Terminó el ciclo de la actual estrategia anticrimen: Creel

Santiago Creel Miranda, aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia, en conversación con Crónica Noticias TV afirma que el ciclo de la actual estrategia contra el crimen organizado ya terminó, y esboza un proyecto de seguridad “no expansivo, sino preventivo”, en el que se ataca por prioridades a los grupos de la delincuencia organizada. También señala que el CEN cometió un error cuando hizo que muchas candidaturas se decidieran por designación, que ve pareja la cancha en la lucha por la candidatura presidencial del PAN, pero que “siempre va a estar en guardia” ante una posible intervención del gobierno federal. En la entrevista, concluye que los gobiernos de coalición son “la única solución”.

Iniciamos preguntándole sobre cómo va el inicio de ruta rumbo a las elecciones de 2012.

Creel afirma que se vive una etapa de preparación, “en la que tenemos que afinar ideas para nuestra plataforma, resolver conflictos internos para que el partido esté unido, y fortalecer nuestra estructura territorial”. Advierte que es importante porque “las campañas se van como agua: lo que no hagamos hoy, mañana será muy tarde”, y que es fundamental que el partido esté fuerte y con ideas claras.

Unificar al partido…

El ex secretario de Gobernación entiende de inmediato. Señala que, para poder ganar, son necesarios un proceso interno que impida desgarramiento y un buen candidato. Un proceso de cancha pareja y árbitro imparcial.

—Le preguntamos a Creel qué ha cambiado en estos seis años, desde que se lanzó por primera vez en pos de la candidatura presidencial.

—“Simplemente ve los índices de inseguridad que tenemos, son abismalmente distintos que en 2005. Se multiplican casi por tres”, responde. Agrega que la crisis económica del 2009 afectó el crecimiento económico, acota que vino de afuera pero tuvo efectos muy severos. “El aumento del precio de los alimentos también nos pega”, dice.

Por otra parte, Creel hace referencia al papel creciente de las redes sociales y sus revoluciones “silenciosas, horizontales”. Son cosas que cambian la política. Cita el caso de Barack Obama y el hecho de que nuestra entrevista se estuviera transmitiendo por internet.

“También han pasado cosas muy interesantes en los partidos. En 2005 jamás se hubieran pensado alianzas PAN-PRD como en Oaxaca, Puebla o Sinaloa”, comenta, para terminar con un reconocimiento: “Para mí las cosas son diferentes, porque no quiero tropezarme con la misma piedra”.

—¿Cuáles fueron los errores de aquel tiempo?, preguntamos.

—“No estaba yo lo cerca que debí de haber estado con mi partido, con el panista de a pie. No calibré el peso de alguien que había sido presidente del partido, secretario general, juvenil, hijo de fundador”. Comenta que en 2006 los tres candidatos fueron presidentes de sus partidos. “Felipe Calderón había hecho toda su carrera en el partido; yo venía del movimiento cívico, con otros activos”. Dice que ahora es totalmente distinto; que en estos años ha tenido un contacto constante con la militancia, en las buenas y en las malas. “No hay mejor maestro que un tropiezo, si quieres aprender”, concluye.

—Hace 6 años, la picardía popular decía que Creel era el candidato de Los Pinos. Ahora dice lo mismo de Ernesto Cordero. Por eso preguntamos si siente que hay contienda pareja.

—“En este momento, sí”, contesta el senador con licencia. “Hace unas semanas tenía dudas fundadas. Fui a eventos en los que los gobernadores convocan a supuestos militantes en prácticas que no son propias del PAN, que implantan una cultura de fuera.”

—La cargada, el dedazo.

—“Puse la voz de alerta, porque eso no sólo desbalancea la cancha, sino que divide al partido, y hubo reacción positiva de Gustavo Madero y la Comisión de Elecciones. La cancha está pareja, pero siempre voy a estar en guardia”. Termina diciendo que “esto es como la confianza: se construye a lo largo de un transcurso largo de tiempo”.

Hace una aclaración importante: no tiene ningún problema con que el Presidente tenga un candidato. Acepta que él lo fue de Fox en 2005. “Pero Fox no utilizó el aparato del gobierno para sesgar la elección; es más, una parte de su gabinete apoyaba a Felipe Calderón”. Termina con un diagnóstico político: “Fox no era una persona de partido, a diferencia de Calderón, que es eminentemente una persona de partido”.

Dos preguntas con relación en el método de selección: el de candidato a Presidencia y el de candidatos a  diputados y senadores (recientemente modificado, días después de la entrevista, por órdenes del Tribunal Electoral).

