WASHINGTON.— La secretaria estadounidense de Seguridad Interna, Janet Napolitano, anunció que entre sus objetivos para combatir la inmigración indocumentada en 2012 está la expulsión de unos 200 mil inmigrantes con antecedentes penales, en una acción que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, que rechazan los criterios de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) para llevar a cabo detenciones y deportaciones de cerca de mil inmigrantes al día.
La cifra de deportaciones propuesta supondrá un aumento de casi 5 mil indocumentados con antecedentes penales con relación a 2010. Para alcanzarla, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) pidió extender el programa Comunidades Seguras a casi todo el territorio, con el que las cárceles locales y estatales podrán comprobar —con bases de datos federales— los antecedentes de los indocumentados.
El presupuesto para 2012 prevé un aumento de 157 millones de dólares para “expulsar a más de 200 mil extranjeros”, dijo Napolitano en su informe presentado al Comité de Seguridad Interna del Senado el jueves pasado.
Activistas critican medida
“El problema de este tipo de programas (antiinmigrantes) es que los oficiales de la ICE arrestan a cualquier persona para alcanzar sus cuotas. Con ello lo que se ha conseguido es crear un ambiente de inseguridad y criminalizar a la comunidad latina”, denunció Gustavo Andrade, dirigente de la Casa de Maryland, una de las organizaciones más activas en la costa este de EU.
Comentó que “el problema es el costo del programa, que supone invertir cerca de 12 mil 500 dólares por el arresto, detención y deportación de cada persona. Este gasto es absurdo en momentos en que el país sufre una crisis presupuestal sin precedentes, que ha obligado a varios estados a recortar gastos en educación, seguridad o servicios”.
Sarahi Uribe, de la Red Nacional de Jornaleros, comentó que “aunque Janet Napolitano diga que este programa sólo se enfoca en personas que hayan cometido delitos graves, la realidad y las cifras son drásticamente diferentes”.
Afirmó que “cerca de 28% de las personas detenidas no tenía antecedentes de ningún tipo y hasta 79% sólo había cometido infracciones de tránsito”.
En su informe, Napolitano dijo que la intención del ICE es mantener el ritmo de detenciones y deportaciones que, según las tendencias, afectarán en primer lugar a mexicanos (71%) y a indocumentados de Centroamérica.
La cifra de deportaciones propuesta supondrá un aumento de casi 5 mil indocumentados con antecedentes penales con relación a 2010. Para alcanzarla, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) pidió extender el programa Comunidades Seguras a casi todo el territorio, con el que las cárceles locales y estatales podrán comprobar —con bases de datos federales— los antecedentes de los indocumentados.
El presupuesto para 2012 prevé un aumento de 157 millones de dólares para “expulsar a más de 200 mil extranjeros”, dijo Napolitano en su informe presentado al Comité de Seguridad Interna del Senado el jueves pasado.
Activistas critican medida
“El problema de este tipo de programas (antiinmigrantes) es que los oficiales de la ICE arrestan a cualquier persona para alcanzar sus cuotas. Con ello lo que se ha conseguido es crear un ambiente de inseguridad y criminalizar a la comunidad latina”, denunció Gustavo Andrade, dirigente de la Casa de Maryland, una de las organizaciones más activas en la costa este de EU.
Comentó que “el problema es el costo del programa, que supone invertir cerca de 12 mil 500 dólares por el arresto, detención y deportación de cada persona. Este gasto es absurdo en momentos en que el país sufre una crisis presupuestal sin precedentes, que ha obligado a varios estados a recortar gastos en educación, seguridad o servicios”.
Sarahi Uribe, de la Red Nacional de Jornaleros, comentó que “aunque Janet Napolitano diga que este programa sólo se enfoca en personas que hayan cometido delitos graves, la realidad y las cifras son drásticamente diferentes”.
Afirmó que “cerca de 28% de las personas detenidas no tenía antecedentes de ningún tipo y hasta 79% sólo había cometido infracciones de tránsito”.
En su informe, Napolitano dijo que la intención del ICE es mantener el ritmo de detenciones y deportaciones que, según las tendencias, afectarán en primer lugar a mexicanos (71%) y a indocumentados de Centroamérica.
Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 19 de febrero.
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