Santos a las FARC: “Cárcel o tumba”

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió ayer a las FARC que sólo tienen la alternativa de la cárcel o la tumba, y sostuvo que hará todo lo posible para liberar a quienes están retenidos por el grupo rebelde. Al felicitar a los soldados que dieron muerte la víspera al líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Alfonso Cano, Santos dijo que “la puerta del diálogo (con ese grupo) no está cerrada”, pero exigió gestos de paz. “Si nos demuestran real voluntad de llegar a un acuerdo, ese diálogo podría darse. Mientras tanto, seguiremos insistiendo en el camino militar”, advirtió el mandatario en la ciudad suroccidental de Popayán, sede donde se coordinó la operación contra Cano. Santos admitió que hubo colaboración desde la las propias FARC para ubicar y dar muerte a Cano y reiteró que “éste es el resultado de una operación bien planeada e impecablemente ejecutada”. Las FARC “sólo tienen la alternativa de la cárcel o una tumba”, enfatizó, aunque ofreció a la base rebelde “una mano generosa que los recibe y los reincorpora a la sociedad”. En cuanto a los militares y policías que están en manos de las FARC, Santos les manifestó que su gobierno “no los ha olvidado un solo minuto”. La guerrilla retiene a una veintena de miembros de la fuerza pública para canjearlos por 500 de sus hombres presos en Colombia y EU que están acusados de terrorismo, secuestro y rebelión. En su primera reacción después de la muerte de su líder, las FARC negaron que la desaparición de Cano signifique “el final de la lucha guerrillera en Colombia”. “No será esta la primera vez que los oprimidos y explotados de Colombia lloran a uno de sus grandes dirigentes. Ni tampoco la primera en que lo reemplazarán con el coraje y la convicción absoluta en la victoria”, dijeron las FARC en un comunicado. “La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento”, agregó. Con tres balazos Tras dos años de seguimientos e interceptaciones a las comunicaciones de sus colaboradores más cercanos, Cano cayó desarmado al recibir tres balazos de fusil del ejército, según detalles del operativo militar revelados ayer. Los balazos impactaron a Cano, cuyo verdadero nombre era Guillermo León Sáenz Vargas, en el lado derecho del cuello, en la ingle y en la cadera. Las tropas se confundieron al ver al buscado jefe de las FARC sin su tradicional espesa barba, pero para agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General, y que fueron llevados a la zona para identificar el cuerpo a través de las huellas dactilares, no cabía duda: el cadáver que se encontraron el viernes por la noche en un paraje de la localidad de Suárez, en el departamento de Cauca, a unos 350 km al suroeste de Bogotá, era el de Cano. Fueron cinco militares los que rodearon a Cano, explicó el comandante de la Aviación del ejército, general Gabriel Rey. Pero en la zona estaban al menos 80 militares. Junto a Cano cayeron otros tres rebeldes (dos hombres y una mujer). En el área donde estaba Cano, las autoridades encontraron siete computadoras, 39 memorias USB y 194 millones de pesos (unos 102 mil dólares), según el gobierno. Claves Los lujos de Cano • En un informe de la Fiscalía se describe a Cano de 1.72 metros, 75 kilos, miope, y que antes de su ingreso a las FARC “abandona a su esposa y dos hijos”. • Según la Fiscalía, en la actualidad, Cano tenía una compañera sentimental en la guerrilla llamada Patricia González Calderón. • “Es dado a los lujos, es el único que dispone de baño privado en los campamentos (…) monta en cólera si le faltan verduras, frutas o papel higiénico”, dice la Fiscalía. Bogotá. Agencias, Milenio, 6 de noviembre.

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