Sobre la primera, Creel dice que lo ideal hubiera sido una elección abierta a la ciudadanía. Pero sí ve dos factores que lo explican: las malas experiencias que han tenido otros partidos, y que no es lo mismo manejar una elección con un padrón de 2 millones o una con 70 millones. “Así como está yo la veo neutral”.

Sobre lo segundo, piensa que fue un error político. “Error, convertir un instrumento excepcional en regla general. Si el CEN designa al 75 por ciento de los candidatos al Senado y la mitad para diputados, ¿dónde queda el militante de a pie? Es tratarlos como menores de edad por quienes decide Papá Comité Ejecutivo Nacional”.

Tema obligado, las alianzas: sí o no y hasta dónde.

Para Creel la clave es qué alianza, qué candidato, qué proyecto, qué proporciones entre los partidos aliancistas. “Cuando sólo es cambio de camiseta, se rompe con los principios y con los valores. El poder tiene que ser una vocación y los puestos son solamente instrumentos muy temporales”. Pero expresa que con Cué, Moreno Valle y López Valdez “vemos una situación de mejoría respecto a quienes gobernaban antes”. En 2012 irán solos, con sus propios colores.

—Otro tema de moda es la de los gobiernos de coalición y aquí el aspirante presidencial es contundente.

—“Es la única solución”, dice. Explica que el objetivo es generar un gobierno con mayoría estable, que pueda llevar una agenda coherente con objetivos de mediano y de largo plazo, con un gabinete que pueda operar el programa de gobierno.

Afirma estar en contra de generar mayorías artificiales, que comprometan la pluralidad actual y que equivalen a “regresar al México de los años setenta”.

De la segunda vuelta, opina que es un buen instrumento, “pero PRI y PRD sienten que beneficia al PAN” y no lo aprobaron.

“No queda otra” que, después de la elección, el que gane pueda optar por seguir con un gobierno de minoría política, como desde el 97, “con los resultados previsibles” o buscar una alianza de largo plazo hasta lograr un gobierno de mayoría, con una agenda y un gabinete de integración plural, concluye. Detalla por qué:

Dice que como están las cosas, las reformas no caminan, “llegan a la mitad, a la cuarta parte, a lugares intermedios, incómodos para todos. Por eso cree firmemente que la salida es un gobierno de coalición (y da el ejemplo reciente de Gran Bretaña).  

También está el asunto la seguridad.

Creel inicia afirmando que toda estrategia tiene un ciclo y la actual está cerrando el suyo. “Mi visión: la seguridad significa que México esté en paz. Si el objetivo es sólo el combate al crimen organizado, la estrategia falla. Mi objetivo es bajar los niveles de violencia”.

Afirma que uno de los problemas es que no se define el responsable de bajarla, “ahora no podríamos decir quién. Muchos cocineros no hacen bien la sopa”. Dice que “si se hace por instituciones que no tienen la vocación de la seguridad pública, va a haber avances, pero te van a generar mucha violencia”. De ahí pasa a la propuesta de una Secretaría del Interior, una nueva institución que agrupe toda la fuerza civil hoy dispersa. Una instancia especial abocada a combatir al crimen organizado que pueda platicar con la DEA estadunidense y sus similares de otros países. “Lo que necesitas es ordenar porque el orden te da eficiencia y la eficiencia te da la baja de violencia”.

Su diagnóstico: Tenemos una estrategia expansiva, bélica, que no discrimina los grupos, provoca luchas por las plazas o las rutas y eso genera violencia. Una estrategia disuasiva es algo que se debe, se puede y es urgente. Atacar, pero por prioridades contra los grupos más violentos y todo se hace de manera más ordenada.

Se requiere de una institución gobernada por un civil, con un cuerpo de élite. También combatir la fuente de la violencia: el dinero, que compra armas, corrompe autoridades y perjudica el tejido social. Atajar el asunto internacional. Haría una cumbre mundial y aprovechar la fuerza diplomática y desvestir el problema: productores y consumidores externos.

Su propuesta no equivale a negociar: “Negociar es un error, un absurdo. Amnistía, menos. Esa se da cuando hay causa justa y método equivocado que se recompone. Aquí no hay causa justa ni medios justos… mi plan es para tener mayor eficacia”.

Terminamos la entrevista preguntando cómo avizora Santiago Creel las elecciones del 2012.

El aspirante panista ve un proceso muy competido entre los tres grandes partidos y tres proyectos claramente definidos. Considera que su partido puede ganar si se plantea un México en positivo, que tiene salidas.


Guillermo Ortega Ruiz, La Crónica, 25 de noviembre.

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