Recibe Encinas último empujón

NEZAHUALCÓYOTL, Méx.— El cierre de campaña de Alejandro Encinas, candidato de la coalición “Unidos podemos más” a la gubernatura mexiquense, volvió a reunir a los personajes de la izquierda, con quienes arrancó en mayo pasado sus recorridos en la entidad.

Junto al candidato de PRD, PT y Convergencia, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Jesús Zambrano compartieron ayer el templete frente a unas 20 mil personas en la explanada cívica de este municipio.

Cuauhtémoc Cárdenas no pudo asistir al encuentro debido a un problema de salud familiar, de acuerdo con lo dicho por el equipo de campaña.

En cambio, en el templete estuvieron presentes Pablo Gómez, Dolores Padierna y funcionarios del gobierno del DF y diputados federales y locales.

Fue inevitable que López Obrador y Ebrard, los dos precandidatos del PRD a la Presidencia de la República, fueran fotografiados juntos. Mientras Encinas pronunció su discurso, ambos protagonistas quedaron codo a codo y entablaron una conversación en la que se compartieron risas y sonrisas.

Antes, Encinas había quedado en medio de los dos. En un instante, el candidato los abrazó. Lejos de los micrófonos habló con ellos, con una sonrisa de por medio. La acción fue evidente. Les pidió que se miraran de frente, que se saludaran, a lo que el jefe de Gobierno del DF y su antecesor terminaron cediendo. Intentaron evitarlo, pero al final sus miradas se cruzaron, sonrieron y estrecharon sus manos.

Era la imagen pública que más tarde refrendó López Obrador. Ya habían desayunado juntos en un restaurante cercano. En su oportunidad, frente al gentío, el llamado presidente legítimo envió un mensaje a lo que él llama “la mafia del poder”: “Se van a quedar con las ganas de vernos divididos, va a haber unidad siempre en nuestras filas”. Pero después, omitió saludar a Jesús Zambrano, el líder nacional del PRD.

López Obrador dio un discurso enérgico. Señaló a Eruviel Ávila, el aspirante del PRI, como “el candidato de la mafia en el poder de nuestro país, el candidato de los 30 potentados que se creen amos y señores de México, los que han provocado la crisis económica, de inseguridad y violencia que se padece en todo el país”. La contienda es contra ellos, dijo.

Calificó a Eruviel Ávila, del PRI, de “títere” y “pelele” y atajó: “En esta elección comienza el proceso hacia las elecciones presidenciales de 2012, en la que esta mafia quiere imponer a (Enrique) Peña Nieto en la Presidencia”.

Fue entonces cuando dijo que las izquierdas estarán unidas, reconoció a Ebrard como un “extraordinario gobernador” y auguró un triunfo de la izquierda unida en 2012.

A Encinas, Andrés Manuel López Obrador le dio respaldo total. Dijo que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) está con él completamente. Convocó a la multitud a trabajar para darle la victoria y “no dejar pasar esta oportunidad histórica, pues se tiene al mejor candidato; Encinas es un hombre con convicciones, con ideales, con principios y experiencia de gobierno, es garantía de que el presupuesto se va a distribuir con justicia”, en caso de que llegue a ser gobernador.

Antes, Marcelo Ebrard fue breve. De Encinas, dijo que es un hombre que “lo que dice, lo hace; lo que promete ya lo hizo como jefe de Gobierno”. Ebrard encendió a la multitud. “Hoy les decimos a los del PRI… (una rechifla lo interrumpió), que el 3 de julio, Alejandro Encinas y el pueblo del Estado de México los van a sacar del palacio de Toluca para tener un gobierno honesto”, afirmó el mandatario capitalino.

Por la noche, el tradicional pueblo pirotécnico de Tultepec recibió a Encinas con una fiesta de fuegos artificiales. Así terminaba el último fin de semana antes de los comicios. Ahí también estuvo acompañado por López Obrador.


Rafael Montes enviado, EL Universal, 27 de junio.

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