Crea unidad repudio a ley antiinmigrante

MONTGOMERY, Alabama.- Unidos en un frente común, defensores de los derechos de los inmigrantes y de las garantías civiles se manifestaron ayer en Alabama para pedir la revocación de la controversial ley HB56, la más dura contra los indocumentados en Estados Unidos.

Unas 500 personas, según medios locales, se congregaron frente al Congreso estatal, en Montgomery, la capital, mientras mostraban pancartas con mensajes como "Una familia, una Alabama". Posteriormente, lanzando consignas tanto en inglés como en español, los manifestantes se dirigieron a la residencia del Gobernador Robert Bentley, quien promulgó este año la HB56.

La protesta contó con la participación de reconocidos defensores de los derechos civiles, como Benjamin Todd Jealous, presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Raza Negra (NAACP, por sus siglas en inglés), así como de activistas por los derechos de los inmigrantes y sindicalistas.

"Éste ha sido un campo de batalla contra el racismo y (la manifestación de ayer) es otro capítulo en esa continuidad", dijo la presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, en referencia al hecho de que la ciudad de Montgomery fue epicentro del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos en la década de los años 60.

El Congreso estatal, bajo control republicano, aprobó la dura ley de inmigración con la intención de ahuyentar a los indocumentados en Estados Unidos. La legislación, según los simpatizantes, crearía empleos para los residentes legales en un estado con un desempleo de casi 10 por ciento en ese tiempo.

Algunas partes de la HB56 entraron en vigencia en septiembre, pero otras fueron suspendidas por cortes federales en respuesta a demandas interpuestas por el Gobierno del Presidente Barack Obama y ONGs.

Los detractores de la ley afirman que su puesta en vigor ha separado familias.

"Estoy muy asustada", dijo Laura Ruiz, una ama de llaves mexicana que participó en la marcha junto con su hijo de 2 años.

Ruiz, quien llegó a Estados Unidos como indocumentada hace 10 años, aseguró que ha hecho su vida en Alabama y no quiere marcharse.

Ante las críticas, el Gobernador Bentley y dirigentes republicanos en el estado han dicho que tratarán de simplificar la ley, aunque rechazan hacerle grandes cambios o revocarla.


Reforma, 18 de diciembre.

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