No tengo ninguna dosis de cinismo

No se vaya a pensar otra cosa, pero es la Beatriz que todos llevamos dentro: Qué gusto verla de vuelta, doña Beatriz. Me da mucho gusto a mí también. ¿Que regresa más recargada que nunca? Bueno, no tanto. Cada época tiene su fuerza. Y además muy guapachosa... Eso sí, eso sí. Cómo dice su canción: que “su voz reanima e invita”. Es una referencia a doña Celia Cruz creyendo, como dijo, que la vida es un carnaval y hay que seguir cantando. Azúcarrr, doña Beatriz. ¡Así es! ¿Todo en usted es original, honesto y sincero? Mire si alguien puede decir que todo en él es original, honesto y sincero, es porque nunca se ha visto en un espejo. ¿Pero sí lo es en sus canciones y poemas? Efectivamente. Por cierto, ¿cuánto tiempo le llevó escribir el poema “Nos falta mucho por hacer”? Es el final de una presentación amplia que hice en una mañana. Allí llama a “no tener miedo” y decir “las cosas por su nombre”. No. Llamo a no tener miedo y decir las cosas por su nombre en un poema que se llama “Quisiera escribir un poema”. Hay que ser valientes, ¿no? Siempre hay que ser valientes. ¿O hay que ponerse los pantalones como nos invita Cordero? Hay gente que anda en shorts y es muy valiente. No tiene que ver con el tipo de ropa la valentía. Detengámonos en una línea de su extenso poema que llama a erradicar el “oportunismo y las concesiones”. Como le digo, forma parte de una convocatoria. Es un poema dedicado a las mujeres de América Latina. Tomando el poema, ¿puedo dejar el miedo y preguntarle si no es usted cínica? En qué escuela quiere usar la palabra cinismo. Los cínicos, según los griegos, tenían algunas características. Los cínicos en la etapa contemporánea tienen una connotación peyorativa. No tengo ninguna dosis de cinismo. Y en México, ¿cómo son? ¿Los cínicos? Pues habría que preguntárselo a quien sea cínico. Yo no lo soy, entonces no sé qué aportar. ¿Congruente? Lo intento. Le puedo igual preguntar, ¿qué le hace pensar que a los capitalinos nos compran con esas ocurrencias? Yo creo que los capitalinos no se venden. ¿Usted cree que se venden? ¿Qué le hace pensar que sí ganará? En este momento soy una ciudadana más que estoy intentando tener una candidatura en los tiempos electorales. ¿No le bastó perder la primera vez? A mí nunca me ha bastado perder, ni me ha bastado ganar. Compito para construir y aportar. Ése es el sentido de la competencia en la política. ¿A poco los priistas de esta ciudad la quieren? Pregúntaselo a los priistas que me quieren, hay otros que no me quieren tanto. Así es, uno nunca tiene la unanimidad. ¿Es verdad que ya negoció con El Peje sobre la ciudad? El Peje es un hombre, que yo sepa, que no negocia con nadie. ¿No se han visto? A El Peje lo veo en los periódicos con mucho interés. Con las huestes de Arce y los verdes, ¿le basta? Mire, no quisiera que se interpretara la entrevista como campaña. Por eso, usted comprenderá que soy muy parca y no expreso mi propuesta. ¿Y cuánto calcula que costarían los votos? ¡Yo nunca he comprado votos! ¿No es cuestión de dinero? No es mi impresión. Música, música para sus oídos. La música toda me gusta. ¿Y en verdad la conocemos todos los capitalinos, doña Beatriz? No sé. Dicen las encuestas que me conoce 88% de los capitalinos y eso lo dicen unas 10 encuestas. ¿Sabremos sus fortalezas? No lo sé. ¿Sus debilidades? Probablemente ésas las va a subrayar gente muy interesada y muy aguda. Por ejemplo, ¿dónde vive? En San Angelín. Ahí tiene su casa. ¿Con quién? Vivo sola con mi sobrino. ¿Algo qué ocultar? Como todos, tenemos claroscuros, zonas luminosas y zonas menos luminosas. Pero soy una mujer que puedo mirar de frente a quien sea. ¿Es de confiar, doña Beatriz? Quienes me conocen dicen que sí. Por cierto, ¿ha de estar feliz con la reciente votación de la Suprema Corte? No sé de qué tema me está usted hablando. ¿No está feliz por criminalizar a las mujeres que aborten? ¿Perdón? ¿No le hace feliz eso? De qué tema me está hablando. De criminalizar a las mujeres, la ley antiaborto. Yo creo que criminalizar a las mujeres por cualquier motivo es un error. ¿No fue en su reinado en el PRI que se aprobaron en los estados leyes antiaborto? ¡Yo no reiné en el PRI! Fui dirigente de un partido democrático, que respeta la opinión democrática de