Arranque entre piñatas y ponche


Con una posada al estilo mexicano, en la que incluso solicitó morada a los miembros del PAN en Azcapotzalco, Santiago Creel arrancó en el primer minuto de ayer su precampaña por la candidatura presidencial del PAN.
Como sede para la fiesta creelista se dispuso la vivienda de la familia del asambleísta Mario Palacios, que en un patio de alrededor de 4 por 20 metros organizó piñatas, villancicos, sillas, equipo de sonido y barra de ponche con sándwiches, a la que asistió más de un centenar de personas.
El senador con licencia se presentó en punto de las 12 de la noche con un minuto y al grito de “Ni Peña, ni Cordero, Creel es primero” lo recibieron sus seguidores, con los que se comprometió a realizar una precampaña y campaña marcada por “tres S”
“Deseo volver a los orígenes de nuestro partido, a esas campañas donde el contacto es directo con la gente y los militantes, en donde  están las tres ‘S’ que dieron nuestros fundadores: Gastar la suela de los zapatos, la primera; el sudor de nuestra frente por el trabajo que está orientado a la brega de eternidad. Suela, sudor, y saliva de palabra cumplida”, enfatizó en un breve discurso en el que también prometió que de llegar a la Presidencia buscará no sólo la unidad de México sino la del PAN.
Tras sus palabras, Creel prosiguió a un recorrido por siete casas aledañas a la vivienda de la familia Palacios, las cuales fueron señaladas específicamente por su equipo de trabajo.
En la primera, la dueña de la vivienda solicitó a Creel regresar para comerse un “molito: el mejor de la colonia, presumió”, a lo que recibió una respuesta afirmativa del aspirante presidencial y su esposa, Paulina Velasco, para después colocar una manta de propaganda con la leyenda “Somos panistas, vamos adelante con Santiago Creel”.
La petición de posada llegó hasta una vivienda en donde Creel y sus seguidores hicieron bromas de sus adversarios, pues el senador con licencia preguntó a la propietaria respecto de la colocación de una figura de diablito en su nacimiento, a lo que uno de los asistentes contestó: “Ese es Peña Nieto”.
En la última vivienda a la que acudió para colocar una manta, un joven festejaba cumplir 20 años, y al tener la edad legal para emitir su primer sufragio fue cuestionado por  Creel sobre el partido al que favorecía, a lo que el muchacho sólo contestó entre risas: “¡Pues eso es secreto!”
Mariana Otero-Briz, Milenio, 19 de diciembre.

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