Cofetel avanza en la transición digital con la política de 2004

La Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) ayer tomó tres decisiones relevantes para el sector. El pleno acordó avanzar en la transición a la televisión digital terrestre (TDT) a través de la política de 2004, mientras el decreto presidencial para el apagón analógico continúa suspendido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Asimismo, envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria reglas especiales para los operadores que tengan poder sustancial en los mercados mayoristas de servicio de arrendamiento de enlaces dedicados locales, de larga distancia nacional, larga distancia internacional e interconexión, como Teléfonos de México (Telmex). Como tercer acuerdo relevante el pleno decidió ayer enviar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) la propuesta de inicio de sanción contra Cablevisión, empresa de Televisa que incumplió disposiciones reglamentarias y administrativas, y sobre la que se confirmaron quejas ciudadanas sobre la mala calidad de los servicios. La Cofetel pretende comenzar una consulta entre los interesados en que se realice la transición a la televisión digital. Expuso que para conseguirlo se requerirán antenas y decodificadores de bajo costo, cuyo financiamiento deberá resolver el Congreso, así como fondos para que la infraestructura de los permisionarios pueda transitar de la TDT, y se condicionarán los recursos a la compartición de infraestructura y al acceso de programadores de contenidos no comerciales. Involucrados en la industria de la radiodifusión señalaron que la estrategia de la Cofetel para lograr el apagón analógico será una copia fiel de la experiencia argentina, donde el reparto masivo de televisores y decodificadores le dio el triunfo al partido de la presidenta Cristina Fernández. Señalaron que el modelo fue estudiado por el jefe de la Unidad de Radio y Televisión de la Cofetel, Fernando Borjón, quien estuvo hace una semanas en Argentina para conocer el mecanismo de repartición de decodificadores y televisores que tiene más tintes electoreros que de desarrollo y cambio tecnológico, sobre todo en un país donde existen regiones que no tienen electricidad y mucho menos televisores de bulbos. Miriam Posada García, La Jornada, 13 de septiembre.