El dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, admitió que la derrota en Baja California Sur se debió a que la ciudadanía castigó al gobierno de Narciso Agúndez y votó por la alternancia.
Sin embargo, desestimó lo ocurrido y exigió: “no seamos tan dramáticos, se perdió una elección y a lo largo de la lucha política se pierden elecciones como se ganan. En esta lucha política constante, permanente, nadie puede aspirar, ahora menos, a ganar, siempre está el riesgo de perder una elección”.
Dijo que además de la alternancia, otra causa de la derrota fue la división interna, por lo que la enseñanza es que el PRD debe apostar por candidaturas de unidad, particularmente rumbo a las elecciones presidenciales de 2012.
Ortega señaló que su partido no pude decir que se siente traicionado por el PAN, y pese a que ha sido su aliado en varios estados, “en términos nacionales somos contrincantes”.
Sobre la declaración de Beatriz Paredes, líder nacional del PRI, sobre que “no hay derrota donde no se gobierna”, Ortega consideró que se trata de “una peculiar forma de no asumir la realidad”, y recordó que el tricolor perdió en 2010 tres gubernaturas.
Asimismo, el dirigente perredista estableció que al igual que la derrota de su partido en Baja California Sur y Zacatecas, PRI y PAN han perdido estados que gobernaban y eso se debe a que “hay un fenómeno de alternancia, donde los electores están castigando a los gobernantes inmediatos”.
Antes, la corriente Izquierda Democrática Nacional que dirige Dolores Padierna acusó que la derrota en Baja California Sur fue una “entrega pactada” del gobernador Agúndez y de Jesús Ortega al PAN, a cambio de que ese partido apoye a Guadalupe Acosta como candidato de una alianza con el PRD en Nayarit.
Acompañada del diputado local Alejandro Sánchez Camacho e integrantes de la dirección del partido, miembros de IDN, Padierna acusó que lo que ocurrió en Baja California Sur “no fue una derrota sino una entregada pactada”, a cambio del apoyo del gobierno federal y del PAN a las aspiraciones de Acosta Naranjo.
A ello se suma la declinación del PAN en Guerrero, el acuerdo electoral en Hidalgo y la posibilidad de que el PRD no postule candidato en Coahuila y apoye al candidato panista, Guillermo Anaya.
En respuesta, Ortega aseguró que “con el pretexto de la libertad de expresión, todo mundo tiene derecho a decir hasta tonterías y boberías”.
México • Liliana Padilla, Milenio, 9 de febrero.
Sin embargo, desestimó lo ocurrido y exigió: “no seamos tan dramáticos, se perdió una elección y a lo largo de la lucha política se pierden elecciones como se ganan. En esta lucha política constante, permanente, nadie puede aspirar, ahora menos, a ganar, siempre está el riesgo de perder una elección”.
Dijo que además de la alternancia, otra causa de la derrota fue la división interna, por lo que la enseñanza es que el PRD debe apostar por candidaturas de unidad, particularmente rumbo a las elecciones presidenciales de 2012.
Ortega señaló que su partido no pude decir que se siente traicionado por el PAN, y pese a que ha sido su aliado en varios estados, “en términos nacionales somos contrincantes”.
Sobre la declaración de Beatriz Paredes, líder nacional del PRI, sobre que “no hay derrota donde no se gobierna”, Ortega consideró que se trata de “una peculiar forma de no asumir la realidad”, y recordó que el tricolor perdió en 2010 tres gubernaturas.
Asimismo, el dirigente perredista estableció que al igual que la derrota de su partido en Baja California Sur y Zacatecas, PRI y PAN han perdido estados que gobernaban y eso se debe a que “hay un fenómeno de alternancia, donde los electores están castigando a los gobernantes inmediatos”.
Antes, la corriente Izquierda Democrática Nacional que dirige Dolores Padierna acusó que la derrota en Baja California Sur fue una “entrega pactada” del gobernador Agúndez y de Jesús Ortega al PAN, a cambio de que ese partido apoye a Guadalupe Acosta como candidato de una alianza con el PRD en Nayarit.
Acompañada del diputado local Alejandro Sánchez Camacho e integrantes de la dirección del partido, miembros de IDN, Padierna acusó que lo que ocurrió en Baja California Sur “no fue una derrota sino una entregada pactada”, a cambio del apoyo del gobierno federal y del PAN a las aspiraciones de Acosta Naranjo.
A ello se suma la declinación del PAN en Guerrero, el acuerdo electoral en Hidalgo y la posibilidad de que el PRD no postule candidato en Coahuila y apoye al candidato panista, Guillermo Anaya.
En respuesta, Ortega aseguró que “con el pretexto de la libertad de expresión, todo mundo tiene derecho a decir hasta tonterías y boberías”.
México • Liliana Padilla, Milenio, 9 de febrero.
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