Como parte de una “nueva estrategia en la defensa de los derechos humanos”, el sacerdote Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, pidió a la sociedad civil ayuda para terminar con los abusos de los migrantes.
“Si la delincuencia se organiza, nosotros también nos vamos a organizar”, declaró Solalinde momentos antes de comenzar a pie el recorrido de 26 kilómetros que los indocumentados hacen de Arriaga, Chiapas, a Chahuites, Oaxaca.
“Se trata ahora de organizarnos como sociedad civil; si las instituciones de gobierno, en las cuales sí confiamos, quieren acompañarnos, qué bueno, lo aplaudimos y estamos dispuestos a colaborar, pero creo que ha llegado el momento en que la sociedad civil tiene que poner de su parte”, dijo.
Solalinde explicó que proponen crear una solidaridad en red de la que la gente sea la guardiana del camino.
En conferencia de prensa, el sacerdote pidió respeto para los centroamericanos que pasan por el país.
“Ponemos denuncias y se burlan de nosotros”, declaró Solalinde sobre las demandas que han interpuesto contra funcionarios presuntamente dedicados a extorsionar a los migrantes en tránsito hacia el “sueño americano”.
El sacerdote -que se ha convertido en una figura muy presente en los medios tras su denuncia- refirió que hace poco tuvo una reunión aparentemente fructífera con la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP). No obstante, no se tradujo en hechos.
“Quisieron maicearnos (sobornarnos), comprarnos con una comida”, añadió. Poco después del encuentro, reveló que tuvo lugar una feroz redada contra indocumentados, donde se les dio a estos un “trato denigrante”.
“Los obligaron a estar con la cara en el suelo, los golpearon y los insultaron”, refirió.
La Crónica, 8 de enero.
“Si la delincuencia se organiza, nosotros también nos vamos a organizar”, declaró Solalinde momentos antes de comenzar a pie el recorrido de 26 kilómetros que los indocumentados hacen de Arriaga, Chiapas, a Chahuites, Oaxaca.
“Se trata ahora de organizarnos como sociedad civil; si las instituciones de gobierno, en las cuales sí confiamos, quieren acompañarnos, qué bueno, lo aplaudimos y estamos dispuestos a colaborar, pero creo que ha llegado el momento en que la sociedad civil tiene que poner de su parte”, dijo.
Solalinde explicó que proponen crear una solidaridad en red de la que la gente sea la guardiana del camino.
En conferencia de prensa, el sacerdote pidió respeto para los centroamericanos que pasan por el país.
“Ponemos denuncias y se burlan de nosotros”, declaró Solalinde sobre las demandas que han interpuesto contra funcionarios presuntamente dedicados a extorsionar a los migrantes en tránsito hacia el “sueño americano”.
El sacerdote -que se ha convertido en una figura muy presente en los medios tras su denuncia- refirió que hace poco tuvo una reunión aparentemente fructífera con la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP). No obstante, no se tradujo en hechos.
“Quisieron maicearnos (sobornarnos), comprarnos con una comida”, añadió. Poco después del encuentro, reveló que tuvo lugar una feroz redada contra indocumentados, donde se les dio a estos un “trato denigrante”.
“Los obligaron a estar con la cara en el suelo, los golpearon y los insultaron”, refirió.
La Crónica, 8 de enero.
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