Conjuran violencia, no rispidez

Los malos augurios fueron conjurados. En ningún punto del territorio michoacano irrumpió la violencia y la jornada electoral, salvo contados incidentes, fue sólo un día de confrontación política. De la tensión en seguridad, se pasó a la pugna de cifras, encuestas y autoproclamaciones de victoria. Apenas segundos después de las 18:00 horas, los tres candidatos a la gubernatura de Michoacán festejaron “su triunfo”, cada quien a su estilo. De todas formas, anoche, cada quien manejó sus encuestas, los números que de acuerdo a cada equipo, les dio lo que cada aspirante a gobernador llamo su virtual victoria. El Ejército, en camiones todo terrenos, la Policía Federal y las corporaciones estatales mantuvieron bajo estricta vigilancia cada uno de los municipios donde se hablaba de “focos rojos” por la posibilidad de la irrupción de grupos armados. Donde sí hubo un bombardeo fue en los sistemas cibernéticos del Instituto Electoral de Michoacán (IEM). Un ataque perpetrado por “hackers” del llamado grupo “Anonymus” puso en jaque por minutos a las autoridades electorales. El portal del IEM fue severamente afectado, tanto que a las 16:00 horas había registrado 4.5 millones de ataques de este grupo, por lo que el IEM determinó bajo su propia página y colocar una carátula del PREP. Al final, no hubo mayores bajas y sólo quedó el registro de una de las nuevas prácticas de “hackers” contra las instituciones electorales. Los festejos Fiel a la costumbre de los Calderón, la panista Luisa María Calderón Hinojosa, Cocoa, hermana del presidente Felipe festejó su posible triunfo con música tradicional. Un mariachi la acompañó en su fiesta nocturna de domingo y le entonó canciones como Juan Colorado en la plaza Morelos. Cocoa estuvo acompañada de la plana mayor del PAN: el presidente del partido, Gustavo Madero, los tres aspirantes a la candidatura presidencial, Ernesto Cordero, Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota. Compartió su triunfo con su hijo Esteban. También tuvo recuerdos de los que se fueron. Les dijo a los suyos que a pesar de la tragedia, en alusión a La Piedad, donde mataron al alcalde Ricardo Guzmán Romero, la gente salió a votar en orden y en paz. Del otro lado, en plaza Melchor Ocampo, el candidato del PRI Fausto Vallejo celebró bajo su propia tendencia de sobriedad. El tres veces alcalde de Morelia tuvo fuerzas todavía para llegar con los suyos a cantar un triunfo, que las autoridades electorales aún no validan a ninguno de los tres. Fausto Vallejo no tuvo mariachi, ni bailó, tampoco lo acompañó su presidente nacional Humberto Moreira, de quien dijo que estaba revisando las actas. Su acto de festejo fue sólo emitir un discurso ante quienes pretenden llevarlo al Solio de Ocampo, como se le llama aquí a la gubernatura. Estuvo acompañado del ex gobernador del estado Ausencio Chávez, mientras una banda entonó canciones para aminorar el frío de la noche y hacer que un festejo de plaza a medias pareciera una fiesta interminable del priísmo que quiere renacer. Del otro lado, en el llamado Obelisco a Lázaro Cárdenas, los perredistas trataron de levantar el ánimo, pero fue casi imposible. Ahí estaba Silvano Aureoles, el candidato de la izquierda, ante unas 300 personas. Una gran mayoría portaba la bandera amarilla del PRD. Silvano advirtió a los suyos que “no vamos a bajar la guardia”. Asentó que tiene ventaja según sus encuestas y que no permitirán que sus adversarios les apliquen “madruguetes”. Ahí estaba también Jesús Zambrano, dirigente nacional del partido, junto con el estatal Víctor Báez, el representante ante el Instituto Electoral de Michoacán, Antonio Soto, y Cristina Portillo, encargada de asuntos de la mujer, bajo una noche fría que dibujaba en los rostros una desolación inusual. Aureoles señaló que está en “empate técnico” con el PRI, que solamente le lleva un punto de ventaja. Al final, pidió a sus huestes no retirarse sin cantar el Himno Nacional. Debajo del coloso de concreto que representa al mítico Lázaro Cárdenas, los del PRD, la izquierda, entonaron el Himno Nacional, como suelen hacerlo con la mano izquierda en alto, con la V de la victoria, aunque a unos kilómetros de ahí, el PREP los situaba en un irremediable tercer lugar. A unos metros, la multitud se comenzó a disgregar, sin embargo, dos jóvenes mantuvieron el espíritu y siguieron brincando en unos largos zancos, usados en las campañas de esta entidad, tratando de mandar una señal de fiesta, pero que al final dejó más un amargo domingo para el PRD, que de seguir la tendencia, podría perder el estado que paradójicamente el nieto del general Cárdenas, del mismo nombre, Lazarito, hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, ganó para la causa. Al final de la jornada, y sin mayores incidentes, los equipos de campaña de los aspirantes se concentraron en sus búnkers para perfilar la estrategia de las próximas horas, que serán cruciales conforme avancen los resultados de las votaciones, especialmente en esta capital y los municipios como Uruapan, Apatzingán, Zamora, Lázaro Cárdenas y Artega, y aquellos donde los partidos centraron su fuerza para captar votos. Ricardo Gómez enviado y corresponsalía, El Universal, 14 de noviembre.

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