Migrantes señalan abuso de militares

TIJUANA. Seis migrantes interpusieron una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en este municipio de Baja California, para denunciar que fueron golpeados por militares que los interceptaron mientras trataban de cruzar a Estados Unidos.

La coordinadora de la comisión en esta ciudad, Gabriela Navarro Peraza, confirmó que los afectados presentaron una queja, que será enviada a las oficinas centrales.

Según señalaron los migrantes, hace una semana, a la altura del poblado de Jacumé, en el municipio de Tecate, el grupo estaba cerca de la línea divisoria con el país vecino cuando varios soldados se acercaron a preguntarles qué hacían en ese lugar.

Luego, afirmaron, los uniformados les ordenaron bajarse los pantalones y formarse en línea para después golpearlos uno a uno con una tabla hasta dejarles los glúteos totalmente amoratados, según se constató en evidencias presentadas.

La mayoría de los afectados se regresó a sus lugares de origen y otros decidieron reintentar el cruce.

Navarro dijo que ante la evidencia de los golpes, “las autoridades militares deberán responder por la actuación de sus elementos”, aunque admitió que en este caso aparentemente fallaron los hombres, no la institución.

Mencionó que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre la identidad de los elementos que se encontraban patrullando la frontera a la hora y fecha que ocurrieron los hechos.

La funcionaria adelantó que ante la irrefutable prueba de los golpes, la CNDH podría presentar incluso una recomendación por la golpiza, la cual calificó de “muy salvaje”, lo que implica una violación a sus derechos, pero también una humillación.

Jacumé se encuentra a unos 70 kilómetros al este de Tijuana, y de acuerdo con defensores de derechos, es un área controlada por los traficantes de personas.

La derechohumanista lamentó que se registrara el abuso contra migrantes, los más vulnerables en la zona fronteriza porque están lejos de su hogar y se encuentran de paso, y con riesgo y miedo de sufrir represalias si denuncian los casos de que son víctimas.


Dos quejas semanales

Navarro Peraza explicó que la CNDH en esta región recibe un promedio de dos quejas por semana por supuestos abusos militares.

Refirió que ese número es menor que lo que se recibió durante el año pasado, y está por debajo de la estadística de 2009, pero eso no significa que se registren menos abusos contra la población, sino que podría ser que la gente no denuncie por temor.

Personal militar se ha sometido a constantes cursos de capacitación sobre derechos humanos, dijo al considerar que casos como éste indican una posible falla del elemento humano, no de la institución.


Julieta Martínez corresponsal, El Universal, 17 de mayo.

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