Directivos y representantes de 700 medios de comunicación de todo el país firmaron ayer un Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia, que permita garantizar la libertad de expresión en el entorno de criminalidad que sufre el país, y, a la vez, propiciar un periodismo de mayor profundidad y limitar los efectos propagandísticos de la delincuencia organizada.
En un acto realizado en el Museo de Antropología en la capital del país, los representantes de medios —cadenas de televisión y radio, periódicos, revistas y otros medios impresos, así como portales electrónicos—, se comprometieron a atender criterios editoriales comunes orientados a que la cobertura informativa de la violencia que genera la delincuencia con el propósito de propagar el terror, no sirva para esos fines.
El presidente de La Crónica de Hoy, Jorge Kahwagi Gastine, quien llegó acompañado por el diputado federal y presidente del Partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi Macari, suscribió el documento.
“Quienes lo suscribimos nos planteamos los objetivos y asumimos los principios rectores de los criterios editoriales que este acuerdo comprende”, explicó el periodista de Televisa, Carlos Loret de Mola, quien junto con su colega Sergio Sarmiento, de Televisión Azteca, condujo la ceremonia de la firma de este compromiso.
Entre los objetivos del documento están además establecer mecanismos que impidan que los medios se conviertan en instrumentos involuntarios de la propaganda del crimen organizado; definir criterios para la protección de la identidad de las víctimas de la violencia generada por la delincuencia organizada; establecer mecanismos para la protección de los periodistas en situaciones de riesgo; promover el respeto a la legalidad, el combate a la impunidad y la participación ciudadana.
Otros objetivos son, además, sumar al más amplio número de medios al Acuerdo y, de manera especial, a aquellos que se encuentran en las zonas de mayor conflicto, y crear mecanismos de seguimiento del Acuerdo que permitan conocer el grado de apego al mismo.
El Acuerdo explica que México vive una situación sin precedentes por los niveles y las formas que ha adoptado la violencia que proviene de la delincuencia organizada, y que esta situación ha puesto a prueba la capacidad del Estado para combatir a los grupos que han hecho del terror su modo de operar.
Expone que el poder intimidatorio y corruptor criminal se ha constituido en una amenaza a las instituciones y prácticas que sustentan la vida democrática del país.
El texto explica que la delincuencia y el terror que ésta ha logrado propagar, amenaza ya en algunos lugares del país las libertades fundamentales de la sociedad y que la posibilidad de expresarse, de reunirse o de transitar libremente está muy limitada en localidades importantes del país.
“Los medios no somos ajenos a esta situación. Según los organismos internacionales más importantes en la materia, México es uno de los países más riesgosos para ejercer el periodismo y la libertad de prensa por la presión de la delincuencia organizada”, destaca el documento, mismo que fue leído en la ceremonia.
Agrega que el reto que hoy se enfrenta desde los medios es seguir informando a la sociedad en un contexto de alto riesgo. “Para lograrlo, necesitamos de una estrategia que permita a los informadores continuar con su trabajo y no dejar que el terror vaya cancelando plazas informativas. Hoy, la libertad de expresión está amenazada”, asienta.
Los principios rectores del acuerdo son el respeto a las libertades de expresión y de prensa, la independencia editorial de cada medio, la obligación de los medios para informar con profesionalismo y la responsabilidad social de los medios sobre lo que informan.
Y los criterios editoriales están condensados en los siguientes diez puntos:
Tomar postura en contra; no convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada; dimensionar adecuadamente la información; atribuir responsabilidades explícitamente; no prejuzgar culpables; cuidar a las víctimas y a los menores de edad; alentar la participación y la denuncia ciudadana; proteger a los periodistas; solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios; y no interferir en el combate a la delincuencia.
El acuerdo fue suscrito como parte de la segunda edición de la Iniciativa México y los firmantes fueron representantes de 62 grupos que operan diarios nacionales, revistas y cadenas de radio y TV, entre éstas Televisa y TV Azteca.
Entre los asistentes estuvo el director de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín, quien expresó que los comunicadores “necesitamos ser capaces de decirle a la sociedad la verdad cruda de lo que pasa, sin volvernos involuntariamente en voceros de los intereses de la violencia, uno de cuyos objetivos es aterrorizar”
“Los medios tenemos la responsabilidad central de modular con todo rigor la información que damos para decir lo que sucede sin magnificar lo que sucede”, agregó.
El acuerdo fue concertado después de reiteradas críticas del presidente Felipe Calderón a los medios por destacar noticias sobre hechos violentos, sin dar también relevancia a información positiva del país.