sus correligionarios. ¿Y le hacían caso? Respeto la opinión democrática de mis correligionarios. En el PRI, ¿su moral sigue siendo un árbol que da moras? En el PRI, los priistas tenemos ética pública. ¿No pensará que la mujer mexicana vale tanto como un huipil? Perdóneme, usted habla mucho de precios. Yo no pienso la vida en costos ni en ventas. ¿Cómo le hizo usted para simular que era liberal? Yo no he simulado que soy liberal: ¡Yo soy liberal! Ya en serio, ¿se imagina un país gobernado por usted y Peña Nieto? Tengo que esperar a que se definan los tiempos electorales y los métodos. Y si el licenciado Peña Nieto es candidato, estoy convencida de que gobernará México. Música, música para sus oídos. ¿Qué? ¿va a poner usted música? Porque ahorita estoy oyendo palabras y por cierto no lo veo muy afinado. ¿Un nuevo PRI, doña Beatriz? Un PRI que corresponde a la realidad contemporánea y que tuvo la aptitud para convencer a la mayoría del electorado y de venir de tercera fuerza electoral a primera fuerza electoral. ¿El PRI de Rodrigo Medina en Nuevo León? El PRI de los militantes priistas de todo del país. ¿A usted se le debe ese cambio? No es un cambio. Si algo le aporté al PRI es una gran apertura a una renovación generacional y a la participación de las mujeres. Dice Moreira que éste es “el partido de los resultados”, ¿es correcto? Los gobiernos priistas han dado resultados. ¿Le parece decente que maquillen las cifras como lo hace Peña Nieto? ¡Rechazo que maquille las cifras Peña Nieto! ¿Eso es también el nuevo PRI? Rechazo que haya maquillaje. Seguramente podrán los técnicos aclarar ese punto. ¿Qué le ofreció Peña Nieto para que usted lo apoyara? A mí no me ofreció nadie, ni Peña Nieto ni nadie. No soy una gente que esté en el mercado electoral En fin, ¿a Peña Nieto le sumará votos en el DF, para qué? El DF es muy respetable. No es una caja de generación de votos. ¿Quiere usted un puesto en el gabinete? No me interesan los puestos, me importan las causas. Con esa fortaleza doña Beatriz, ¿por qué no se animó a la Presidencia? Como le digo, no me interesan los puestos, sino las causas. ¿No se decía la priista más poderosa? Yo no sé qué significa el poder. Para mí es solamente un instrumento de servicio. En fin, ¿hay un priista que no mienta? Creo que es una generalización injusta para los priistas. Por ejemplo, ¿mintió De la Madrid al decir que el narco se infiltró con Salinas? No recuerdo esa expresión. ¿Mintió Echeverría al decir que no es culpable de la masacre del 68? ¡Ya lo juzgó la historia! Por cierto, ¿Echeverría fue su mentor y padrino, no? Echeverría era presidente de la República cuando yo ingresé a la política. Mi mentor fue el licenciado Emilio Sánchez Piedras. ¿De Echeverría habremos aprendido a ser populistas? Pues pregúntenselo a los perredistas, que son los campeones del populismo en el DF. Por cierto, ¿ha sumado cuántos años lleva como legisladora? Sí. Por eso estoy en contra de la reelección inmediata, porque sin haber reelección inmediata yo he sido legisladora muchos años. Desde los 21 años… Fui diputada local, efectivamente. ¿Ha vivido fuera del erario? Yo no he vivido del presupuesto. He trabajado en el servicio público y he devengado con dignidad un salario. ¿Y qué ha hecho por el país? Quiero decirle que he trabajado con responsabilidad, con honradez y he tenido resultados tanto en la función pública como en la legislativa. ¿Le deberemos a usted el regreso del PRI? No creo en los liderazgos iluminados, ni en los mesiánicos ni que las personalidades definan el rumbo de la política. Creo que será una decisión que los mexicanos deberán tomar con libertad. Música, música, música… ¡No! Le digo que no lo veo con ningún instrumento, ni entonado. ¡Me parece que es un estribillo que le falta el respeto a la música! Hay voces que hablan de que su riqueza es incalculable. ¡Es absolutamente falso! Que sólo su colección de huipiles es invaluable. La colección de huipiles que tengo me enorgullece mucho y la mayoría son obsequios de artesanas. ¿Es usted, en fin, una priista libre? Soy una persona libre. Soy una persona libre. En fin, qué gusto verla de regreso, doña Beatriz. ¡Nunca he estado de salida! Fernando del Collado, Milenio, 9 de octubre.

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