La justicia cubana condenó ayer a 15 años de prisión al contratista estadunidense Alan Gross, al que acusa de espionaje, al considerar probada su participación en un “proyecto subversivo del gobierno de Estados Unidos” contra el gobierno de La Habana mediante el uso de sistemas de info-comunicaciones.
Una semana después de celebrarse el juicio sobre este caso, la televisión estatal divulgó ayer la sentencia del Tribunal Provincial de La Habana, que rebajó cinco años la petición de pena que formuló inicialmente la Fiscalía.
Tras conocerse el fallo, el gobierno de Estados Unidos lo deploró, dijo que supone otra “injusticia” contra Gross y exigió su inmediata puesta en libertad.
Según Cuba, este contratista de 61 años es culpable de un delito de “actos contra la independencia o integridad territorial del Estado” por participar en un “proyecto subversivo del gobierno de EU” encaminado a “destruir” la revolución con sistemas de info-comunicaciones ilegales en la isla.
INSTIGADOR. La sentencia apunta a Washington como instigador de ese proyecto, al reseñar que Gross reconoció en el juicio haber sido “utilizado y manipulado” por la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID) “subordinada al Departamento de Estado y que financia a la empresa contratista DAI (Development Alternatives), en nombre de la cual Gross vino a Cuba”.
Según el fallo, Alan Gross podrá presentar “en su momento” recurso de anulación de la sentencia ante el Tribunal Supremo de la isla.
ANTECEDENTE. Gross fue arrestado en La Habana en diciembre de 2009 por distribuir equipos satelitales a una comunidad judía en la isla, si bien las autoridades cubanas no presentaron cargos contra él hasta 15 meses después, en febrero pasado, cuando se anunció su juicio.
A lo largo de estos meses, el gobierno estadunidense ha reclamado en numerosas ocasiones la libertad sin condiciones del contratista, al considerar que lo que hizo no es un delito y que su detención fue injusta.
Al conocerse ayer la sentencia, el gobierno del presidente Barack Obama volvió a exigir la liberación inmediata de Gross para poner fin a “su largo martirio” y que pueda regresar a su hogar en Estados Unidos.
La Crónica, 13 de marzo
Una semana después de celebrarse el juicio sobre este caso, la televisión estatal divulgó ayer la sentencia del Tribunal Provincial de La Habana, que rebajó cinco años la petición de pena que formuló inicialmente la Fiscalía.
Tras conocerse el fallo, el gobierno de Estados Unidos lo deploró, dijo que supone otra “injusticia” contra Gross y exigió su inmediata puesta en libertad.
Según Cuba, este contratista de 61 años es culpable de un delito de “actos contra la independencia o integridad territorial del Estado” por participar en un “proyecto subversivo del gobierno de EU” encaminado a “destruir” la revolución con sistemas de info-comunicaciones ilegales en la isla.
INSTIGADOR. La sentencia apunta a Washington como instigador de ese proyecto, al reseñar que Gross reconoció en el juicio haber sido “utilizado y manipulado” por la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID) “subordinada al Departamento de Estado y que financia a la empresa contratista DAI (Development Alternatives), en nombre de la cual Gross vino a Cuba”.
Según el fallo, Alan Gross podrá presentar “en su momento” recurso de anulación de la sentencia ante el Tribunal Supremo de la isla.
ANTECEDENTE. Gross fue arrestado en La Habana en diciembre de 2009 por distribuir equipos satelitales a una comunidad judía en la isla, si bien las autoridades cubanas no presentaron cargos contra él hasta 15 meses después, en febrero pasado, cuando se anunció su juicio.
A lo largo de estos meses, el gobierno estadunidense ha reclamado en numerosas ocasiones la libertad sin condiciones del contratista, al considerar que lo que hizo no es un delito y que su detención fue injusta.
Al conocerse ayer la sentencia, el gobierno del presidente Barack Obama volvió a exigir la liberación inmediata de Gross para poner fin a “su largo martirio” y que pueda regresar a su hogar en Estados Unidos.
La Crónica, 13 de marzo
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