Demetrio Sodi a Crónica: "No soy chapulín, lucho por mis ideas", "más que candidato, quiero ser jefe de Gobierno", "la gente está cansada del PRD, porque es evidente que es un partido del desorden"

Demetrio Sodi se le enciende el rostro por la pregunta de Crónica, y con una forzada sonrisa responde: “¿Chapulín yo? ¡No hombre! Eso díganselo a (Marcelo) Ebrard, a Andrés Manuel (López Obrador), a Porfirio (Muñoz Ledo), a (Manuel) Camacho y a tantos otros. Yo soy un simple chapulincito que lucha por sus ideales, contra la injusticia, por mi país y los mexicanos”. Más tranquilo, con el color regresándole al rostro, añade: “Aunque a diferencia de ellos, es que yo no he cambiado de partidos por buscar una chamba. Al PRI y PRD los dejé, porque fui marginado al luchar por la democracia en la ciudad y por votar a favor de la creación del Seguro Popular. Es decir, los abandoné porque van en contra de los mexicanos, a quienes siempre han tenido fregados”. Luego de tomar agua y dar instrucciones a su chofer —dado que la charla se desarrolla en su camioneta—, para llegar más rápido al Parque “Caneguin”, en la colonia Argentina Antigua, donde asistirá a una etapa de las Jornadas Federales de Atención Ciudadana en el DF, Sodi de la Tijera explica: “Mira, del PRI salí en 1994, porque intentaron bloquear el plebiscito que yo propuse y promoví en 1993. Eso lo hicieron (Carlos) Salinas (de Gortari), (Manuel) Camacho, (Marcelo) Ebrard y (Manuel) Aguilera. Pero como no lo lograron y se llevó a cabo este plebiscito, simplemente me marginaron. Por eso renuncié a ese partido. “Del PRD me fui, porque como senador voté a favor del Seguro Popular, cuando Andrés Manuel (López Obrador) había dado la orden que no se hiciera, porque, según él, iba contra el partido. Le respondí que más me interesaba el bienestar de la gente que el partido. Y de nuevo, fui marginado por lo que también renuncié”. A unos días de que rinda su Segundo Informe de Labores, el jefe delegacional en Miguel Hidalgo, licenciado en Administración por la Universidad Iberoamericana, y quien en octubre de 2012 cumplirá 50 años en la actividad política, insiste que aspira, por segunda ocasión, a ser jefe del Gobierno capitalino. “Pero más que ser candidato quiero ser jefe de Gobierno. Ya lo he dicho y tengo confianza en conseguirlo, porque tengo la experiencia, los conocimientos y las ganas. Creo que nadie de los que buscan el mismo cargo tienen esas facultades”, señala iluminándosele el rostro y la mirada. Sin embargo, de inmediato aclara que será hasta el próximo mes de enero cuando decida si pide o no licencia para buscar la Jefatura de Gobierno. “No quiero competir por competir, que quede claro. Mi primer reto es establecer si tengo posibilidad de ganar. Lo que busco es que la gente valore mi persona y lo que he hecho en estos casi 50 años de vida política, que sepa lo que puedo transformar en la ciudad y que nadie más puede hacerlo como yo”, enfatiza acomodándose en el asiento. —¿Cree que con el PAN logrará ser jefe de Gobierno?— pregunta Crónica, como si le arrojara un balde de agua fría al político nacido en la ciudad de México el 25 de septiembre de 1944. Sin responder de inmediato, Sodi mira la pantalla de su celular, se moja los labios y tras de constatar que está a tiempo para llegar al compromiso de trabajo, finalmente dice: “Sí, claro. Creo que el PAN ha comenzado a crecer y a repuntar en el país. Pero en el caso de la ciudad de México, creo que no se valora el trabajo del presidente (Felipe) Calderón. Aunque he constatado que la gente está cansada del PRD, porque es evidente que es un partido del desorden. Eso lo reforzó en sus pasadas elecciones internas”. Traga saliva y añade: “Entre ellos mismos se sacan los ojos, todos hacen trampas. Es un partido muy pervertido y negativo para la ciudad. Ese partido ha sido responsable del caos que vive la ciudad. Ellos han provocado el caos en los ambulantes, con los taxistas, con los microbuses, con los franeleros, en fin”. Mira por la ventanilla de la camioneta y guarda silencio por breves segundos, como buscando más palabras para establecer la situación en que está sumida la capital del país por ya casi 14 años, con la llegada del PRD a la Jefatura del GDF. Su rostro refleja dolor, coraje, frustración, impotencia. “¿Qué ha pasado en el Distrito Federal? Pues que aquí el PRD ha usado los programas sociales para él mismo, suma todas sus acciones en el clientelismo para condicionar el voto. Esto ha llevado a que sea una ciudad desordenada” De nuevo la sangre le sube al rostro y la parsimonia charla sube de tono. Demetrio muestra malestar al hablar de la situación que vive el Distrito Federal. “Mira, el PRI es un partido de sectores; el PRD, de mafias, de grupos delictivos; mientras que el PAN, es un partido de ciudadanos. Creo que es tiempo que la gente valore esto y que decida por un jefe de Gobierno que no esté vinculado a su partido sino a la gente”, comenta con una mirada dura, fría, como si intentara grabar sus palabras en la cabeza de su interlocutor. Luego retoma esa actitud bonachona, amable que lo ha caracterizado como diputado federal, como diputado local, como Senador, como candidato a la Jefatura del GDF, que en el 2006 le ganó precisamente Marcelo Ebrard, y la misma que lo llevó a la jefatura delegacional en Miguel Hidalgo en 2009. “Si llego a ser jefe de Gobierno en la ciudad, lo primero que haré será sacar a los partidos políticos de mi administración, incluyendo al PAN. Eso es lo que más ha dañado a la ciudad. La transformaría en una urbe tranquila, armoniosa y ordenada que teníamos antes que llegara el PRD”, sentencia Sodi al tiempo que uno de sus directores le abre la puerta de la unidad. Héctor Cruz López, La Crónica, 13 de noviembre.