La Crónica, 25 de marzo de 2011.
En un acto realizado en el Museo de Antropología en la capital del país, los representantes de medios —cadenas de televisión y radio, periódicos, revistas y otros medios impresos, así como portales electrónicos—, se comprometieron a atender criterios editoriales comunes orientados a que la cobertura informativa de la violencia que genera la delincuencia con el propósito de propagar el terror, no sirva para esos fines.
El presidente de La Crónica de Hoy, Jorge Kahwagi Gastine, quien llegó acompañado por el diputado federal y presidente del Partido Nueva Alianza, Jorge Kahwagi Macari, suscribió el documento.
“Quienes lo suscribimos nos planteamos los objetivos y asumimos los principios rectores de los criterios editoriales que este acuerdo comprende”, explicó el periodista de Televisa, Carlos Loret de Mola, quien junto con su colega Sergio Sarmiento, de Televisión Azteca, condujo la ceremonia de la firma de este compromiso.
Entre los objetivos del documento están además establecer mecanismos que impidan que los medios se conviertan en instrumentos involuntarios de la propaganda del crimen organizado; definir criterios para la protección de la identidad de las víctimas de la violencia generada por la delincuencia organizada; establecer mecanismos para la protección de los periodistas en situaciones de riesgo; promover el respeto a la legalidad, el combate a la impunidad y la participación ciudadana.
Otros objetivos son, además, sumar al más amplio número de medios al Acuerdo y, de manera especial, a aquellos que se encuentran en las zonas de mayor conflicto, y crear mecanismos de seguimiento del Acuerdo que permitan conocer el grado de apego al mismo.
El Acuerdo explica que México vive una situación sin precedentes por los niveles y las formas que ha adoptado la violencia que proviene de la delincuencia organizada, y que esta situación ha puesto a prueba la capacidad del Estado para combatir a los grupos que han hecho del terror su modo de operar.
Expone que el poder intimidatorio y corruptor criminal se ha constituido en una amenaza a las instituciones y prácticas que sustentan la vida democrática del país.
El texto explica que la delincuencia y el terror que ésta ha logrado propagar, amenaza ya en algunos lugares del país las libertades fundamentales de la sociedad y que la posibilidad de expresarse, de reunirse o de transitar libremente está muy limitada en localidades importantes del país.
“Los medios no somos ajenos a esta situación. Según los organismos internacionales más importantes en la materia, México es uno de los países más riesgosos para ejercer el periodismo y la libertad de prensa por la presión de la delincuencia organizada”, destaca el documento, mismo que fue leído en la ceremonia.
Agrega que el reto que hoy se enfrenta desde los medios es seguir informando a la sociedad en un contexto de alto riesgo. “Para lograrlo, necesitamos de una estrategia que permita a los informadores continuar con su trabajo y no dejar que el terror vaya cancelando plazas informativas. Hoy, la libertad de expresión está amenazada”, asienta.
Los principios rectores del acuerdo son el respeto a las libertades de expresión y de prensa, la independencia editorial de cada medio, la obligación de los medios para informar con profesionalismo y la responsabilidad social de los medios sobre lo que informan.
Y los criterios editoriales están condensados en los siguientes diez puntos:
Tomar postura en contra; no convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada; dimensionar adecuadamente la información; atribuir responsabilidades explícitamente; no prejuzgar culpables; cuidar a las víctimas y a los menores de edad; alentar la participación y la denuncia ciudadana; proteger a los periodistas; solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios; y no interferir en el combate a la delincuencia.
El acuerdo fue suscrito como parte de la segunda edición de la Iniciativa México y los firmantes fueron representantes de 62 grupos que operan diarios nacionales, revistas y cadenas de radio y TV, entre éstas Televisa y TV Azteca.
Entre los asistentes estuvo el director de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín, quien expresó que los comunicadores “necesitamos ser capaces de decirle a la sociedad la verdad cruda de lo que pasa, sin volvernos involuntariamente en voceros de los intereses de la violencia, uno de cuyos objetivos es aterrorizar”
“Los medios tenemos la responsabilidad central de modular con todo rigor la información que damos para decir lo que sucede sin magnificar lo que sucede”, agregó.
El acuerdo fue concertado después de reiteradas críticas del presidente Felipe Calderón a los medios por destacar noticias sobre hechos violentos, sin dar también relevancia a información positiva del país.
La Crónica, 25 de marzo de 2011.
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