René Bejarano anunció que no acompañará a Andrés Manuel López Obrador ni en precampaña ni campaña para no afectarlo políticamente, al reconocer que los señalamientos que hubo en su contra podrían tener repercusiones y dañar al abanderado presidencial.
Sin embargo, en el contexto de la conformación del bloque de izquierda, advirtió: “me voy a mantener como el viento, que se siente pero no se ve”.
En entrevista, el dirigente del Movimiento Nacional por la Esperanza sostuvo: “tengo prudencia, porque conocen un proceso político y mediático del que yo fui centro y eso tuvo un efecto y no quiero que se use para atacar una propuesta política. Lo hago como un acto de responsabilidad. No hay ningún asunto pendiente, tengo mis derechos políticos vigentes, soy dirigente nacional, pero uno debe medir sus actos protagónicos para actuar con responsabilidad. Ya habrá tiempo para actuar de otra manera.
Por separado, la corriente de Los chuchos, marginada de la campaña de López Obrador, definió que mantendrá una “relación respetuosa y de apoyo” al tabasqueño, “siempre y cuando los acuerdos de la coalición no limiten la capacidad del partido para realizar una campaña propia”.
La estrategia trazada por la corriente Nueva Izquierda establece que “el apoyo al candidato presidencial no debe implicar sujetarse a directrices unipersonales ni tampoco limitar a nuestras estructuras y candidatos. En esto, la distribución de recursos y la toma de decisiones para nuestras campañas deben estar garantizadas”.
Para la imagen partidista durante la campaña, Nueva Izquierda acordó que las campañas institucionales deben promover la imagen del PRD “evitando diluirla en la campaña presidencial”.
En tanto, como parte de la conformación del bloque de izquierda, al que convocó Izquierda Democrática Nacional y el Movimiento Nacional por la Esperanza, se definió que se debe mantener el método de las encuestas para decidir sus candidatos a gobernadores, a jefe de Gobierno, autoridades y legisladores locales.
Además, impulsar la coalición electoral “Movimiento Progresista”, tanto la candidatura de López Obrador como en postulaciones en todos los estados donde se elegirán gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos.
El bloque de izquierda se pronunció por “cancelar definitivamente la alianza con la derecha y establecer una clara estrategia que impida tanto el continuismo como la restauración de estas fuerzas políticas aliadas al poder. Ambas, salidas falsas a la crítica situación que vive el país”.
La corriente bejaranista reconoció la pluralidad interna del PRD y se pronunció por reflejarla en los acuerdos sustantivos que se discutan y se promuevan al interior del partido.
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