Mi piel es del color del cacao

Había prometido alejarse de la política pero regresa por sus propios fueros. Transparente como siempre, es la orgullosa hermana del Presidente: ¿Nos puede recordar por qué le dicen Cocoa? Porque tengo mi piel del color del cacao. ¿Y ha probado la coca? No... la Coca-Cola, sí. Segura que no se ha mareado últimamente, ¿candidata? Tengo los pies bien puestos en la tierra. Algunos dicen que anda como muy Speedy González, ¿no? ¿Muy veloz? Sí. Llevo más de 60 municipios recorridos. ¿Prometer miles de apoyos no es de acelerados? No. Es necesario que la gente pueda salir adelante. Desesperada, ¿candidata? No. Muy tranquila. Detengámonos, ¿sus promesas dicen más de lo que está hecha o de cómo nos perciben? Mis promesas dicen cómo hacer las cosas. Hay que hacerlas con orden. Mi estado está hecho un desorden. En esto de las promesas, ¿quién está burlando a quién? No. Yo no me estoy burlando. ¿Le gustaría saber cómo le fue a este gobierno con sus promesas? A cuál de todos los gobiernos. Porque el mío dice que trabajó y simplemente no hubo gobierno. ¿El federal incluso se hacía llamar el “gobierno del empleo“? Pues sí. Hubo una crisis mundial y ya recuperó un millón quinientos mil empleos entre el año pasado y éste. Por cierto, ¿qué es eso de la tarjeta llamada La Ganadora? Es mi palabra empeñada. Qué diría Gómez Morín —que Dios lo tenga en su gloria—, de semejante compra de votos. No. No es compra de votos. Es mi palabra empeñada. ¿Más o menos cuánto están costando los votos? No lo sé. Camino muchos kilómetros y lo que más me interesa es que la gente me vea a los ojos y saber si me está creyendo. ¿Es un gasto similar a su protección? No. El gasto de mi protección lo hace menos. ¿Qué sabe o con quién se ha metido que la protegen tanto? Soy hermana del Presidente y me cuidan desde el primero de diciembre de 2006. Pero créeme que te la cambio por tu libertad. ¿No ha escuchado a su hermano decir que “no tengamos miedo”? He escuchado a mi hermano decir que hay que hacer que las cosas se cumplan y mi hermano oía a mi papá, que decía que hay que hacer lo que se debe. Amenazada, ¿candidata? No. En fin, ¿sabe usted la diferencia entre llegar e imponerse? Sí sé. Y yo voy a llegar. ¿Pensará que ganará? Voy a ganar. Y si no gana, ¿qué hará? Pues nada. Seguiré mi vida. Yo soy una mujer completa. Oiga, ¿que usted es psicóloga? Sí, bueno, era psicóloga. ¿Y que hizo su tesis sobre la abstinencia en farmacodependientes? Sobre la relajación. ¿Qué la ánimo a ocuparse del tema? Trabajé en centros de integración juvenil. Era muy difícil que los chavos pudieran, después de su decisión de dejar la droga, mantenerse si había una ansiedad terrible. ¿Hay mucha adicción en Michoacán? Sí. De los mayores estados con alcoholismo, ¿no? Es con cristal. Viéndolo a distancia parece que desde su tesis ya pensaba combatir a los narcos. Mira, cuando trabajaba con los farmacodependientes vi cómo los policías extorsionaban a los chavos. Y entonces dije: es en el ámbito político donde hay que resolverlo. ¿Y hay solución? Hay solución si participamos muchos. Hablando de soluciones, ¿el poder tiene cura? El poder si es para servir es bueno. ¿Y el nepotismo? El nepotismo no. ¿No tiene cura? Mira, cuando estudié antropología, lo primero que aprendí es que en todas las épocas el poder se hereda de una manera u otra. ¿Usted lo hereda? Lo heredo de mi familia y aprendí a servir a México desde muy chiquita. Por cierto, ¿cómo está la familia? Muy bien. Bien que usted le cumplió su palabra al hermano, ¿no? Sí le cumplí y después reventaron unas granadas en el corazón de mi ciudad y volví a la política. Y el Presidente también parece que le está cumpliendo, ¿no? En qué… ¿Hay que ganar Michoacán por sobrevivencia o por capricho? No. Hay que ganar Michoacán para servirle. ¿En algún lugar se tendrá que proteger al Presidente? No, no tiene que ver mi gobierno con el Presidente. ¿Usted también cree que se irá a vivir a otro país? Creo que va a seguir viviendo con su familia buscando su desarrollo. Con tanta inseguridad que hay, ¿no le recomendaría que se fuera? No. El Presidente es grandecito y sabe lo que le toca hacer. Muchas desapariciones, ¿no? Sí. Muchas desapariciones y mucha ineficiencia en los poderes. En La Haya parece que lo reclaman. Sí, ya leí que lo fueron a denunciar. ¿Qué pasará? Lo que La Haya y lo que la Corte y las leyes digan. En fin, ¿pierden Michoacán y pierden Los Pinos? No. En mi casa