Los hijos ausentes de San Fernando

Elvia llegó a San Fernando, Tamaulipas, para reencontrarse con su hija, a 14 meses de que ésta fue asesinada en un rancho junto con 71 centroamericanos. La Caravana de Mujeres y madres de migrantes desaparecidos partió el domingo de Tenosique, Tabasco, cruzó Veracruz y la noche del martes llegó a Tampico con el objetivo de exigir a las autoridades transparentar las investigaciones del multihomicidio de agosto de 2010. Las 35 mujeres de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala viajan en un autobús acompañadas de organizaciones civiles, la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Amnistía Internacional. El grupo fue recibido a las 10:30 horas por autoridades de Tamaulipasy agentes federales y estatales, pero denunciaron el abandono de la Policía Federal en el tramo Pánuco-Tampico. Todas llevan al cuello fotografías de hijos y familiares que desaparecieron en el trayecto a Estados Unidos; todas viajan con playeras naranja y sus rostros se llenan de esperanza cuando platican sus historias. Cerca de las 7:30 de la mañana la caravana salió a San Fernando, donde esperaban encontrarse con sus parientes... difuntos. El autobús fue custodiado en principio por militares, policías estatales y federales. Elvia y sus compañeras recorrieron 368 kilómetros hasta el rancho donde fueron acribillados 72 centroamericanos por presuntos zetas. En el lugar quedan aún zapatos, gorras y algunas prendas de los migrantes, además de un sinnúmero de agujeros ocasionados por armas de fuego en los 15 metros cuadrados del terreno. La caravana llegó con flores de cempasúchil, panes y cruces de cartón que colocaron en la casa abandonada, en la que aún moran sus difuntos. Irene, de origen nicaragüense, perdió a su hija desde hace ocho años, cuando ésta salió hacia Estados Unidos con la esperanza de un mejor empleo. Irene recibió una llamada de su hija dos meses después; le pidió que le enviara 50 dólares que debía pagar al coyote para cruzar la frontera. Dice que luego de enviar el dinero su hija volvió a llamarle, pero en esta ocasión para pedir ayuda: un grupo de hombres la tenía secuestrada. “Hoy no sé si mi hija ya comió, está arropada o se encuentra bien”, afirma Irene. Hoy su hija tendría 29 años. En cambio, Silvia perdió a su hijo hace tres años; éste no ha sido localizado por las autoridades desde que cruzó la frontera con Guatemala, en septiembre en 2008. “Mi hijo salió para buscar el sueño de todos, el sueño americano, que ahora es más bien el sueño de la muerte”. Cifra de la muerte El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas, Óscar Castro, dice a MILENIO que en lo que va del año han desaparecido 11 mil 373 migrantes centroamericanos en su paso hacia Estados Unidos. Los estados con más denuncias son Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Estado de México y San Luis Potosí. Castro Cantú afirmó que la cifra puede incrementarse a 20 mil expedientes al finalizar 2011. La líder del Movimiento Migrante Norteamericano, Martha Sánchez, afirmó que Tamaulipas es el estado donde se vulneran los derechos de los migrantes, no sólo por la desatención de las autoridades, sino por la acción del crimen organizado que los secuestra de los autobuses. Melissa del Pozo | Tamaulipas, Milenio, 3 de noviembre.

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