Fiscalía de Atención a Migrantes del gobierno chiapaneco reportó que los migrantes, tras ser interceptados, reconocieron en una estación migratoria a uno de los agresores, lo que derivó en la captura de la banda, compuesta por hondureños y salvadoreños.
Los crímenes tuvieron lugar a finales de 2010 en Veracruz, lugar de paso habitual para los indocumentados que viajan hacia la frontera con Estados Unidos, a menudo en trenes de carga.
Según el relato de los agredidos, los delincuentes se subieron al vagón y al grito de “¡tírense al piso que están secuestrados!” y raptaron a 13 centroamericanos, la noche del 25 de noviembre.
Les ataron las manos y les obligaron a caminar una hora entre la maleza, amenazándolos y golpeándolos con palos. También les exigieron nombres y números de teléfonos de familiares que pagaran su rescate.
Detienen a 55 guatemaltecos
En la carretera 15 México-Nogales, agentes federales aseguraron a 55 indocumentados que viajaban en autobús con destino a Ensenada, Baja California.
En la inspección los 49 hombres y seis mujeres de origen guatemalteco que se encontraban a bordo, no pudieron comprobar su estancia en el país, por lo que fueron trasladados al Instituto de Migración en Sonora.
Los conductores del autobús indicaron a las autoridades federales que fueron contratados en Jalisco para trasladar al grupo a Baja California, y para ello, les ofrecieron una fuerte cantidad de dinero.
Los dos choferes fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal.
México. EFE, Milenio, 23 de enero.
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