aprendimos que cada quien es responsable de sus actos y de sus consecuencias. Y si gana el PRI, ¿se acaba el narco? No. Ahí sigue. ¿Gobierno de coalición? Gobierno, en todo caso, de objetivos comunes que tengan que ver con mejorar Michoacán. Los Cárdenas están muy calladitos, ¿no? Sí. Y yo creo que en Michoacán también se extraña un gobierno con una idea socialista. ¿Y usted lo es? Yo soy una mujer que cree en la sociedad. Los Calderón contra los Cárdenas, ¿ni con Shakespeare? No. Cada Calderón tiene su tarea que hacer. ¿Qué la doctrina del PAN no era acabar precisamente con los cacicazgos locales? Sí. Por eso estoy buscando el voto de cada ciudadano. ¿Ha visto al hermano de Godoy? No lo conozco. ¿Y a los Caballeros Templarios? No los he visto. ¿Y a algún iraní? ¡Noo! Entonces, ¿limpiará Michoacán del crimen? Voy a fortalecer las instituciones para que cumplan con su tarea. ¿Con cuál cártel? Con los Ministerios Públicos, los voy a revisar, que tengan los instrumentos suficientes y la ciudadanía les va a dar seguimiento. Ése es otro compromiso, ¿candidata? Ése es mi compromiso primero. La participación ciudadana, la transparencia. Oiga, ¿y a usted le gustan las morelianas? Me encantan. Son unas, pues unos dulcecitos de cajeta ricos. ¿Y las cocotas? No las conozco. Volvamos, ¿es usted la hermana mayor? Soy la hermana de en medio. Y usted cuidaba a los hermanos menores, supongo. Jugaba mucho con ellos. ¿Les cambiaba los pañales? Todos teníamos tareas en mi casa, desde tender nuestra cama, ir por el pan. ¿Y en su familia solían cantar la de “Los diez perritos”? No. En mi familia cantábamos muchas otras canciones. ¿O sumaban corderos para dormir tranquilos? No. Dormíamos siempre muy tranquilos. ¿El cordero de ahora no le parece una pesadilla? No. Yo casi nunca tengo pesadillas. De los siete que tenían ya nomás les quedan tres, ¿no? Está bien. ¿Va con Josefina pero juega con Creel? No. Ahora estoy buscando mi gubernatura. Hablando de nombres, ¿quién les habrá puesto Fausto al priista y Silvano al perredista? ¡No sé!, pero son nombres muy feos los dos. ¿Se habrán creído reyes y mitos desde chiquitos? No. Ellos no son responsables por el nombre que les pusieron sus papás. En los molinos del Rey dicen que hay uno que se siente el nuevo siervo de la Nación. Ah, ¿sí? Michoacano como… Don Morelos y Pavón Don José María Morelos era un hombre de instituciones y de mucha fuerza. Usaba muy bien al Ejército, ¿no? Sí, era muy buen estratega. ¿La megalomanía se contagia? No. Se aprende generalmente y se tolera. ¿Y la improvisación? Bueno, ésa es parte de nuestra creatividad y de nuestra capacidad de resolver problemas. Difícil ser la hermana del Presidente, ¿no? No es difícil. Soy una orgullosa hermana del Presidente. Oiga, ¿y de dónde sacó la frase: “Hasta la victoria”? Hace mucho que la repetimos en el PAN. ¿Y la de “No pasarán”? Ésa no la he dicho yo. La han dicho los chicos que están ahí en las porras. ¿Eso es comunismo, por Dios, Cocoa? ¡Por Dios!... eso es intolerancia. A ver si el Presidente no le dice a la Suprema Corte y la acusa con el Vaticano El Presidente no tiene que meterse con la Suprema Corte, es otro Poder. Y el Vaticano puede hacer lo que le dé la gana. Lo que sigue es criminalizar a las madres solteras, ¿no? Yo soy una madre soltera. ¿Y lo saben las panistas? Todo mundo lo sabe. Cuando le dije a don Luis H. Álvarez me felicitó. Y Carlos Castillo me ofreció ir conmigo al psicoprofiláctico. En un viaje por Polonia, ¿no? No. En un viaje en México y EU. Qué bien que el Estado se meta con su cuerpo, ¿no? No. El Estado debe garantizar la libertad de cada persona. ¿Incluyendo la libertad de decidir sobre su cuerpo? Incluyendo las mujeres y también incluyendo a los no nacidos. No vaya a pensar otra cosa, ¿pero no la veo con el moño rosa? Sí tengo un moño rosa para defender a las mujeres. Por cierto, ¿sabrá el Presidente que a los hombres también nos da cáncer de mama? Sí lo sabe. Y también lo trabaja. Y si le diera a él, ¿sería castigo divino? No. Yo creo que el Presidente ha trabajado incansablemente para que las mujeres puedan prevenir el cáncer. Por Dios, el Presidente no es ingenuo. Oiga, ¿le podemos pedir un favor? A ver si se lo cumplo. ¿Podría decirle al Presidente, su hermano, si nos permite entrevistarlo? Se lo voy a decir. Pero no le prometo que el Presidente le diga que sí. Fernando del Collado, Milenio, 23 de octubre.

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